La vida contigo.

Solo Son negocios

— Entiendo pero lo que no me queda claro es... ¿Por qué tienes que recibirlos tu?

— ¡¿Por qué no vas y molestas a Isaka-san con esa pregunta?!

Una mañana normal en la casa Kirishima, Hiyori sonreía mientras se terminaba de lavar los dientes para salir a ver qué nueva discusión se traían entre manos su padre y su oniichan.

— ¿Tan temprano y ya de pleito? Papá deja de molestar a oniichan.

Río ante la expresión de su padre por culparlo de la situación, mientras el otro daba la razón a la niña.

— Vamos Hiyo, tu padre no se apura y solo nos retrasará.

Yokozawa extendió la mano a la niña para dirigirse al genkan y salir de la casa mientras Zen corría por toda la casa buscando sus cosas, zapatos, el saco, los papeles necesarios, total que daba vueltas sin sentido perdiendo tiempo, cosa que su hija y pareja aprovecho para adelantarse.

Todo había ido para bien después de que Hiyori descubriera el verdadero significado de la relación entre los dos hombres más importantes para ella y aunque le costó procesarlo, terminó aceptando con el trato de no más secretos.

— ¡Esperen! Ay maldición, desde que esos dos se volvieron cercanos me maltratan. — Kirishima tomo las llaves y salió corriendo por las escaleras para tratar de alcanzarles.

Todo era debido a que, como resultado de los grandes negocios hechos en América, los inversionistas venían esta vez a Japón para nuevos negocios y por petición del equipo pedían reencontrarse con el equipo que fue a Nueva York en aquella ocasión, pues resultó que se entendieron bien.

Así que Isaka se había encargado de pedir la presencia de Kisa, Yoshikawa Chiharu y de su jefe de ventas desde temprano en el aeropuerto para recibirles y llevarlos a la empresa con bien, por eso la molestia de Zen al tener que andar corriendo desde temprano, ¿Por qué su Yokozawa debía de recibir un montón de hombres adinerados en el aeropuerto?

Apenas llego a la recepción de su edificio camino a prisa para alcanzar a su familia pues saliendo tan temprano podrían alcanzar a encaminar a Hiyori, después enviaría a Yokozawa al aeropuerto en taxi y él llegaría al trabajo demasiado temprano.

Los vio en la esquina acompañados de Yuki-chan y su madre, la primera de sus vecinas en adivinar la situación entre ellos dos, quien sin objeción le apoyo y dijo que si era feliz lo merecían ambos, siendo la jefa del edificio eso les ayudaba más aún pues desde hacía tiempo no oía más rumores de pasillo sobre él y su misterioso amigo que le visitaba seguido.

Los alcanzo cuando su vecina se despidió de su hija, pues ella también iba a su trabajo, mientras la más pequeña tomaba la mano de Yokozawa para seguir camino a la escuela.

— ¡Oigan esperen! —les grito, ante lo que solo Yuki volteo pues Hiyo y Yokozawa reían de haber dejado a su padre— ¡Ya no tengo edad para esto!

Su problema era el no tener la condición para poder correr así, y Hiyo sabía que su padre era pésimo corriendo, así que ambos aprovecharon la situación.

Esa era ahora una mañana común entre la nueva familia Kirishima.

*

La mañana había pasado normal para Kirishima, habiendo llegado temprano iba bastante adelantado en el trabajo así que se tomó un descanso para ir por un café acompañado del bento hecho por su pequeña.

De camino vio que había mucho movimiento en el cuarto piso, pero el paso de largo hasta la sala de descanso, pero por el camino vio a su oso subiendo por las escaleras junto a Yoshikawa-sensei y algunos hombres de portero extranjero, altos de traje que lucía costoso.