Un hombre profesionalmente atractivo.

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El día terminó y volvieron al departamento, ambos con las manos cargadas pues habían hecho varias compras e incluso el regalo para la prima.

-Tomaré una ducha y regreso contigo. –Sehun entró a la habitación de invitados que estaba justo al lado de la de ella.

Yu Won se encontraba en la cocina preparando la cena cuando escuchó la regadera abrirse y se puso nerviosa. Era extraño tener de pronto a un hombre en su casa, y a uno tan atractivo.

Minutos más tarde, Yu Won miraba el televisor mientras terminaba lavaba los sartenes en la cocina.

Lo escuchó salir.

-Sehun, respecto al afecto físico no es necesario mostrar a nadie nada. –Yu abrió la llave.

-Está bien, como quieras. –Sehun se sentó en la barra.

 –Sehun se sentó en la barra

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-Bien, la cena está lis.... –Yu se topó con un hombre alto, atractivo, húmedo y con la camisa de su pijama abierta. Incluso el elástico de su ropa interior se asomaba cordialmente. Prefirió darse la vuelta de manera brusca.

-¿Estás bien?

-¿Puedes cerrar tu camisa por favor?

-Lo siento, ¿te incomodé?

-Sólo no estoy acostumbrada. –Habló con respiración perdida.

Yu se dio la vuelta y dejó los platos en la mesa.

Sehun se abotonaba la camisa para ocultar su perfecto abdomen.

Segundos más tarde, él levantó los palillos para llevar a la boca de la chica un bocado.

Ella le miró avergonzada.

-¿Cómo se supone que hagamos esto? –Rió. –Oye, trato de ser un poco abierto contigo. Si no actuamos en lo que queda de la noche, te sentirás mucho más incómoda allá.

Él tenía un buen punto, y mañana tomarían el tren para viajar a Daegu.

-Hazlo de nuevo. –Yu abrió la boca.

Ahora ella levantaba un bocadillo y lo llevaba a la boca de él pero Sehun no quiso abrir la boca.

-Es lindo si te lo hago a ti, es raro si me lo haces a mí. –Rió viendo su plato.

Yu bajó la mano realmente avergonzada y tiesa intentó seguir comiendo. Sehun miró mientras sorbía el caldo.

-Oye. –Habló con la boca llena. -¿Sabes qué habría hecho una novia real?

Yu levantó la mirada.

-Habría golpeado a su novio aquí. –Dijo palmeando su brazo izquierdo. –Justo aquí, ahora hazlo. –Sonrió.

-No voy a golpearte.

-¡Hazlo! Eres mi novia, fui rudo, golpéame. Anda. –Palmeó su brazo de nuevo.

Yu palmeó su brazo.

-Con fuerza y haces un berrinche. –Dijo serio.

-¡Ya! –Exclamó golpeando un poco mejor.

Sehun echó una risa bastante tierna y levantó sus labios haciendo un tono bobo.

-¿Qué?, ¿Qué? –Se burló y volvió a su comida.

Ambos pasaban un rato extrañamente agradable. La lluvia volvió y ya era de noche. Aunque no lo suficientemente tarde.

-A esta hora pasan películas muy buenas en el canal de terror, ¿quieres ver una conmigo? –Preguntó ella.

Sehun aceptó, ambos se sentaron en el sofá aunque bastante separados.

-¿Yu?

-¿Si?

-Sé que es raro pero, has pagado una cantidad fuerte por tener compañía, eso quiere decir que debes estar realmente sola, ¿por qué no gozas de los beneficios? Quiero decir, realmente puedo ser tu novio en este momento.

-¿No sería extraño eso?

-¿Qué importa? (...) ¿Qué clase de cosas escribes? –Preguntó.

-Bueno, me gusta escribir novelas de ciencia ficción pero siempre termino escribiendo romance. –Rió apenada.

-Mmm, ya veo... ¿por qué no vienes aquí, te acurrucas, y visualizas mejor lo que es ser una novia? –Sugirió bastante serio.

Yu pensó que sería bueno para ella como escritora.

Nerviosa y con pasos lentos se sentó a su lado.

-Ven aquí. –Dijo con voz ronca.

Yu colocó su cabeza sobre su hombro, el lugar era obscuro y sólo alumbraba el televisor. Yu escuchaba el corazón de Sehun, y latía tan calmo que no cabía duda, sólo hacía su trabajo.

El aroma del recién duchado entraba por su nariz y abrazaba sus pulmones, era una sensación exageradamente agradable.

El cuerpo de Yu se estremeció en un suspiro.

La película que estaban viendo era realmente aterradora pero ambos estaban en completa quietud.

-¿No te dan miedo esas películas? –Preguntó él bajando su mirada. Pero Yu se había quedado realmente dormida.

La tomó en sus brazos y la llevó a su habitación, la recostó en su cama y cuando estaba por darse la vuelta, su mano le detuvo.

-¿Si? –Preguntó él.

-Duerme conmigo. –Dijo con voz somnolienta.

-¿Debería abrazarte? –Preguntó él con una sonrisa que sólo él sentía y no era visible.

-Sólo si quieres. –Respondió con ojos cerrados y voz arrastrada.

-Ya regreso cariño.

Sehun fue a su habitación por algo y después regresó. Entonces se subió a la cama, y se acurrucó con ella, abrazándole con mucho respeto.

Yu había tenido un par de noches con insomnio, tenía que desvelarse viendo el televisor hasta altas horas, pero esta vez bastó con sentarse a su lado para llenarse de sueño y sentirse tan relajada. Tal vez era una coincidencia, o no, pero su calidez le agradaba y si podía aprovecharlo sin que se viera mal, aún dormida, lo pidió.

Sweet Lies | Sehun Donde viven las historias. Descúbrelo ahora