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Jennie se encontraba entrando a la escuela con sus dos mejores amigas, Rosé y Lisa, quiénes las dos sostenían los brazos de ella, hasta que sus amigas miraron al frente y vieron que el menos inesperado estaba esperando a su distraída amiga en la entrada de la escuela. Las dos mayores, dieron leves golpes en su hombro para que despertara de sus pensamientos.

—¿Kim Jennie? —Preguntó un chico alto de pelo café oscuro. 

Jeon JungKook, el enamorado de Jennie ya hace 3 años desde su último año en secundaria. Ella estaba perdidamente enamorada de él, pero él ni siquiera la notaba, era el más popular de la escuela y el más listo de ella. Pues claro, era el chico más guapo de toda la escuela, y aparte, no hablaba con casi nadie y se mantenía serio y cortante con todos.

—¿Eh? —Preguntó ella mientras volteaba a ver a quién tenía frente a ella. Al chocar miradas, su corazón comenzó a latir como loco, su respiración comenzó a agitarse, y sus nervios comenzaron a hacerse presentes. —S-sí, s-soy yo. —Tartamudeó la menor mirando al suelo.

—Necesito hablar contigo, ven. —Tomó la muñeca de la menor y con ella, comenzó a caminar hacia el patio de la escuela.

Estaba repleto de grandes árboles en dónde nadie los vería, de eso JungKook estaba seguro.

—¿Q-qué querías decirme? —Preguntó ella con nerviosismo mientras miraba al piso y se recargaba en un árbol. JungKook la miró con sus ojos perdidos en ella, algo que a Jennie le incomodaba, y mucho. De pronto, JungKook fue rápidamente hacia ella y la acorraló en el árbol tomando sus dos muñecas y poniéndolas arriba de su cabeza, poniendo más nerviosa a Jennie. —¿J-JungKook? ¿Q-qué haces? —Fue lo último que dijo la chica.

JungKook seguía mirándola de esa forma, una extraña forma indescriptible, sus ojos recorrieron cada facción de la menor haciendo que ésta se sintiera aún más incómoda, pero feliz por estar con su amor platónico al fin.

Él comenzó a acercarse más al rostro de Jennie, ya con los ojos cerrados, estaban sólo a milímetros de distancia, hasta que él la cortó, besándola dulcemente.

Así ella se imaginaba sentir sus carnosos labios, eran tan suaves cómo ella los había imaginado y esperado. Por fin, por fin él se había fijado en ella, por fin él había gustado de ella.

Cuándo él se separó de ella, siguió mirándola, sin decir nada. Las mejillas de Jennie estaban ardiendo, pues no sabía que hacer.

  —¡Jennie! —Se oyó una voz en el patio, pensó que alguien la había llamado, pero volteó a todas partes y no había nadie. —¡Jennie! —Se oyó por segunda vez desconcertando a JungKook, él ya la había dejado de mirar, mirando alrededor de ellos. —¡JENNIE, DESPIERTA QUE SE TE HARÁ TARDE PARA IR A LA ESCUELA! —Se oyó un grito más fuerte haciendo que Jennie despertara y cayera de la cama.

Había vuelto a quedarse dormida, soñando con su amor platónico.

~C~O~N~T~I~N~U~A~R~Á~.

The Invisible Red Ribbon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora