Necesito Madurar

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Al levantar mi mirada y verlo a los ojos, pude gozar de sus preciosos ojos verdes, de su pelo rizado, de su gran sonrisa y algo que me encantaba, sus grandes hoyuelos en las mejillas.

Nos quedamos viendo fijamente. Quería saber que estaría pensando el mientras me veía, pero eso claramente era imposible.

- Me gusta tu nombre - dijo haciéndome salir de el trance que tenía.

- oh, muchas gracias Harry.

- ¿No eres de por aquí verdad?

- emm, no, soy de España, pero vine a vivir aquí.

- ¡ah! ¡Que bien! - dijo con un tono demasiado alegre.

-si- dije sonriendo.

-¿te apetece ir a tomar un helado conmigo linda?

y ahí estaba de nuevo esa palabra. -claro, porque no - dije yo con un tono entusiasta

- ¡pues vamos! - Mientras que nos íbamos comiendo el helado comenzó a hacerme preguntas, me resultaba un poco incómodo pero me gustaba escuchar su voz.

- Ya se que esto no se debe preguntar pero... ¿Qué edad tienes?

- no te lo vas a creer pero.... El otro mes cumplo 17 - Abrió mucho los ojos y me miro con cara de sorprendido.

- ¡¿16?!

- Si...- dije con un tono de niña asustada y haciendo un poco de pucheros.

- pero si eres muy joven, bueno, aprovechando que estamos hablando de edad... Yo tengo 20

- ¡Genial! - grite yo, y se me quedo viendo con cara rara, en ese momento empezamos a reír juntos.

Ya llevábamos mucho rato caminando y de repente paramos en una pequeña cabaña que había, en donde los ñiños pequeños se metían a jugar, a correr, a todo lo que se les pudiera ocurrir.

Y nos sirvió de mucha ayuda eso, porque empezó a llover. Se encendió en mi ese espíritu de loquilla que había tenido toda mi vida, le tome la mano a Harry de repente y lo saque de la cabaña riéndome como una tonta.

- ¿Qué haces _____?, nos vamos a mojar.

-¿tienes miedo a la lluvia? - dije con un tono desafiante y riéndome.

Parecía que a el le gustaba eso y me siguió la corriente, nos fuimos corriendo y saltando por cada sitio que encontráramos con agua, me escurría todo y cuando lo veía a el podía ver como le caía el agua por sus rizos.

De repente pise mal el suelo, y Harry dándose cuenta reacciona rápidamente y me toma en sus brazos.

- por poco , gracias Harry - dije yo

- no me lo agradezcas linda - dijo poniéndome los pelos de punta, esa palabra realmente causaba efecto en mi, y el parecía empezar a darse cuenta.

En ese momento me empezó a mirar fijamente, puso suavemente sus brazos en mi cintura y me acerco hacia el, se iba acercando lentamente hacia mi, sin quitarme la mirada, hasta que sentí sus suaves y cálidos labios sobre los míos, ese momento era perfecto, un beso bajo la lluvia con un chico encantador, ¿que más se podía pedir?, en ese momento me di cuenta que la aventura comenzaba pero comenzaba con todo.

Al alejarse de mis labios, estaba sonriendo tanto que sus hoyuelos se marcaban más de lo normal, yo simplemente me mordí el labio, a el le causo gracia pero lo que hizo fue darme un cariñoso beso en la mejilla.

Empecé a tiritar de frío, ante esa reacción Harry se empezó a reír, pero como todo chico caballeroso me abrazo y me puso su chaqueta encima. Eran ya las 11 de la noche y yo seguía en la calle, mi madre quizás había llamado al apartamento y yo no estaba.

- Harry, me debo que ir.

-Pe... Pero _____ ¿ahora?

-si, mi madre ya habrá llamado al apartamento y yo no estaba para responderle, no quiero que se preocupe por mi.

- Está bien- dijo con un tono caído

- Adiós, me encantó conocerte me la pase muy bien con tigo Harry.

- Yo igual, _____ eres una chica increíble...

Le di un abrazo para despedirme, pero me di cuenta como el hacia ese abrazo más fuerte, como diciéndome que no me fuera, para no hacer ese momento más duro me di la vuelta y le dije adiós a Harry sonriendo sin ganas.

Iba caminando a paso lento, no tenía muchas ganas de andar, me dolían los pies, pero el departamento quedaba bastante cerca, tenía mi cabeza llena de una sola cosa, Harry.

No se porque lo tenía presente en ella todo el tiempo... Pero eso no era una buena señal, bueno.... Siendo que es una persona que no iba a volver a ver.

Cuando estaba a punto de cruzar la calle para entrar en el apartamento oigo una voz a lo lejos que dice :

- ¡ _____ !

Me di la vuelta rápidamente, y es cuando...

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