P.A.L (Peace and love)

Capítulo 12: Alex

Han sucedido varios ataques en P.A.L por M-crown, en estas cuatro semanas que llevamos de curso, varios integrantes han sido agredidos tanto en el local como en el instituto. Debemos hacer algo, intentamos cerrar P.A.L pero la gente se niega y hay bastantes movidas con este tema. Sé que esto podría llegar a temas más serios y que se meta la policía de por medio.

-Alex, ¿ocurre algo?- preguntó C preocupado a la vez que me servía un tazón de ramen.- te noto rara.
-Es lo de siempre Chay, P.A.L es lo que ocurre.
-No me mires así ni te emociones, ya te dije que no voy a meterme ni hacerme responsable de estos temas.- se sentó en el sofá para acompañarme.
-Tranquilo, lo sé.- comenzó a sonar mi móvil.- qué extraño, ¿Quién podría ser ahora?- miré a la pantalla: Mérida.
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-Alex, ha ocurrido algo horrible Meikel está en el hospital. Un grupo de M-Crown nos ha atacado por la calle y-...
-Ya voy para allá.- colgué el teléfono y corriendo me puse los zapatos.
-¿Qué cojones pasa ahora?- soltó C al ver mi reacción.
- Estos cabrones de nuevo, ven si quieres, necesito irme ya.- cogió las llaves y salió de casa.

A toda prisa cogimos el primer autobús que pasó y nos subimos, la gente no paraba de mirarnos ya que ambos íbamos medio en pijama y C estaba comiendo un bol de ramen. No podía parar de pensar en cuán grave sería. Esto ya es serio, si quieren guerra la tendrán.

Nos bajamos en nuestra parada y corrí a la recepción preguntando por mi amigo, una vez nos dijo la habitación procedimos a entrar. C como un buen compañero se sentó en uno de los sillones de la habitación, se puso la capucha de su sudadera e intentó dormirse sosteniendo el bol mientras que yo me acerqué a él y a consolar a Mérida.

-Dime lo que ha pasado por favor.
-Fué todo muy rápido, estábamos cerrando el local cuando de repente nos atacaron por detrás. Yo pude huir, pero a Meikel le retuvieron y golpearon repetidas veces.-comenzó a llorar.- llamé a la policía pero llegaron demasiado tarde. Ahora está inconsciente y con heridas leves.

-¿Y para eso la llamas?- Soltó C con solo uno de sus ojos abierto.
-C por dios...- Le miré con el ceño fruncido y suspiré después mirando a Meikel.- Yo... Lo siento mucho... De verdad que ya no sé que hacer...Era el único lugar en el que podíamos pasarlo bien todos, pero desde que ellos llegaron... yo... Esto no funciona.- Pronuncié al borde de las lágrimas.- Hay muchas personas que están sufriendo por esto y entiendo que tanto tu como mucha gente queráis cerrarlo, más personas podrían acabar como él...
- Me irrita que seas tan bipolar. Alex estoy hasta las pelotas, tengo hambre y sueño. Quiero ramen.-

Miré a C con ojos de asesina, cogí mi mochila y le tiré unas cuantas monedas.

-Coge el dinero y vete a por puta comida.- ordené.

Se levantó del sofá, salió de la habitación dando un portazo con furia. Cinco segundos después volvió a entrar, cogió las monedas, me miró mal y volvió a salir. Suspiré.

-Alex sabes que es lo correcto, no puedes dejar que esto continúe así. Ni siquiera sé porque nos hacen esto...- Dijo ya estallando en llanto.
-La mayoría de gente que va a P.A.L no lo sabe, esto ocurrió hace un par de años. Yo todavía no era la encargada pero recuerdo que unos tíos chungos se unieron a la fiesta, estuvieron varios días de buenas por lo que les dejamos estar pero ahí había gato encerrado. A las semanas empezaron a traficar con drogas en las fiestas y cuando los pillamos los echamos. Desde entonces nos la tienen jurada. Formaron otra comunidad parecida a P.A.L, con la diferencia de que prefieren pegar a gente que pasarlo bien sin molestar a nadie.- me senté en uno de los sofás.- A la antigua encargada se la devolvieron pegandola y abusando de ella, después de eso obviamente nadie quería hacerse cargo de P.A.L ya que solo pegaban a los encargados y demás. Yo me ofrecí voluntaria, después de un año más o menos, volvieron pero esta vez pegaban a todo el mundo sin preferencias hasta el dia de hoy.

-Oye...Siento decirte esto pero Meikel y yo nos vamos de P.A.L definitivamente.

Me levanté, "espero que os vaya bien" susurré antes de marcharme. Hipócritas... Pensé al salir de la habitación. Se me vino a la mente la idea de hacer una última fiesta en P.A.L antes de de cerrarlo, así que me dirigí allí para hacer unos cuantos cartelitos y repartirlos por el instituto más adelante.

Me desperté sobresaltada, el sonido del teléfono interrumpió mi sueño. Me coloqué las gafas y despegué uno de los carteles que hice la noche anterior de mi cara antes de coger la llamada.

-¿Si?- dije con tono de dormida
-Hum buenas señorita, sentimos molestarla a estas horas pero tenemos un chico en comisaría que dice conocerla se llama Charles Miller, por si podría pasarse a recogerle, es la comisaría de la calle Wolf justo pegado al centro comercial. Gracias por su tiempo.- Soltó una voz masculina, sin más colgó.

Este tio es tonto. Me incorporé, y me fuí a por la puta pelimorada, obviamente en pijama. Entré en la comisaría como si nada, me identifiqué y al fin sacaron a C por suerte hizo un delito menor y solo tenía que estar una noche en el calabozo. Me empecé a descojonar de la risa porque vino con dos servilletas metidas en la nariz y la camiseta manchada.

-A saber que has hecho pringao.- pronuncié con dificultad ya que no podía parar de reir.
-¿Seguro que quieres probarlo?- preguntó en tono vacilón.- Un puto chino no quería venderme una bolsita de risketos porque decía que ya cerraban arg.- me pasó su brazo por encima de mi hombro.- Encima el chaval me dio con un bate en el abdomen.
-Venga pupas vámonos a casa que peor no puede seguir el dia.

Emprendimos nuestro camino a casa, se formó un silencio, notaba a C que tenía la intención de decir algo pero no se decidía. A la mitad del camino por fin se decidió, mirándome.

-Hey Alex ¿Te has decidido ya?-
-La verdad es que no, es difícil decidir. Joder C...¿Por qué es tan complicado que algo salga bien?
-P.A.L nunca volverá a estar bien, lo mejor en esta situación es cerrarlo. Pero eso ya es si tu lo quieres. - Me miró mientras seguíamos por nuestra travesía entre las calles, con las manos en los bolsillos.
-Tienes razón, podríamos hacer la despedida del local con una gran fiesta.- Me quede pensando un rato.- Tenemos que hacer carteles con toda la información y colgarlos por el instituto. No quiero que esto termine de mala manera, deseo que todos sean felices.