El resonar de las máquinas constante invadió sus oídos. Lo primero que intenta hacer es incorporarse, pero el dolor lo obliga a acostarse nuevamente. ¿Por qué se sentía tan pesado y adolorido?
Abre los ojos levemente, encontrándose con el rostro de su esposo, quien lo miraba angustiado. ¿Por qué lo miraba de esa forma? ¿Había ocurrido algo malo?
Atsushi pronuncia el nombre de su hijo, y como si este fuera la clave mágica que ocultaba sus memorias, lo sucedido el día anterior llega a su mente saliendo del shock emocional en el que estaba.
No, ellos no tendrían que estar ahí. Deberían estar buscando a Yuki. Eso era lo más importante en este momento.
Como si el hombre tigre leyera los pensamientos de su pareja, se apresura en detenerlo, porque seguramente intentaría desconectarse de las máquinas que lo ayudaban a recuperarse.
— ¿Qué haces, Atsushi? —Cuestiona el ojigris, al ver que el peliplata no estaba cooperando con lo que se propone.— ¡Suéltame! —Exige, haciendo fuerza para que el otro lo soltara, pero viendo que seguía sin deshacer el agarre, procede a seguir hablando— ¿Por qué haces esto? ¿No ves que mientras estamos acá Yuki está con esos bastardos? Tenemos que ir por él...— El peliplata guarda silencio, hablar con Akutagawa no era una opción, éste simplemente comenzaría a gritar. Con el tiempo había aprendido que lo mejor era quedarse callado.— Él nos necesita, nosotros somos sus padres... Y no pudimos protegerlo —Musita, mientras mira sus delgadas manos, las cuales estaban conectadas a algunos cables. En algún momento, había cedido al forcejeo, comenzando a llorar como un niño.
El peliplata se acerca hasta él, para poder envolverlo en un suave abrazo. Ahora que el azabache por fin se había calmado podía hablar y comentarle todo lo que estaba pasando mientras él estaba inconsciente.
— Ryuunosuke, sabes que yo sería el primero en ir corriendo a buscar a nuestro hijo, pero las cosas no son tan fáciles. Necesitamos la ayuda de la Agencia para localizar a los que se llevaron a Yuki — Explicó el peligris, mientras el azabache lo miraba serio— No podemos actuar tan descuidadamente o podrían hacerle algo. Sé que lo entiendes perfectamente, por eso no necesito darte más razones —Atsushi había unido las manos de ambos.— En estos momentos están discutiendo si nos ayudarán o no. Pero yo estoy seguro de que lo harán — Dice con confianza, después de todo, eran sus amigos.
Akutagawa suelta el agarre de sus manos y posa su mirada sobre la ventana de la habitación, haciendo que el hombre tigre lo mire preocupado. Él era consciente de todo lo que había dicho su pareja, pero aún así algo lo inquietaba.
— Ryuu, nosotros debemos estar presentes en la discusión. Vamos — Informa, mientras lo ayuda a desconectarse de un par de máquinas, dejando sólo aquellas que eran primordiales y portátiles.
El peligris ayuda a Akutagawa a sentarse en una silla de ruedas y lo transporta hasta la sala de reuniones de la agencia. Al abrir la puerta de dicho lugar, se percata de la presencia de todos sus compañeros de trabajo. Se acomoda en una de las sillas y posiciona la silla donde estaba su pareja a su derecha.
En una de las extremidades de la mesa, estaba su jefe. El sujeto de cabellera blanca responde a su saludo y, posteriormente, se pone de pie, frente la atenta mirada de los demás.
— Ya he sido informado de todo lo que pasó y he tomado una decisión — Comunica el mayor.
Todos lo observan expectantes. Si bien habían discutido y dado su opinión cada uno, la decisión final dependía del jefe.
— La Agencia Armada de Detectives no podrá ayudarlos — Sentenció el hombre de cabellera blanca. La expresión de algunos fue de tristeza, la de otros de impotencia. Sin embargo, su jefe siguió hablando — Eso es lo que le diremos al gobierno — El asombro fue mutuo en todos los presentes, el señor continuó con su explicación, mirando a Atsushi y a Ryuunosuke. — Como sabrán, si aceptamos legalmente este caso, estaremos obligados a arrestar a Akutagawa por los crímenes cometidos en el pasado. Por eso, será una misión de la cual no quedará ningún registro. Esto lo hacemos más que nada por Yuki, es nuestro deber como agencia velar por la seguridad de las personas inocentes. Así que, ¡encuentren a Yuki! — Ordena, mientras se retira del lugar.
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Our Little Secret [AtsuAku/Mpreg]
FanfictionAtsushi y Ryūnosuke tienen un pequeño secreto que deben proteger, su pequeño hijo Yuki. ¿Podrán hacerlo? El amor de los padres no tiene límites. Y ellos lucharán hasta la muerte por proteger a su pequeño. -------------------- ...