Kacchan me adora y yo... ¿Le aborrezco?

Capítulo 1.-El poema.

Capítulo 1.- El poema.

Esta historia comenzó con una mirada.

Todoroki Shoto siempre fue un chico solitario y callado, encontraba placentero el tener tiempo para uno mismo y entre sus múltiples actividades, además de ir a la escuela y practicar el violín, por requerimiento de su madre cabe mencionar, no tenía muchos amigos para salir a divertirse. Sin embargo, se llevaba bien con todos en su salón de clases y aunque él no lo sabía, era bastante popular entre las chicas. No era como si aún sabiéndolo le pudiese dar importancia al hecho. Si pudiéramos definir exactamente en una palabra al joven Todoroki sería "asocial", pero en realidad simplemente le gustaba que las cosas tuvieran un ritmo propio.

Por esa razón, para él no fue importante en absoluto el encuentro que tuvo con Deku el primer día de clases en su nueva preparatoria, la prestigiosa UA.

En realidad no fue un encuentro como tal, Todoroki caminaba directo hacia la entrada cuando escuchó el escándalo y por acto reflejo, contempló a los responsables. Un joven rubio con mala cara había lanzado al suelo a otro joven de cabellos rizados de color verde. La expresión del chico en el suelo era de incomprensión, pero también de cierta tristeza y un poco de molestia. El rubio explosivo, apodado así por su afán de gritar a cada momento, se alejó entre malas palabras, señales obscenas y la indignación del joven molestado en cuestión.

Se acercó a ofrecer su ayuda, el jovencito se presentó como Midoriya Izuku y después de exageradas reverencias, buenos deseos en su primer día y una brillante sonrisa, Todoroki se alejó y continuó con su vida. Como bien se mencionó, para él, no fue nada del otro mundo.

Pero para Midoriya, ese encuentro significó demasiado. Todoroki fue la primera persona en defenderle de Kacchan, aunque en realidad el joven no hubiese hecho nada, pero su juicio probablemente se había nublado por la emoción. Ese fue el principio de todo, pues a partir de ahí, Izuku le profesó una devoción impresionante a Todoroki, sentimiento que, poco a poco, según el chiquillo, evolucionaba en algo más. Tenían 15 años, no era como si profundizaran realmente en sus emociones, "Deku", como lo llamaban todos en el colegio, simplemente se lo tomó muy en serio y, pasados ciertos meses, convivencia, amigos y demás, afirmó con convicción, que se sentía atraído hacia el callado Todoroki.

Fue un accidente, era la hora del almuerzo, Deku comía en el salón de clases con Uraraka e Iida, sus mejores amigos, cuando de la nada, la chica preguntó si alguno tenía un gusto por alguien. El delegado de la clase enrojeció de sobremanera y mientras hacía ademanes, negó con fervor, pero Deku, siendo tan honesto y transparente, no pudo mentir.

     —En realidad... sí... me gusta Todoroki-san.

Pudo ser una afirmación sumamente tierna, el chico estaba ligeramente sonrojado, dándole un toque a sus pecas, tenía la mirada abajo y jugueteaba con sus dedos. Incluso Iida se sintió conmovido, pero entonces, sucedió que sus palabras tuvieron más de un testigo.

Yaoyorozu Momo entraba al salón junto a sus amigos, los cuales tonteaban de cualquier cosa respecto a los exámenes o las tareas. De igual modo, Bakugou Katsuki y Kirishima Eiri también estaban almorzando en el salón, por lo que, en teoría eran testigos. Las palabras de Deku se perdieron en el bullicio, pero Yaoyorozu y Bakugou las escucharon perfectamente. La primera se sorprendió un poco, pero decidió no decir nada, no le gustaba entrometerse en asuntos que no le correspondían. El segundo, sin embargo, frunció el ceño todavía más de lo usual mientras chasqueaba la lengua y le dirigía a Midoriya una muy mal intencionada mirada de desprecio.

Mirada de desprecio que en realidad, guardaba otras cosas, cosas que Uraraka Ochaco percibió muy bien.

Y ahí se fue todo a la mierda.