You don't know me! [Old Magcon]

003|Recuerdos y "babygirl"

Y aquí estoy, enfrente de la casa en la que me crié durante 4 años.

Y al fin y al cabo, es mi hogar.
Estoy más que feliz de volver aquí.

Toco el timbre y en menos de dos segundos ya han abierto la puerta y frente a mi esta una señora que aparenta unos 45 años, tiene el pelo marrón claro al igual que sus ojos.
Lleva puesto un uniforme de sirvienta, conformado por una camisa blanca, una falda negra y un delantal blanco en la cintura concretamente atado por detrás.

Y si no me equivoco, ella es Rosa, la misma sirvienta que cuando aun estaba en esta casa. Adoraba a esta mujer y seguiré adorándola. Me encantaban sus historias de cuando ella tenia 10 años o más.

Y como me ayudaba en todas mis travesuras, cuando me hacia chocolate los días de lluvia y nos lo bebíamos juntas frente al ventanal de mi habitación por la madrugada.

Adoro esos tiempos, ojalá mi padre nunca haya muerto y siguiese aquí con nosotros, conmigo...

Noto que una lágrima recorre mi mejilla y Rosa me estrecha entre sus brazos.

Respiro su aroma, tal y como recordaba. A lavanda. Nunca he entendido como se las empeña para oler siempre a ese dulce y adictivo olor.

Una ráfaga de momentos vividos en mi corta edad en esta casa me invaden la mente de una forma abrumadora ocasionándome alguna que otra lágrima de la emoción pero que acaba en una cascada de estas.

- Hey, pequeña. Estoy aquí, contigo tranquila. -dice Rosa mientras me acaricia la espalda.

- Te he echado de menos. -le digo mientras sollozo en sus brazos.

- Yo a ti también pequeña.

Una vez ya he acallado mi llanto, nos sentamos en el sofá y hablamos.

- Bueno ¿y que hay de tu vida, Rosa?

- Pues, tengo una hija que tiene ya 7 años y se llama Lauren. -me cuenta mientras me enseña una foto de su hija.

Es prácticamente idéntica a Rosa, pelo marrón claro, los ojos del mismo color que su cabello, de tez clara. Es prácticamente igual exceptuando unas leves pecas sobre sus mejillas.

- Si no recuerdo mal. ¿Sigues estando con Mark? -pregunto.

- Si, pero aun no me he casado con él, lo teníamos pensado para este año después de todo. -dice.

- ¿Después de todo? ¿A que te refieres? -pregunto confusa.

- Después de todo lo que has pasado. Porque quería que estuvieses presente después de todo, ya que eres como la hermana pequeña que nunca tuve. -dice sonriente.

- Me vas a hacer llorar otra vez. -río causando que ella se me una- ¿Cuándo será?

- Aun no tenemos fechas, pero cuando la sepa te diré. -sonríe.

Le sonrío de vuelta.

- Bueno... Rosa, debo irme a donde está viviendo mi hermano.

- ¿Por qué? Si puedes quedarte aquí, en tu habitación. Aunque aun están todas tus pertenencias de tu infancia -contesta.

- No me quedo por el hecho de que he venido para convivir con mi hermano de nuevo, y estar allí con él es una de las mejores formas. Aunque me encantaría estar aquí, tengo muchos recuerdos y para mi es una casa muy grande y solitaria si no hay gente... -digo lo último con la mirada perdida.

- Tranquila,pero recuerda que pase lo que pase tu tío,todos los empleados y yo te estaremos esperando para cuando estés preparada para volver aquí. -me sonríe tiernamente.