Capitán avaricia

No Le Diré A Nadie

—Elaine despierta —escuchó la voz de mi hermano hablándome, significa que...

Hoy toca trabajar

Me levanto antes de que se enojé y me dirijo al baño para bañarme. Al llegar comienzo a quitarme mi ropa, abró la llave del agua caliente y me meto a bañar.

—Elaine no deberías seguir hiendo a ese bar a trabajar, sabes que con lo que ganó es suficiente para mantenernos —dice mi hermano seriamente.

Negó varias veces —Sabes que eso no es lo mío.

Suspira —solo no quiero que te hagan algo, trabajas en un bar donde hay muchos locos y borrachos.

—Ya te he dicho que hay guardias que protegen a todos los empleados.

—Puede que tengas razón, pero no quiero que te lastimen.

Suelto una pequeña risa, eso algo que admiro de King, siempre intenta protegerme —No lo harán hermano. Lo prometo.

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Salgo del vestidor con mi uniforme de trabajo, la verdad me siento cada día más incómoda con el uniforme porque cada semana lo cambian y dejaba ver mucho mi cuerpo y el de las demás empleadas.

—¡Elaine apresurate, tienes que atender a los clientes! —grita mi jefe enojado como siempre.

Tomo mi pequeño cuaderno donde apunto lo que piden los clientes y me dirijo a tomar la orden de los clientes.

—Buenas tardes señor, ¿Qué va a pedir? —preguntó amablemente.

El señor me mira de pies a cabeza y me sonríe —A ti muñeca —jala mi brazo, me apega a él y yo solo le doy una cachetada, sus amigos ríen como locos.

Él señor suelta una carcajada —Era broma muñeca.

Lo miró seriamente y no hago más que alejarme de ahí, siento que va hacer un día muy agotador como siempre.

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—¡Hey King! —grita el capitán, yo solo me acercó para recibir la orden.

—¿Pasa algo capitán? —preguntó seriamente.

—Bartra me pidió que fuera a investigar sobre unos ciertos rumores.

Miró al capitán sorprendido. ¿A qué clase de rumores se refería? —¿Rumores?

—Dicen que Ban sigue vivo y se dedica a saquear los botines de otros barcos. Sé que eso no es verdad, conozco a Ban desde hace años y el no es capaz de hacer eso, es por eso que quiero atrapar a los criminales, pero necesito tu ayuda y la de los demás.

—¿Quiere decir que quiere reunir a los siete pecados capitales de nuevo?

—Sí, pero mantenlo en secreto, no podemos arriesgarnos a que alguien más se enteré, ni siquiera tu hermana.

Asiento —No le diré a nadie.

El capitán se acerca a mí —Te diré lo que tienes que hacer.

Miró al capitán atentamente y espero sus indicaciones.

Abró mis ojos sorprendido, no esperaba ese plan.

—Pero, capitán...

Me interrumpe —Tranquilo King, no le pasará nada, lo prometo.