El Amuleto

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—¡No puedo creer que esto haya pasado! —gritó mientras empujó a Meliodas.

Meliodas me mira seriamente —¿No entiendo por qué te hice caso?, No confiaré en ti jamás, te acepte en mi familia y esta es la consecuencia de ese error.

Meliodas me sonríe —Tranquilo King, prometo que traeré a Elaine de vuelta.

—Lo creeré cuando lo hagas, mientras tanto, buscaré yo mismo a Elaine —comienzo a caminar, pero el ruido de un sollozo me hace regresar.

—Lo lamento King —veo al capitán y de sus ojos salen una sucesión de lágrimas, que provoca que me sienta mal —perdóname, Elaine no tenía nada que ver en esto y yo, como siempre meto en problemas a personas importantes en mi vida, primero Ban, luego... Luego Elaine.

—¿Capitán?

El capitán sonríe —Es gracioso, aún recuerdo el día que la conocí, el día que supe que Elaine era, es una persona especial en mi vida.

"Eran exactamente las siete de la tarde cuando Elaine llegó de trabajar, al entrar a su casa se encontró con un rubio que la miraba seriamente.

—¿Quién eres y qué haces en mi casa? —preguntó Elaine mientras agarraba con fuerza su bolso por sí intentaba roberle.

El rubio sonrió —Meliodas, ese es mi nombre y estoy aquí para visitar a un viejo amigo, ¿Tú debes ser su hermana menor o me equivoco?

Elaine suelta su bolso acompañado de un suspiro —Con que tu eres el amigo de King, él habla mucho de ti. Y sí, soy su hermana menor, me llamo Elaine.

Meliodas suelta una pequeña risa —¿En serio habla mucho de mí?, él habla mucho de ti."

—En ese momento sentí un fuerte sentimiento por tu hermana, quería protegerla ¿Y ahora?, ella debe estar decepcionada de mí.

Niego varias veces —por supuesto que no, Elaine no pensaría así.

Siento un terrible miedo al pensar que no volveré a ver a mi hermano y a Meliodas. Me arrepiento de haber ayudado a este viejo a que escapará, me odio a mí misma.

—Bien muchacha —saca el amuleto y me lo da —un trato es un trato, yo nunca rompo mis promesas.

—¿Qué es este amuleto? —preguntó seriamente.

El viejo me mira —Este amuleto perteneció al capitán avaricia, fue uno de sus más grandes tesoros, pero lamentablemente eso le causó una terrible maldición.

—¿Cuál fue su maldición?.

—Ese amuleto lo condenó a ser inmortal, ninguna pistola, ningún cuchillo, nada lo matará. Sentirá el dolor de cada herida como si en verdad fuera a morir, pero jamás pasará. Pero para su mala suerte si separaba del amuleto, él se convertiría en piedra a no ser que alguien le coloque el amuleto en su cuello.

Suspiró —Creí que el capitán avaricia solo era un cuento de hadas, dígame algo, ¿Usted lo ha visto?.

Se acerca a mí —Mi padre... Mi padre lo vio junto a otras personas que parecían ser fenómenos, se hacían llamar "Los 7 pecados capitales", cada uno de ellos tiene una habilidad increíble en especial su líder, él tiene una furia monstruosa.

—No creo en lo que diga.

El viejo cambia su expresión a una seria —no puedes negar algo que ni siquiera has visto. Bien, seguiremos nuestro rumbo hacia mis camaradas, les agradarás, tienes ventaja de que seas una chica.

Miró al viejo asustada, no quiero que esos hombres intenten hacer algo que yo no quiera.

El viejo se detiene en una gran ciudad que se me hace conocida, pienso y pienso y finalmente lo recuerdo, King me había traído aquí con Meliodas, ese día casi tuvimos problemas.

Ambos bajamos del barco, el viejo me tomó de la mano y nos dirigimos a un bar un poco lejos del barco. Entramos.

Un tipo con traje se nos acerca, el viejo lo mira seriamente y dice en tono de un susurro —¿Dónde están ellos?.

—Sígueme —comienza a caminar, el viejo lo mira y comienza a seguirlo mientras aún toma mi mano.

El tipo se detiene en frente de unas personas demasiado ruidosas.

El viejo me suelta y suspira —No han cambiado nada chicos.

Ellos voltean y se avalanzan hacia el viejo con sus cervezas bañándolo de cerveza por completo.

Capitán avaricia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora