Siempre Fuimos Tú Y Yo. ||Newt #2||

»Capítulo 8«

Nos despertamos y rápidamente emprendimos nuestro viaje, caminamos por el caluroso desierto, con el sol ardiendo en nuestros cuerpos. Minho tomó su cilindro e intentó sacar al menos una gota de agua, al ver que estaba vacío lo arrojó a la arena.

No tan lejos se podían ver las montañas, finalmente estabamos cerca de nuestro destino, seguimos caminando hasta el atardecer, cuando decidimos parar y descansar.

Me acosté en la arena, sola, no había hablado con Newt desde nuestra conversación de la noche anterior, no sabía que decir, lo único que rondaba por mi cabeza era el pensamiento de perderlo, de tener que verlo morir frente a mí. Dormí después de tanto analizar las cosas.

Me desperté por un sonido fuerte, ahí es cuando pude verlo, las luces, porfin estabamos cerca.

-¡Thomas! ¡Mira! ¡Levántate!- dije, moviendo su hombro. Thomas se levantó y me ayudó a despertar a los demás.

-¿Qué sucede chicos?- Preguntó Newt, preocupado por nuestra brusquedad al hablar y despertar a los demás.

-Veo algo.- Dije, Newt preguntó confundido.- ¿Ves eso? Las luces, lo hicimos.- Dije, calmada.

En ese momento, un sonido ensordecedor apareció junto varios rayos de luces, todos volteamos y nos echamos a correr al darnos cuenta de qué se trataba, una tormenta eléctrica, que poco a poco nos fue alcanzando.

- ¡Ya estamos cerca!- Grité.- ¡Corran!

Un rayo cayó muy cerca de nosotros, pero más de Minho y de mí, el sonido ensordeció nuestros oídos y quedamos tirados en el suelo, Minho quedó inconsciente y en ese momento temí que había muerto.

-¡Minho! ¡No!- Grité, aún ensordecida y débil, corrí hacía él.

Los demás corrieron hacia nosotros, Newt me ayudó a cargarlo y llevarlo a una puerta de metal no muy lejos de nosotros. Cerramos la puerta al llegar, estaba todo completamente oscuro.

-¿Quién tiene una linterna?- Pregunté. Newt sacó una de su mochila y la encendió.

Minho seguía inconsciente, todos gritábamos su nombre, esperando una respuesta de su parte, pero no había nada, algunos comenzaban a sollozar, cuando de repente Minho mueve la cabeza y hace un ruido.

-¿Qué pasó?- Preguntó confundido. Todos nos miramos.

-Creo que te alcanzó un rayo.- Respondí yo.

-Oh...- Dijo Minho quitándole importancia, nosotros reímos.

- Bien, levantémoslo.- Ordenó Thomas.- Despacio.- Todos ayudamos a que Minho se parara.

- Gracias chicos.- Dijo Minho.

- Oigan, ¿qué es ese olor?- Preguntó Teresa, caminando por la oscuridad.

Una criatura corrió hacia ella y todos gritamos. Prendimos nuestras linternas para darnos cuenta de que estabamos rodeados. Alguien abrió la puerta y camino entre las criaturas.

- Veo que ya conocieron a nuestros perros guardianes.- Dijo la persona.

- ¿Quién es?- Preguntó Newt con voz baja.

- ¡Atrás, atrás!- Ordené al ver que la persona se acercaba a nosotros. Era una chica, con cabello corto y la ropa rota.

- Lucen fatal.- Dijo la chica con una sonrisa en su cara.- Vengan, síganme.- Al ver que no nos movíamos, dijo.- Al menos que quieran quedarse aquí con ellos.

Caminamos por un pasillo con algunas ventanas, las cuales tenían cosas escritas en ellas. La chica nos llevó a un especie de refugio.

- ¿Qué diablos?- murmuró Frypan.