Los amigos son amigos

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Aunque las cosas entre Yokozawa y Masamune habían terminado bien y tras la última charla que habían tenido, su amigo incluso le había mandado saludar a Onodera; ahora mismo Takano se preguntaba si de verdad había hecho algo para molestar al oso de ventas.

El jefe de Emerald iba regresando en búsqueda de su editor novato, sin embargo no lo encontró y asumiendo que se había ido se encamino hacia la salida esperando el elevador, hasta ahí iba todo bien, la cabina se detuvo en el piso de Japun lo extraño es que fue Yokozawa quien subió, se veía que había llegado corriendo hasta ahí y también se notaba su asombro al encontrarlo en el elevador, subió y saludo muy cortante con el más tranquilo Buenas noches Masamune que le había dado su amigo hasta esa noche.

Tras responder el saludo, Takano se puso a observar a su amigo mientras el elevador bajaba. Se veía diferente, no tenía el mismo semblante de enojo, en sus manos llevaba una bolsa colorida con algún postre—Jamas le gustó lo dulce— pensó extrañado de que el llevara eso para si mismo, algo pasaba con ese oso, llevaban años de amistad para no notarlo.

— ¿Terminaste el trabajo por hoy? —no se le había ocurrido otra manera de empezar la platica, probablemente sólo había subido al piso de Japun por algún material que faltaba revisar, algún informe o algo de ventas que ver.

— Si ¿Qué tal tu? Se acerca la fecha de entrega, no siempre es fácil negociar, espero que no te retrases demasiado.

Aunque se veía diferente, su carácter no había cambiado, seguía tan casado con el trabajo como siempre y era gruñón en cuanto a puntualidad.

— Si mamá lo tendré en cuenta —desde que conoció el lado maternal que Yokozawa solía mostrar solo con las personas cercanas a él le llama a así para molestarlo. Si todo parecía normal, entonces ¿por qué le parecía que había algo diferente en su amigo?— ¿Qué tal si vamos por unas copas?

— Lo siento pero tengo que ir a otro lado.

La campanilla del elevador les indico que estaban en el piso que habían pedido. Yokozawa salió corriendo del edificio y Masamune solo lo vio tomar el camino a la estación del tren como siempre ¿Qué acababa de pasar? 

*

Y el tiempo seguía pasando, esa semana Takano había mantenido una estricta vigilancia de su amigo. En el piso de ventas ya no había tantos gritos como antes, los subordinados del oso se veían más tranquilos a su alrededor y más de una vez había oído el apellido de su amigo en los radiochismes de la sala de descanso, siempre mencionando un cambio para bien en el carácter del jefe de ventas incluso llegando a verlo como un buen partido entre las solteras.

Ahora mismo siendo viernes y habiendo superado el fin de ciclo, se encontraba dándole el final a su cigarro, sabía que algo pasaba con su amigo. No cualquiera cambia de un día a otro...

— ¿Ta-Takano-san? —se había quedado absorto en el humo de su cigarro hasta que escucho que le llamaba el subordinado de Yokozawa— Disculpe que lo moleste, pero ¿Ha visto a Yokozawa-san?

—  No... pero es raro que tarde mas de diez minutos en regresar a la oficina. 

— Me parece que salio a comer con Kirishima-san. Pense que estaria aqui, pero no importa puedo esperar a que regrese. Con permiso Takano-san y gracias. 

—  Espera... —detuvo al chico pelinegro que giro de nuevo viendole curioso, normalmente no habaia habalado con casi ninguno de ellos— Solo... he estado preocupado por Yokozawa y no se por que ¿Sabes si tiene algo? 

— Pues... — el chico parecia estar pensando en su jefe— desde que se junta con Kirishima-san todos sabemos que cambio bastante, es mas paciente y lo veo menos molesto que de costumbre, tal vez deberia verlo con Kirishima-san. 

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