Los dos estaban a punto de chocar, pero uno de los dos paró al otro colocando las manos en los brazos del otro.
-Ey, cuidado si no quieres chocar con alguien y lastimarte. -Se oyó esa voz que Jennie no había escuchado hace semanas atrás. Dicho ésto, JungKook comenzó a reír levemente.
-¿De qué te ríes, tonto? -Preguntó ella cruzando sus brazos, parecía estar enojada pero su tono de voz hacía que sus acciones se mostraran increíblemente adorable. Comenzó a reír más fuerte.
-Lo siento, no puedo tomarte en serio. -Siguió riendo. -Tratas de mostrarte enojada, pero lo único que das es ternura, como un gatito recién nacido. -Primer intento de parte de JungKook, a Jennie le pareció que alguien le había dicho eso antes pero ignoró aquél pensamiento.
-Qué tonto eres. -Jennie soltó sus brazos y comenzó a reír. Unos minutos después le llegó un mensaje a Jennie, hizo una mueca al ver su celular y lo guardó.
-¿Tu novio te canceló o qué? -Preguntó él con una sonrisa, llamando la atención de la menor.
-No es divertido Jeon. -Hizo un puchero. -Sí me canceló, tenía cosas que hacer. -Una cara triste se hizo presente en el rostro de ella.
-No estoy diciendo que lo sea. -El mayor puso sus manos atrás de su espalda. -Tranquila, puedo hacerte compañía, si me lo permites. -Ofreció él encogiéndose de hombros.
-¿Eh? ¿Tú haciéndome compañía? -Preguntó incrédula, era raro no sentirse nerviosa hablando con él después de tanto tiempo estar completamente enamorada de él, pero tampoco le gustaría sentirse así y no poder hablar siquiera.
-Sí, ¿Por qué no? -Respondió él acompañando su frase asintiendo con la cabeza. -Ey, sé que lo que hice no estuvo bien y que te hace desconfiar de mí, pero no soy así ya. -Miró al suelo y después la miró a ella. -Me dí cuenta que fui muy estúpido al tratarte así, y que si quiero...
-No importa, Jeon. -Interrumpió a el mayor regalándole una sonrisa. -Ya pasó, y en realidad te vi arrepentido cuándo fuiste a visitarme al hospital. -Volvió a sonreír dejando a JungKook helado y con las mejillas rojas.
-¿E-En serio? -Preguntó incrédulo. Jennie asintió. -Wow, Jennie, jamás pensé que me perdonarías... -Pasó su mano por su cabello des-ordenándolo un poco, aún sorprendido.
-Pues pensaste mal, y creo que deberíamos comenzar de nuevo, ya que empezamos por el pie izquierdo. -Rió leve y él asintió. -Hola, Me llamo Kim Jennie, ¿Y tú? -Su mano quedó enfrente del chico para que él la estrechara. Rió por el acto de la contraria.
-Hola, Me llamo Jeon JungKook, un gusto. -Él estrechó la mano de ella y sintió su mano. Los dos rieron y comenzaron a caminar por todo el Internado.
...
-¡¿Qué?! ¡¿Ahora son amigos?! -Se oyó en toda la habitación.
-¡Shhh, es de noche y despertarás a los demás! -Contestó colocando el dedo sobre los labios de la menor. -Sí, somos amigos ahora. La verdad cambió mucho, nunca pensé que ese chico que siempre me rechazó, ahora me esté tratando como su mejor amiga. -Las mejillas de Jennie enrojecieron.
-Pero Jennie, tienes novio. -Contestó cruzando los brazos, pero después se acostó rendida en su cama. -Tae me va a matar... -Susurró colocando sus manos sobre su rostro.
-Yo sé que tengo novio, Lis, pero ya no me gusta JungKook, ahora sólo somos amigos. -Se paró de la cama de su amiga. -¿Tae qué? -Preguntó confundida, pues no había oído lo que ella dijo.
-Más te vale niña, y que no se pase de la raya contigo sabiendo que tienes novio. -Advirtió sentándose de nuevo. -Q-que Tae se va a poner celoso si lo sabe. -Dijo con nerviosismo.
-Claro que no, no lo permitiré. -Siguió caminando y se aventó en su cama. -Ahg, no importa, tampoco soy de su propiedad como para que me diga con quién juntarme o no. -Bufó y se volteó tapándose con las mantas. -Hasta mañana Lis... -Dijo antes de quedarse profundamente dormida.
-Está bien. -Escuchó a su amiga y se volvió a tirar en su cama. -Ahh Tae me va a matar si sabe ésto. -Dijo sin preocupación, pues su amiga se había quedado dormida.
En eso le llegó un mensaje, desbloqueó su teléfono y miró.
"Definitivamente lo haré, Lalisa."
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The Invisible Red Ribbon.
Fiksi PenggemarCuenta una leyenda, que todos nacemos con un Hilo Rojo Invisible, atado a la persona que amaremos por siempre. Sin importar el tiempo, el lugar o la circunstancia, el Hilo se podrá estirar, contraer o enredar... pero jamás romperse. ☯ Pareja princi...