Capítulo 2.- Las cartas
Bajó del auto con una sonrisa para el chofer de sus padres mientras acomodaba su mochila en el hombro. Una vez que el hombre se alejó, ella dio un gran suspiro y comenzó a caminar a la entrada de su escuela. No había dormido muy bien, principalmente porque después de pensar en muchas ideas para el proyecto, ninguna le había parecido tan buena. En ocasiones tenía esos bajones de autoestima sin notarlo, ella era muy lista según sus profesores, pero la vida requiere mucho más que inteligencia y definitivamente no estaba preparada para afrontar tales dilemas.
Sintió que alguien se colocó a su lado para caminar y cuando levantó la mirada para ver de quien se trataba, su presión sanguínea se fue al infinito. Todoroki le miraba fijamente como la tarde anterior, seguía sin entender qué buscaba con ello, pero le hacía sentir... extraña.
—Buenos días Todoroki-kun—saludó con cordialidad sin dejar de sentir el corazón a mil.
Él asintió antes de responder a su saludo sin dejar de mirarla de esa forma.
—Buenos días Yaoyorozu.
Se quedaron en silencio mientras continuaban su caminata. Era agradable caminar con él, no lo negaba, pero quizá habría sido mejor en otras circunstancias. ¿Quería preguntarle algo en específico? ¿Por qué no lo hacía? ¿Por qué mirarla sin parar logrando que se cuestionara tantas cosas? Ella no era así, ella siempre se había considerado una persona sensata y directa, actuar como una chiquilla avergonzada porque un chico no le quitaba el ojo de encima, no iba con su forma de ser, pero no lo podía evitar, algo estaba pasando dentro de sí misma, algo que la estaba cambiando. ¿Sería para bien?
—Supongo que... quieres discutir las opciones para nuestro proyecto.
—Eso estaría bien—respondió Todoroki, cambiando la intensidad de su mirada por un momento—. Pensé en una representación, a veces toco el violín, quizá podríamos combinarlo con algo más.
La idea vino a su mente en cuanto él dijo que tocaba el violín. Podían hacer perfectamente una animación con música, ella sabía dibujar y aunque no se consideraba buena, por lo menos podían intentarlo, además, imaginar por un momento a Todoroki tocando el violín fue una imagen lo suficientemente tentadora como para ignorarla. Olvidó por un momento su sonrojo, la timidez y los confusos sentimientos en su interior y le explicó su idea, esperando que no la odiara.
—¿Cómo ves? ¿Es mala idea?
—Para nada, creo que es muy buena, podemos hacer algo lindo con ello.
—Excelente, entonces debemos comenzar—ella sonrió entusiasmada con la idea y él le dirigió un nuevo tipo de mirada.
Ya no era inquisitiva, no era curiosidad ni asombro o simplemente monotonía. Al verla sonreír, Todoroki Shoto comprendió el motivo por el que siempre miraba a Yaoyorozu en el salón de clases y el por qué quería saber con tanto desenfreno quién era de su agrado el día anterior.
—Yaoyorozu... creo que me gustas.
Él siempre lo había pensado, las cosas se dicen de forma directa. ¿O no?
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El ceño fruncido y el adorable puchero, aunado a las pecas, le daban a su rostro un toque demasiado infantil, aún si su intención era lucir amenazante. Pero vamos, hablamos de Midoriya Izuku, no había forma en la que él luciera aterrador. Tenía los brazos cruzados y no había tocado para nada su almuerzo, en esta ocasión estaba en la cafetería debido a que el salón tenía una junta de consejo de profesores.
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Kacchan me adora y yo... ¿Le aborrezco?
FanfictionA Todoroki le gusta Momo. A Momo le gusta Todoroki. A Kacchan le gusta Deku. A Deku le gusta Todoroki... o eso cree... Iida es simplemente un desafortunado espectador. Y Uraraka... bueno... Uraraka sólo quiere ver el mundo arder. "Amarás a quien no...