CAPÍTULO VI: THIS IS THE ONE - Parte I

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- ¿No piensas contarme ni a mí que soy tu hermana?

Kika observaba a Daisy con curiosidad absoluta, alzando una ceja, cruzando los brazos, mirada fija.

- ¿Qué es lo que no te he contado? - le respondió Daisy.
- Lo que te tiene así, ¡por favor! Si parece que estás triste y no creo que una simple lluviecita te haya puesto de este ánimo, la verdad.
- No estoy triste, Kika.
- Estás lán-gui-da -dijo Kika haciendo pausas entre cada sílaba. - Es muy obvio.
- He visitado un cementerio. Es lo normal.
- ¡Un cementerio turístico! No es por una falta de respeto por los cementerios, pero fuiste a ver monumentos en el cementerio. O dime de una vez, ¿qué viste en ese cementerio? ¿Qué recuerdos te trajo?
- Nada muy en especial. Solo el aura de solemnidad.

Kika salió de esa zona de la amplia suite y dejó a Daisy sentada al lado de la ventana. Miraba hacia el cielo agrisado de la Ciudad Luz. Recogió sus piernas sobre el mueble en el que estaba sentadas, apoyó sus rodillas sobre su pecho y las rodeó con sus brazos. Súbitamente, Kika reapareció de pie parada al centro del marco que dividía una sección de la suite de otra.

- Mira, Daisy, yo fui una vez a ese cementerio, vi la tumba de Jim Morrison y no sentí eso, pero si tú lo sentiste, lo entiendo. Aún así, algo de información falta. No soy tu psicóloga, pero te conozco lo suficiente para notar que algo no va tan bien como tú me lo cuentas. Quizás solo necesitas tiempo para pensar. Ya me contarás...

Ya estaba cayendo la noche, previa a tomar la cena juntas. Daisy alzaba la cabeza, giraba sus ojos hacia la cama en la que tenía puesta una prenda que pensaba usar. Juntaba sus manos y entrelazaba los dedos, y luego los soltaba.

- ¡¿Algo le pasó a Adam?! - lanzó Kika asomando de nuevo, con un peine en mano pasando por su cabellera.
- ¿Perdón?
- Claro, algo le pasó a Adam. Y a ti te preocupa. Es eso...
- ...
- OK, dejaré de preguntar, pero si es así, comprendo tu estado por lo mucho que tu amigo te hace pensar...

Daisy ya miraba solo en dirección a Kika mientras ella volvía a desaparecer.

A los dos minutos, Kika reaparecía.

- ¿Sabes qué le aconsejaron a una amiga para cuando sienta ansiedad? Si sientes ansiedad sobre un tema del que se te hace difícil hablar con los demás, solo haz esto: toma tu móvil, usa el grabador de voz y graba. Graba como si se lo fueses a contar a alguien de confianza, a una persona involucrada con tu problema, o a ti misma, o a nadie en especial, a quien prefieras, pero así, habla. Tal cual, como si se lo fueras a mandar luego a una de estas personas. Pero no se lo mandas. O tal vez sí, eso de ti dependerá. Pero habla. Te va a ayudar... Yo ahora voy a estar ocupada conversando con una amiga por videollamada, pero voy a estar libre antes de la hora para la cena.

Kika le dio un abrazo rápido a su hermana mientras, una vez más, se iba. Pasaron segundos apenas para que se le escuchara conversar vía telefónica.

Daisy tomó entonces su teléfono. Lo miró, lo desbloqueó, buscó el grabador de voz y, un poco entre dudas, empezó a hablar.

- Hola... Ehm... No soy una persona demasiado extrovertida ni demasiado tímida. Me gusta ser feliz y mostrarme feliz pero también hay mucho más detrás. Creo que eso le pasa a cualquiera. A veces, siento culpa. O bueno, responsabilidad. Somos responsables de lo que sentimos, de nuestros actos, de nuestras vidas, y de cuánto impactamos a los demás. Sobre todo de eso, creo. Porque lo que suceda con nosotros, podemos intentar controlarlo de alguna manera. Lo que sientan los demás, nada. Se nos escapa. Y así sucede también con cada paso que damos o dejamos de dar. El mundo está lleno de problemas, y de personas, y cada persona es un mundo... Esto es algo de no acabar. Soy agradecida por las personas que forman parte de mi vida. Me siento feliz por los lazos que he creado y quiero mantenerlos cuanto pueda. Pero... Una vez, leyendo sobre Platón, hablaba del amor como idea, ese "amor platónico" era una forma en la que existía un vínculo con otra persona que es como tu "complemento". De ahí sale la historia del alma gemela...

Daisy miró un momento en dirección a la ventana nuevamente.

- Y por eso... reaccioné como lo hice.

Ahora ella miraba hacia abajo, entrecerrando las cejas.

- A veces creo que hemos entendido un poco mal esa historia del alma gemela. Asumimos que nuestra alma gemela debe ser nuestra pareja, que debemos casarnos con esa persona, pero a veces... a veces, es saber entender y ver a esa persona en un lugar que la hace plena y feliz. Hay algunos lazos que remecen demasiado el equilibrio que hasta el momento todo tenía, pero tienen sentido. Creo que tiene que ver con esto...

Ahora ella alzó la cabeza nuevamente. Esbozaba una sonrisa un tanto melancólica.

- ¡Je!... Estoy obligada a hablar del equilibrio con o sin el guion de una película, ¿verdad?

Daisy pausó su grabación de voz. Hizo una búsqueda en el móvil, y presionó un botón de play sobre una canción: "Anthem", de Leonard Cohen.

There is a crack, a crack in everything
That's how the light gets in.

La armonía del silencio. Cuando los sentimientos son inexpresables.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora