Amor de Adelfa

Prohibido

Era 14 de abril y era el cumpleaños de mi cuñada Gianna, estaba en su residencia esperando a Dagan con los demás invitados, todos brillaban con sus espléndidas vestimentas en aquella casa lujosa, era prácticamente como estar dentro de un castillo, solamente que con la única diferencia de que Gianna no era una princesa, pero sin duda se veía como una, aquella fiesta era menos formal que a otras a las que había asistido y claramente está no era de negocios, si no de mera diversión, mire alrededor y noté que la mayoría de los invitados eran bastante jóvenes, seguramente algunos cuantos ni siquiera habían cumplido los 18, lo cual no me causó ninguna impresión porqué Gianna era menor que yo, me perdí un rato en la música que sonaba muy alto y en los los chapoteos que se escuchaban de las personas que se sumergían a la piscina al otro lado de la sala, mire el reloj en mi mano, ya era bastante tarde y Dagan no llegaba.

—Te veo preocupada, porqué no vas a divertirte un rato y así esperas a mi hermano, no creo que tarde mucho en venir—Sugirió Gianna acercándose a mi contoneando su vestido verde oscuro, corto y escotado.

—¿No crees qué se moleste?— Pregunté y en realidad no entiendo porque hice esa pregunta, ya no debía importarme la opinión de Dagan no después de saber que me había sido infiel.

—Tú sabes que eso nunca pasaría, porque mi hermano te adora — y Tenía razón Dagan nunca se enfadaba conmigo, pero ya no podía confiar en él, antes pensé que lo conocía, sin embargo la verdad era que nunca lo había conocido realmente, o al menos eso pensaba yo en ese momento.

—Lo intentaré aunque sabes que esto no es lo mío—No estaba acostumbrada a ese tipo de fiestas con música estruendosa, luces, jóvenes inmaduros y alcohol, ya hace varios años que había pasado por esa etapa, y no era precisamente deseosa devolver a repetirla.

—Lo se—Gianna sonrío y se le formaron dos huecos en las mejillas, algunos mechones de su cabello suelto y rizado cayeron en sus ojos, pero se los parto de inmediato, era tan joven pensé y es que apenas esa noche cumplía los 19 años.

Lo primero que hice después de hablar con Gianna fue ir a la alberca, habían chicos nadando y otras chicas en bikinis flotando en sus inflables de todas formas, el ambiente era tranquilo hasta que a unos chicos probablemente menores se les ocurrió intentar ligar conmigo, fue cuando me aleje de ahí y me dirigí a la pista de baile.

—¿No está disfrutando? —La voz de Gael me susurro al oído, yo me congele y me pregunte por qué no lo había visto antes, no estaba enterada de que Gianna lo hubiera invitado.

—Lo mío son los negocios—Respondí automáticamente volteándome para verlo.

—A decir verdad también prefiero el ambiente empresarial—Respondió recorriendo mi cuerpo entero, recordé que llevaba puesto un vestido, corto con mangas largas y espalda descubierta de color rojo, enseguida me acaloré y quise irme al recordar lo que había pasado en el despacho, los labios me quemaban como si lo hubiera acabado de besar.

—Me concedería este baile—Extendió su mano para que yo la tomara, yo lo mire perpleja, acaso no se daba cuenta de lo mucho que lo deseaba, era peligroso estar cerca de él y sobre todo incorrecto.

—Sabe que esto no es apropiado, no después de lo que... —Advertí pero me interrumpió antes de terminar con los ojos fogosos de deseo.

—Es solo un baile, no estamos haciendo nada malo, todavía —Siseó la lengua cuando pronuncio la última palabra y sus ojos se oscurecieron, yo lo miraba expectante, aún tenía su mano extendida hacia mi esperando para que yo la tomara, no sabía que hacer y al final casi como siempre me perdí en aquellos ojos que me encendían como el infierno y me quemaban con fuerza, suspiré cediendo ante mis deseos, estaba segura de que era una locura, pero la quería cometer.

Me envolvió con sus manos,yo hice lo mismo y sin darme cuenta estaba temblando de miedo y al mismo tiempo de excitación, mis oídos se despertaron al escuchar Dangerous woman de Ariana Grande.

Yo me quede paralizada no porque no supiera bailar, sino por Gael me estaba provocando literalmente un infarto, pero al parecer a él no le afectaba, se notaba muy relajado, me miró una vez más y empezó a contonearse suavemente al ritmo de aquella melodía, yo lo miré mientras se me hacía agua la boca, se movía con sensualidad provocándome, me tomo por sorprenda cuando me agarro  de las caderas y me estampo contra su cuerpo, fue cuando reaccioné y empecé a moverme junto a él cadera con cadera, sin limitarme, sin detenerme, sin pensar en lo que estaba cometiendo.

Something 'bout you
Makes me feel like a dangerous woman...
Makes me wanna do things that I shouldn't...

Coloque mis manos atrás de su espalda, el me acercó aún más, yo incliné la cabeza hacia atrás, moviendo mi cabello al ritmo, me sentía en otro lugar, estaba empezando a sudar, nadie más importaba en aquel lugar, solo estábamos Gael y yo, nadie más notaba lo que estaba pasando como por dentro nos quemábamos y ardíamos, su nariz me acarició el cuello.

—Dulce—Me susurro al oído, yo suspiré con dificultad, intentando continuar con el baile, sin embargo de un momento a otro una de sus manos se deslizó de mi cintura, hasta el comienzo de mi muslo, la piel se me erizó, estaba acariciandome trepando por mi piel, entonces se me escapó un gemido que intente ocultar inútilmente.
—Suave— Volvió a susurrarme, mientras detenía sus caricias un momento, mientras tanto no entendía que estaba haciendo, estaba hecha un lío, no me atrevía a detener ese peligro, no quería que se detuviera, lo deseaba aunque estuviera mal, sus manos eran como una droga para mi cuerpo,  estaba subiendo cada vez más y yo solo quería caer en el abismo del placer, estaba demasiado cerca podia sentirlo acercándose a mi ropa interior, me mordí el labio y todo se quebró.

—Prohibido— Le dije esta vez yo, empujándolo lo más lejos que pude, las manos me hormigueaba y el corazón me latía desbocado en el pecho, tenía que alejarme, entonces me empujé entre aquel montón de gente, hasta que me estampé con alguien, era Dagan.