¡Bienvenida a Sweet Lies!
Haga un pedido, nosotros se lo entregamos...
Convertimos sus deseos en algo real, o al menos por unos días, ¡nadie tiene que saber que tu novio no es real!
-¿Lista para la mejor noche de tu vida? -Sus ojos desprendieron un brillo hermoso, aunque esta vez un poco más pícaro.
Sehun deslizó su mano sobre el volante y Yu pasó saliva sonrojada.
La noche era algo fría para ser de verano, durante la recepción había llovido abundantemente y las calles estaban encharcadas. Yu usaba un vestido distinto al primero, para la cena usaba uno más tranquilo y fácil de quitar, eso era importante...
Debido al vestido comenzó a sentir un poco de frío por lo que Sehun se quitó su sacó y la cubrió, la lluvia volvió y las gotas melodiosas golpeaban el auto adornando las ventanas con gotas delicadas que a la luz parecían piedras preciosas, con el reflejo de los colores rojos y verdes, un par de amarillas también.
El tráfico era insistentemente lento y abrumador, la pareja guardaba un inusual silencio y minutos después Yu Won cayó dormida, difícilmente la podrían despertar. Tras un eterno tiempo de viaje al hotel donde pasarían la noche antes de su viaje para su Luna de Miel fuera del país, finalmente llegó.
Los botones bajaron y llevaron las maletillas a la habitación mientras Sehun tomaba con cuidado a su esposa que dormía profundamente.
Frente al elevador escuchó que alguien le avisaba que este estaba fuera de servicio, entonces se lamentó dejarla escoger el último piso. Con una sonrisa comenzó a subir las escaleras eternamente.
-¿Cómo puedes dormir en un momento como éste? -Se quejó con gracia.
Finalmente llegó a la habitación con el cuerpo agotado.
La recostó en la cama, aflojó el moño de su traje y comenzó a buscar la pijama de su amada.
Entre sus cosas encontró un conjunto para la noche especial, sus mejillas se ruborizaron y lo escondió bajo toda la ropa.
Volviendo a Yu, la desvistió con cuidado para ponerle su ropa, finalmente besó su frente y sin quitarse su ropa se recostó a su lado para observarla sin pestañear.
Sus suspiros eran profundos, y en su pobre resistencia acercó sus labios a los de ella, entonces despertó.
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