Sus ojos eran marrones, poseían una forma almendrada y sus labios eran muy rojos sin necesidad de usar labial, esa mujer era mi reflejo en el espejo, esa mujer era la que todos miraban, admiraban y envidiaban, pero nadie más, ni mucho menos yo misma, fui capaz de ver en ese reflejo el odio que yo misma me tendría en un futuro, me arregle el cabello y salí del baño para irme directo a una junta de la empresa, todos los socios estaban esperándonos.
Entre a la sala de juntas, mi padre también acababa de llegar, así que salude a todos y me senté a su lado, entonces pase mis ojos por todas las personas ahí presentes, habían menos mujeres que hombres, y entre los caballeros se encontraba Gael, se me congelo el cuerpo entero al verlo, pero la voz de mi padre me sacó de mis pensamientos.
— Buenas tardes damas y caballeros, me da gusto que todos pudieran asistir a esta reunión, ahora como todos han sido previamente informados la empresa tiene un proyecto que es sumamente importante en la venta y exportación de una gran cantidad de productos hacia otra empresa, contrato que sera legalizado en pocos días, por lo cual se convoco a esta junta a todos ustedes, con el fin de verificar si todo el papeleo y proceso a seguir se encuentra en orden—Todos escuchaban atentos a mi padre.
—Dagan, que te parece si nos explicas un poco la parte administrativa de este negocio— Sugirió mi padre y Dagan asintió poniéndose de pie— Nuestro objetivo como empresa es que el cliente quede satisfecho con el producto y nuestro propósito es obtener ganancias en un porcentaje no mayor al de nuestro cliente, para mantener nuestro nuevo lema en función de dar oportunidades a empresas pequeñas de crecer, todas las tareas han sido previamente repartidas, los contratos están hechos y listos para ser firmados y los productos valorados en 50,000 dólares han sido revisados con detalle, estaremos trabajando con cantidades altas de dinero y debemos ser puntuales en la entrega ya que si no podríamos ser demandados por incumplimiento de contrato.
—Gracias Dagan— asintió mi padre con la cabeza, luego espero a que alguien más diera su opinión.
— En caso de que no cumplamos con el contrato perderíamos mucho dinero quedando en la ruina, lo cual no es muy probable que pase, pero no imposible, ya saben los rumores que corren por la ciudad—Dijo Leandro uno de nuestros más antiguos socios, por lo general el era un hombre simpático y le encantaba todo ese tipo de historias fantasiosas.
—¿Qué rumores?—Pregunte curiosa.
—Dicen que un hombre misterioso se apárese por las empresas, dejándolas completamente en la ruina— Leandro sonrió con sorna.
—No es más que una tontería inventada por los medios de comunicación—Dijo Gael con sequedad y misterio.
—Probablemente, aunque los fraudes nunca están descartados—Dije mirándolo por primera vez a los ojos en toda la mañana, porqué sabía que esas pupilas me llenaban de éxtasis, porqué quería olvidarme de sus besos cálidos y tormentosos.
Cuando la junta terminó me despedí de cada uno de los socios junto a mi padre, él estaba muy contento de que todo estuviera en orden, me felicito como siempre, luego se marchó, y yo me quede a solas con Dagan.
—Me has estado ignorando toda la mañana, el punto a favor es que eso te hace lucir más radiante—Estaba un poco molesto podía notarlo en sus gestos,la pregunta verdadera era, si yo estaba molesta con él, pero no lo estaba, no quería golpearlo, no quería gritarle, solo estaba herida, y eso significaba que solamente quería respuestas para curarme.
—Pero que cosas dices, eso no es cierto—Lo mire a los ojos, le sonreí y me acerqué a sus brazos, él me tomo y me cobijo en su pecho.
—Tienes razón, quizás te quiero demasiado y por eso quiero toda tu atención— Dijo dándome un beso en la cabeza.
—¿Serías capaz de engañarme alguna vez?—Pregunte con mi mejilla en su hombro cálido, espere a que me reprochara en medio del silencio, pero no lo hizo.
—Jamás amor mío—Esa respuesta quedo gradaba en mi mente como un casete, uno que se reproduciría una y otra vez constantemente en mis recuerdos durante toda mi vida y quizás debí haberle dicho que yo tampoco le iba a ser infiel, tenía que habérselo prometido ese día, pero lo olvidé, porqué en ese instante cuando intentaba creerle, mi corazón imaginaba otros brazos.
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Amor de Adelfa
Teen FictionRaizel tiene todo lo que alguien podría desear, es una mujer exitosa, sobre todo innegablemente hermosa, con un maravilloso novio y está apunto de casarse; pero todo cambia, cuando por arte del destino se cruza con un atractivo hombre misterioso, de...