La Cama Retumba

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Me desperté y lo primero que vi fue como el sol entraba por la ventana, iluminando toda la habitación, no es que le tuviera miedo a la oscuridad... Sólo... No me gustaba, pero menos mal estaba con mi ángel, Harry... Pero... ¿Y Harry?

Cuando aún seguía mirando la ventana y estaba a punto de levantarme para ir a buscarlo, sentí como una suave mano acariciaba mi mejilla, en ese momento supe que mi ángel no me había dejado, que estaba conmigo mi pervertido favorito... Aunque no me hacia mucha gracia que fuera así me gustaba, es más... Mi mente era muy "limpia" nunca sería capaz de mal pensar algo. "Nunca" repito.

Me voltee lentamente y como era de suponerse, vi como esos potentes ojos verdes se quedaban viéndome sin apartar la mirada, Harry tan sólo seguía acariciando mi mejilla mientras al mismo tiempo sonreía.

- Buenos días princesa - se acerca a mi y me da un tierno beso en la mejilla .

- Buenos días - empece a sonreír y fui notando como mis mejillas estaban ardiendo.

- Que buenos colores tienes hoy - me dijo mientras me guiñaba un ojo, no tuve otra alternativa más que reír.

Harry se levantó rápidamente y comenzó a saltar en la cama, me imagino que lo hacía para que me despertara pero como el pesaba mucho más que yo, rebotaba con facilidad sobre la cama, y estaba tan cerca del orillo de la cama que me caí y me di un golpe fuerte contra el suelo.

Menos mal puse mis manos sobre mi cara antes de caer, si no me hubiera roto la nariz.

*Narra Harry.

Me bajé rápidamente de la cama a ver qué había pasado con ella, sólo va vi como cayó de la cama y se fue al suelo. Cuando me acerque tenía su cara tapada con sus manos, me asuste, pensé que le había pasado algo grave a mi princesa, que había sido por mi culpa y que si le había pasado algo nunca me lo perdonaría.

La levanté rápidamente del suelo, quería ver como estaba, la tomé suavemente entre mis brazos y la puse sobre la cama, ella seguía tapandose la cara.

- Preciosa ¿Te encuentras bien? - pregunte muy nervioso.

Se quitó las manos de la cara y di un suspiro de alivio, ya que estaba intacta y eso me alegraba, aunque me sentía un poco mal por tirarla al suelo, yo sólo quería jugar y seguramente ella se habría hecho daño.

- Sí, tranqui, sólo me duele un poco la espalda - me dijo mirándome con sus hermosos ojos marrones, eran grandes y eso hacia que me atrapara con su mirada y que fuese mucho más fácil transmitirme sentimientos o mensajes con tan sólo mirarme.

-¿Quieres que vayamos al médico? - pregunte tratando de hacer algo para que se sintiera bien.

- No, me encuentro bien Harry, no pasa nada, ¿Qué quieres que le diga? "Doctor, me he caído de la cama" pos no - me sonrió, me encantaba verla sonreír, con tan sólo hacer eso me hacia sonreír a mi también.

Empece a acercarme lentamente a ella, hasta rozar sus labios con los míos y chocar, dándonos un tierno y dulce beso, uno que llevaba esperando desde hace mucho tiempo.

Era mi princesa, mi niña bonita, lo era todo para mi, pero... ¿De que manera decirle todo lo que sentía?, a lo mejor si buscaba ayuda en Niall el me podría ayudar, el siempre ha estado buscando su princesa, y pensé que como ahora yo había encontrado la mía Niall sería el indicado.

Me separe de ella ya que  necesitábamos respirar. Me iba a levantar y dejarla ahí pero me agarro del brazo y me tiró hacia ella, dándome un pequeño piquito.

- Ahora ya puedes irte - me dijo guiñando un ojo y sonriendo con un poco de vergüenza.

Salí del cuarto pero no sin antes dirigirle una última mirada, le saque la lengua causándole una pequeña risita.

-Arreglate, nos vamos a casa de Louis para la reunión, y podrás conocer mejor a los demás chicos - le dije ahora si saliendo de la habitación.

*Narras tu.

Harry me dejaba siempre con ganas de más, pero no penséis mal... Me dejaba con ganas de más besos, más caricias, más tiempo a solas con el, y lo que más me encantaba... Más juegos cariñosos.

Le hice casó, me dirigí a mi armario para buscar ropa que ponerme. Al final decidí ponerme un pantalón corto color azul marino, con una camisa blanca de manga larga que iba por dentro y una chaqueta gris azulada, pero era un tono claro, la chaqueta llegaba más o menos a la altura del pantalón corto. Por último unas botas cortas de poco tacón y de color negro.

No hacía mucho frío, y eso que ya estaba acabando octubre. Y llegaba una fecha especial... Mi cumple!

Faltaba tan sólo una semana para mi cumple, Harry no sabía que día cumplía años, no se lo había dicho, sólo sabía que cumplía años el otro mes pero nada más, a lo mejor no es tan importante decírselo, o a lo mejor si, no lo se, ya veré que pasa.

Estábamos a 25 de octubre y mi cumple era el primero de noviembre. Sí, un poco escalofriante por la cosa esa del día de los muertos y todo eso... Pero era mi día! Y me entusiasmaba el pensar que ya se acercaba.

Salí de mi cuarto y comencé a bajar las escaleras, como la última vez que baje las escaleras, Harry estaba en el final de ellas, mirándome con una cara de tonto... Me empezó a incomodar un poco, pero almenos sabía que le gustaba como me había vestido.

- ¿Tienes que mirarme así? - pregunte levantando una ceja.

- Si no fueras tan guapa no te miraría tanto - me dijo sacándome una sonrisa.

Termine de bajar las escaleras, salimos por la puerta (obviamente) , nos subimos al coche y nos dirigimos a casa de Louis.

Me inquietaba un poco la idea de saber que tipo de reunión era, pero me parecía mal preguntarle a Harry, así que mejor me quedaba callada.

En menos de 20 minutos llegamos a  casa de Louis.

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