Ophelia

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Ophelia entró a la pequeña cafetería donde sus amigas ya le esperaban. Mary, con su cabello de colores vibrantes y una sonrisa contagiosa, y Ruby que ajustó sus gafas para verla mejor. Mary se levantó primero, envolviendo a Ophelia en sus brazos y besando su mejilla, luego Ruby hizo lo mismo. Ambas la saludaron efusivamente tras no haberse visto en mucho tiempo.

Había sido difícil para Ophelia, pasar tanto tiempo separada de sus queridas amigas del bachillerato. Pasó un año, de hecho, desde que Mary comenzó en la escuela de Arte y Ruby se fue a convertirse en maestra. Aún no veían a Sarah, que se había mudado a otro estado para volverse cirujana, a pesar del hecho de que Nueva York tenía las mejores escuelas de medicina en el área. Ophelia supuso que Sarah simplemente quería algo diferente.

Se pusieron al corriente como si no se hubiesen separado. Mary estaba ahora pintando en lienzos, usando pasteles y acrílicos, Ruby apenas comenzaba a hacer algunos ensayos, y Mary les dijo a ambas que Sarah comenzó la escuela de medicina el mes pasado y ahora vivía en el campus. Luego ambas vieron a Ophelia, expectantes.

"Me matriculé para la escuela de diseño de moda. Me aceptaron." Dijo simplemente, pero tanto Mary como Ruby chillaron de emoción, atrayendo la atención de otros clientes de la cafetería.

"¡Es maravilloso, Ophelia! ¡Debemos celebrar que a todas nos está yendo bien!" Comentó Mary, Ophelia sonrió ampliamente, a su amiga le encantaba celebrar.

"Pero voy a ser super pobre debido a los préstamos." Dijo Ophelia tristemente. " No quiero vender mis vestidos pero creo que es lo que tendré que hacer."

"¿Qué? ¡No! ¿Y tus padres?" Tanto Mary como Ruby parecían sorprendidas de aquella declaración.

"No quieren ayudar, mi padre cree que la moda será una pérdida de tiempo y prefiere que estudie leyes como lo hicieron él y mi hermano. Mi madre quiere ayudar pero papá no la deja."

"Eso es aburrido, tu hermano quería ser abogado, tú no quieres."  Dijo Mary, indignada.

"Exacto, no quiero ser abogada, quiero ser diseñadora. Puedo coser, así que eso haré de ahora en adelante. Pero no sé si eso me ayudará a pagar mis deudas y la renta y todo lo que necesito pagar."

"No necesitas pagar renta." Mary tomó la pequeña mano de su amiga entre las suyas.  "Compartiremos piso, las tres, ¿no es eso lo que dijimos que haríamos al graduarnos del bachillerato? Sarah no está aquí para compartir piso,  pero podemos rentar un departamento decente entre las tres..."

"Yo no puedo," Dijo Ruby, interrumpiendo a su amiga, "Ya estoy viviendo en el campus con mi hermana."

"¡Pues a ti no te invitamos! ¡Ophelia y yo vamos a vivir juntas entonces!" Mary abrazó a Ophelia y la chica rió divertida. "Está arreglado, no necesitarás pagar renta. Cuando tengas poco dinero, puedes contar conmigo y pagarlo después, yo ya tengo un departamento que mis padres me ayudan a pagar, puedes pagar tu parte de la renta cuando la tengas."

"¿No es eso un poco abusivo?"

"Tonterías, Ophelia. Somos amigas, ¿para qué son las amigas si no es para dejarte quedarte en sus casas? Sé que tú harías lo mismo por mi."

"Lo he hecho, ¿recuerdas esa Navidad en que tus padres se fueron de vacaciones a Oregon y te dejaron aquí?"

"No quería ir a Oregon de todos modos; fue mucho más divertido quedarme a pasar la Navidad contigo, ¿ves? Se supone que hagamos este tipo de cosas por los amigos, así que te mudas conmigo y se acabó."

"Bueno, bueno, ¿al menos tengo permitido limpiar mi horrible apartamento primero? No creo que me devuelvan el depósito porque es un lugar horrible que se estaba cayendo a pedazos antes de que lo rentara pero me echarán la culpa de que esté feo de todos modos si pueden."

Flor en el asfaltoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora