Capítulo 5

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Vanessa

Habían pasado un par de días sin recibir nada, la policía trabajaba con lo que tenía, mis padres se preocupaban más por mi hermanita y por mí, Lou me acompañaba, sin excepción, a casa, y Mía, bueno, ella seguía siendo ella. Me gustaba que Mía no se asustara tanto, era la única que me trataba como si nada, no le importaba el tema de la foto, es más, había hecho imprimir una nueva.

Era viernes a la salida de clases, hoy nos habían invitado a una pequeña fiesta con piscina que se realizaría el día siguiente por la tarde, no sé si me dejarán ir, pero vale la pena intentarlo.

Esperé a que Louis terminara de guardar sus cosas para empezar a caminar, alguien que no era mi amigo se acopló a mis pasos. Ladeé la cabeza y mi mirada chocó con la del chico nuevo. Detuve mis pasos y me lo quedé mirando hasta que él inició una conversación.

-Hola, me llamo Samuel –sonrió.

Tenía una voz muy varonil, media áspera, linda. Distinguí su perfume, amo el olor de los chicos perfumados. Sus rasgos eran muy atractivos, por dios, todo él era muy atractivo, su mirada su sonrisa...

De repente me di cuenta que me había quedado callada, así que le devolví la sonrisa y le respondí con mi nombre.

-¿Qué me cuentas, Vanessa?

La manera en la que pronunció mi nombre fue genial.

-Yo te puedo contar que no tiene novio.

¿Qué mierda? Giré la cabeza para encontrarme al idiota de mi amigo sonriendo y moviendo las cejas. Este chico es un jodido ninja, aparece de la nada, me exaspera. No pude decirle nada por dos motivos: 1-ESTABA MÁS ROJA QUE UN TOMATE y 2- se estaban riendo, Samuel y Louis se estaban riendo. No sé si se reían de mí, si se reían del estúpido Lou y su baile de cejas, o del comentario. Ahora estaba enojada. Aceleré y paso, escuché que ellos dejaron las risas de lado para alcanzarme.

Louis llegó primero.

-Lo lamento Van, quería darte una manito.

No dije nada, solo le sonreí, así como te sonríe tu madre cuando dice "lo hablamos en casa", y él entendió todo, era bicho aplastado, tragó fuerte y se quedó unos pasos detrás de mí. Uno, dos, tres... ya tenía a Sam a mi lado. Que predecible.

-¿Estás enojada?

Estaba haciendo un berrinche. Pero no se lo dije. Me agarró suavemente del brazo y me detuvo.

-Por favor, no te enojes.

Lo miré, tenía una expresión seria, pero relajada. Es muy tierno. Ya me desenojé.

-Está bien, no es nada –le sonreí.

-Supongo que lo que dijo tu amigo no me lo querías decir.

Me agarró desprevenida.

-No es eso, bueno si, no, es decir, en parte...

Se rió un poco.

-Entonces –se rascó la nuca y sonrió -¿No tienes novio?

Negué con la cabeza.

-No, pero mis amigos se empeñan en conseguirme uno.

-¿Lo están logrando?

Reí.

-No.

-¿Te gustaría salir conmigo?

Íbamos pasando por la puerta de la escuela.

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⏰ Última actualización: Jul 05, 2018 ⏰

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