S I E T E

5.5K 368 23
                                    

CAPÍTULO 7 "REGRESASTE A MÍ"

Un agradable aroma a colonia de hombre inunda mis fosas nasales y inevitablemente siento como una sonrisa se forma en mi rostro

Abrazo más a lo que supongo es mi peluche que conservo desde los ocho años, pero hay algo raro en el, es mas cálido y cómodo.

Comienzo a moverme al sentirme algo atrapada y me sorprendo al escuchar un ronco gruñido.

Oh, santa mierda, claramente es el, Lobo

— Debemos casarnos – Dijo lobo sonriendo de oreja a oreja

— ¿Que? – Intento levantarme pero como estoy atrapada entre sus brazos me es imposible levantarme y pedirle explicaciones de que es lo que se refiere

— Cruzaste el límite – Ríe – ¿Ya no recuerdas lo que dijiste anoche?

— ¿Que....? – Y los recuerdos azotan mi mente – Ah, ya lo recuerdo....

*En la anoche de ayer*

Vamos dejame dormir contigo – Dijo lobo poniendo cara de cachorro abandonado – Draco nuestra mascota se pondrá feliz de verme

— ¿"Nuestra" mascota? –  Lo miré y el asintió repetidas veces

Sí. — Pasó sus brazos por mis hombros acercándome aún más a el – Aunque digas que "no" yo iré cuando estés dormida y me dormiré a tu lado protegiendote de todo el mal

Vale. – Suspiré rendida – Pero no quiero tener pulgas en mi cama

Hey, tranquila que no las tengo

Llegamos a mi habitación y empezó a jugar con Draco que en verdad estaba feliz.
Cuando Draco cayó dormido por el cansancio entré al baño y cerré la puerta con llave y me dí una ducha.
Al salir del baño ya vestida con mi pijama me encontré a lobo acostado sin camisa, con unos shorts, con una pose de modelo y una sonrisa picarona

C-A-P-E-R-U-C-I-T-A – Oh mierda, mis malditas hormonas.

Si intentas hacer algo de lo que yo no quiero te mataré – Le advierto antes de pasar saliva

No haré nada, tranquila – Se sienta y camina hacía mi, se inclina hasta que sus labios tocan mi oreja – No haré nada que no quieras hacer,pero probablemente si lo hago de tus labios no saldrían reproches, mas bien saldrían gemidos – Su aliento chocando contra mi cuello provoca que un escalofrío recorra todo mi cuerpo junto a un estremecimiento

No lo creo – Con mis manos temblorosas empujo de manera suave su pecho.

Hagamos un trato – Sonrió de oreja a oreja – Si yo paso esta línea – Hizo una línea con sus garras en toda la cama – Haré lo que tú quieras, pero si tu lo haces... Me casare contigo

1, Acepto la apuesta y 2, me debes sábanas y un colchón nuevo — Señale la línea donde se podía ver el colchón con la línea que hizo

Ok — Se recuesta en su lado de la cama y cierra sus ojos – Buenas noches, Caperucita Roja.

Sonrío y me recuesto en mi lado de la cama — Buenas noches,

*En el presente*

— ¿Y aceptas? – Pregunta con una sonrisa burlona

— Yo... Esto... Jean.. – Comienzo a balbucear con mis mejillas ardiendo

Caperucita Roja y El lobo feroz una historia distinta [[Editando/Reescribiendo]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora