Noche Helada

24 2 0
                                    

Cuando me desperté estaba la tele encendida, ya había terminado la película y no había rastro de Louis.

_____ se veía muy cómoda durmiendo, cogiendo mi pierna como almohada, se veía tan tierna.

Como sabía que Louis en su casa tenía una habitación para invitados, y que nos dijo a los chicos y a mi que podíamos usarla cuando quisiéramos tomé, a _____ cuidadosamente entre mis brazos para que no se despertará y la lleve a la habitación.

Parecía un bebe, se notaba que estaba cansada, a lo mejor debería darle un día libre, que haga lo que ella quiera y pues... Como no aguantare las ganas quizás yo pueda acompañarla.

Llegamos al cuarto y la acosté cuidadosamente en la cama, cuando la iba a soltar para irme a dormir al sillón, me agarro fuerte del cuello y me atrajo hacia ella dándome un fuerte abrazo susurrandome.

-No te vayas - no pude evitar decirle que no a ese angelito que tenía frente a mi, así que le hice caso y me quede con ella.

Saqué las sábanas del armario y la arropé a ella con una y a mi con otra. Yo no podía dormir, así que decidí quedarme un rato pensando... Se me ocurrió acariciarle la mejilla a _____ pero cuando se la toque estaba helada, mi niña se estaba congelando, que tipo de nov... Amigo soy si la dejo congelar.

Así que me quite mi sábana y se la puse por encima a ella, quedándome yo sin nada porque no habían más sábanas en ese cuarto. Hacia frío esa noche, me estaba comenzando a helar yo.

*Narras tu.

De repente me desperté y vi que tenía dos sábanas encima, hacia frío, me volví cuidadosamente a mirar a Harry y lo vi de espaldas, pero sin sábana. Me imagine que debería estar pasando mucho frío el pobre, así que me pegue mucho a el y le puse las sábanas por encima dándole un gran abrazo por la espalda, las sábanas eran pequeñas pero si me pegaba mucho a Harry quedaba exacta.

Al otro día... Cuando desperté lo primero que vi fueron unos hermosos ojos verdes mirándome fijamente, y una gran sonrisa que iba dirigida a mi.

- Buenos días preciosa - me dijo delicadamente Harry mientras no me quitaba los ojos de encima.

- Buenos días precioso - le respondí burlandome a lo que el respondió con una pequeña risita y moviendo la cabeza de izquierda a derecha.

- Qué tal has dormido? - seguía con su gran sonrisa.

- Muy bien y tu? - le respondí.

- Calentito - Ya sabía a que se refería y no penséis mal! Que os conozco vuestras cabecitas!

- Yo también - sabía que me estaba poniendo roja así que me tape rápidamente con la sábana.

- Ey déjame ver tu linda carita roja - me dijo quitándome rápidamente la sábana.

- ¿Qué vas a hacer hoy? - me preguntó después de esto.

- Emm pues, primero iré a mi apartamento, me arreglare y empezare a buscar un instituto para estudiar - respondí su pregunta.

- ¿Y nada más? - Yo creo que no, ademas esto me costara todo el día....

Ya estaría empezando las clases en los primeros días de noviembre.

- Sí , es verdad, bueno... Esque había pensado en salir un rato, no sé .... A dónde tu quieras ir.

- Oh... Harry lo siento - puse carita triste - Será otro día, no puedo dejar esto para más tarde, ya se va a acabar octubre y empezarán las clases.

- Vale preciosa no pasa nada - Me sonrió.

Unas 3 horas después...

- Adiós Harry - le decía yo mientras estaba recostada en la puerta de mi apartamento ( bueno... Era arrendado) .

- Adiós linda, nos vemos mañana, suerte, me lo cuentas todo ¿Vale? - me dijo dándome un beso en la mejilla.

- Claro, no te preocupes - le dije devolviéndole el beso. Vi como Harry se iba, cuando ya no podía seguir con mis ojos su coche cerré la puerta y me dirigí al ordenador para buscar un instituto donde estudiar.

Después de 1 hora y media de estar buscando institutos encontré uno que me llamo mucho la atención, su nombre era Whitefield school, seguro que cuando Karen venga se vendrá al mismo instituto que yo.

Dos días después de mi cumple, o sea, el 3 de noviembre, debía que ir al instituto a presentar mis documentos y matricularme.

Algo me parecía muy raro... Que mi madre no me hubiera llamado desde el día en que llegue a Londres...
Esto puede ocurrir porque... Mi madre esta empezando a admitir que ya no soy una niña pequeña o... un mapache con cara de cerdo entro en casa dejando un olor horrible intoxicando la casa y a mitad del barrio... Sí, seguro debe ser el mapacerdo.

Tenía que salir hacer la llamada al teléfono de casa, porque mi madre no tenía móvil, pero no había visto ningún sitio cerca en el que se pudieran hacer llamadas telefónicas, así que lo deje para mañana.

Ya era tarde, no cene mucho solo me comí una manzana pero no tenía ganas de comer.

Mi día había sido aburrido sin Harry ¿Qué estaría haciendo ahora si estuviera con el? Seguramente estaría riéndome como una nutria con pulmonía.

Ahora tan sólo quería dormir y descansar, el día había pasado muy rápido y eso que no había hecho gran cosa.

Así que me puse mi pijama y me fui a la cama.

EncuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora