La suave puesta del sol, la gente caminando por las calles entrando a comercios, la copa de los árboles meciéndose por una ligera ventisca indicaba que era un día igual a los otros, sin nada en especial.
Por suerte, hoy había logrado salir antes de la agencia, por lo que llegaría un poco más temprano a su casa. Ansiaba ver a su hijo y jugar con él. Sentía que el tiempo pasaba volando y no quería perderse la infancia de su único hijo.
Últimamente había estado bastante ocupado, eso debía a que hace poco la Agencia Armada de Detectives se había enfrentado con una organización de contrabandistas bastante poderosa pero, afortunadamente, habían logrado derrotarlos.
Con la amenaza destruida, sólo necesitaban hacer la parte más complicada: encargarse del papeleo. Por eso, había estado completando archivo tras archivo. Pero todo aquello terminó hoy, dejando a todos los miembros de la agencia descansar un poco, permitiéndoles volver temprano a todos a sus casas.
Cuando llegó a su hogar, estacionó el auto como habitualmente lo hacía, y descendió de este. Camino hasta la puerta de entrada, deteniéndose un momento delante de esta, imaginando las caras de sorpresa de Akutagawa y de su hijo cuando lo vieran entrar. O quizás sería un poco más cauteloso y atacaría desprevenido al azabache, sacándole un hermoso sonrojo. Esta última le pareció una buena idea, por lo que entró sin hacer demasiado ruido.
Al ingresar no había nadie en la primera sala que era el living. Sonrió, pensando que su plan estaba yendo de maravilla. Seguramente su hijo estaba en su habitación, jugando con sus juguetes. Quizás, si se escabullía en la cocina, podría encontrar a Akutagawa y sorprenderlo. Así que, con cautela, se dirigió a la cocina, deprimiendose al no encontrar al azabache en esta. Instantáneamente, concluyó que su esposo y su hijo estaban en el primer piso.
Mientras se dirigía hacia las escaleras, vio que las sillas de la mesa estaban desordenadas, seguramente, el infante las habría movido de sus lugar cuando estaba jugando. Algo típico en los hogares donde habitan niños.
Al subir al primer piso, mientras recorría el pasillo que conectaba las habitaciones, su sexto sentido le indico que algo andaba mal, aquello fue más obvio cuando divisó un jarrón destrozado en el suelo, el cual había mojado el piso por el agua que contenía el recipiente anteriormente.
Tragó saliva rápidamente, formándose un nudo en la garganta. Seguramente, el azabache no había tenido tiempo de limpiar el jarrón por cuidar a su hijo, trató de engañarse ingenuamente.
Aquella sensación de inquietud y temor se apoderó de su cuerpo cuando algunas gotas de sangre en el pasillo formaron un camino hacia una habitación. Tal vez el azabache se había hecho una pequeña herida mientras intentaba limpiar el jarrón roto, ¿no?
En algún momento comenzó a caminar a paso acelerado hacia su habitación, al mismo tiempo, sentía un leve cosquilleo proveniente de su estómago. Algo le decía que debía correr y no detenerse hasta ver a Akutagawa y a su hijo a salvo.
Cuando finalmente logró llegar a la puerta de la habitación que compartía con su esposo, la abrió con violencia, las ansias estaban devorando su cordura.
Su sangre se heló al ver a Akutagawa desparramado en el suelo, mientras un pequeño charco de sangre proveniente de éste pintaba el frío suelo con sus rojizas tonalidades.
Con cuidado, levantó el cuerpo del delgado joven para poder ver su rostro. Se alivió un poco al ver que el azabache aún respiraba.
Apenas posó su mano sobre el rostro pálido de su esposo, éste despertó de golpe, tosiendo fuertemente.
— ¡ATSUSHI! ¿DÓNDE ESTÁ? ¡DIME QUE LO SALVASTE Y QUE MATASTE A ESOS BASTARDOS! — Gritaba desesperadamente el azabache, tirando de su camisa, manchando ésta al estar sus manos ensangrentadas. Lo miraba con desesperación, mientras las lágrimas caían sin parar.
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Our Little Secret [AtsuAku/Mpreg]
Hayran KurguAtsushi y Ryūnosuke tienen un pequeño secreto que deben proteger, su pequeño hijo Yuki. ¿Podrán hacerlo? El amor de los padres no tiene límites. Y ellos lucharán hasta la muerte por proteger a su pequeño. -------------------- ...