The Invisible Red Ribbon.

; eleven.

Las horas pasaban y la desesperación comenzaba a descontrolarse de parte de Jungkook, quien había esperado por más de dos horas por noticias de su ahora más amada chica. No podía perderla ahora que ya la tenía, y tenía sus ojos en él completamente.

El apoyo y consuelo de su amigo YoonGi no servía de nada, nada podía calmar el inmenso dolor que el chico tenía, solo necesitaba oír dos palabras: "Está bien". Era lo único que imploraba.

Y así una hora más, el doctor salió buscando los familiares de Jennie, YoonGi y Tae y como era de esperarse Jungkook fue el primero en levantarse, esperando que fueran noticias de la chica.

— Hay buenas y malas noticias, chicos. La primera es que, la chica por suerte no tuvo daños mortales, la bala solo alcanzó a atravesarla un poco por la espalda, pero no hay de qué preocuparse, ella está estable y lista para salir en unos días. Mientras que el chico..., Namjoon, fue difícil mantenerlo fuera de peligro, ya que la bala atravesó su espalda baja y estómago, él estará en observación.

Todos suspiraron aliviados, los dos estaban bien, y eso los tenía tan contentos a todos que olvidaron por completo que Taehyung también estaba herido, pero rápidamente YoonGi recuperó el sentido y miró al doctor con preocupación.

—¿Y la mala noticia es...?

— La mala noticia es, que el otro chico, Taehyung, murió instantáneamente cuando disparó hacia su cabeza, lamentamos que no pudimos hacer nada.

Y aunque Taehyung hubiera sido una mierda de persona, algo bueno quedó de él, porque en algún momento su sonrisa fue reconocida y sus acciones también, su obsesión por Jennie había acabado con su vida y con lo bueno que tenía, pero nadie lo odiaba, muchos aprendieron de sus acciones y muchos se lamentaron por no haberlo ayudado antes, estaba claro que tenía un problema mental y emocional, y ahora eso lo había llevado a la muerte.

Los días pasaron y todo fue mejorando poco a poco, el internado había organizado un funeral para Taehyung, quien era recordado sin rencores, incluso Jennie asistió, se despidió de él y tomó la mano de Jungkook.

Los heridos ya estaban en perfectas condiciones y el día que Jungkook había estado esperando, llegó. Planeó todo para cuando llegaría aquel momento, y en la cafetería le llevó toda la noche decorarla, y arreglarla para la esperada sorpresa.

Y para cuando Jennie abrió las puertas de la cafetería, se encontró con un Jungkook perfectamente arreglado, con unas rosas rojas en su mano, listo para cantarle una bonita canción. Pero sobre todo, se encontró a un Jungkook enamorado, un Jungkook feliz de tenerla a su lado. Los daños habían sido enmendados y después de tanta tormenta, su arcoíris había llegado.

— Jennie Kim, ¿me harías el chico más feliz del mundo siendo mi novia? —Preguntó después del espectáculo, que fue increíble, su voz había enamorado aún más a Jennie y el sonido sincero de su canto la enterneció.

— Sí, Jungkook, quiero ser tu novia. —Y así con lágrimas corriendo por sus ojos, abrazó al chico que tenía frente a sus ojos.

Y para sellar su noviazgo, se separó un poco y estampó sus labios con los ajenos, haciendo un dulce beso que sería el comienzo de su felicidad.

FIN.

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¡Buenos días amores! Me tardé mucho con el final, lo sé, pero aquí está.

¿Ustedes qué opinan? ¿Debería hacer una segunda parte?