El hilo rojo

Comienzo de una nueva historia

Sofía salió del baño junto aquella chica, la cual nunca, ni siquiera en el tiempo que había estado en su nueva escuela había visto. Su aroma era algo suave, su piel era blanca y sus manos eran algo grandes, al sentir su tacto, escalofríos corrieron por el cuerpo de Sofía, así mismo sus mejillas se tornaron de un color rosado, su corazón palpitaba fuertemente, mientras que de reojo trataba de ver con más claridad y certeza la cara de aquella chica que misteriosamente había aparecido y la había rescatado.

Continuaron caminando y de repente la chica paró, la puso en frente de ella y le preguntó con una voz dulce mientras tomaba las manos de Sofía;

-¿Cual es tu nombre?

Sofía miró hacía abajo, cuando miró hacia arriba se percató de aquellos ojos marrones, la estaban mirando, miraban cada una de sus facciones, miraba cada suspiro su pecho que emitía, se percataban de todo.

P-porqué me miras así? Mi nombre e-

Fue interrumpida cuando aquella chica le dijo;

Mi nombre es Sam, soy de segundo año, tengo 18 años y vivo cerca de aquí, hace tiempo te había estado observando y veía lo que sucedía, al fin pude separarte de esas víboras.

-Víboras?! Pero si la única que le quería hacer daño era Emily, las demás no serian capaz de hacerme al-

¡NO TE CREAS NADA DE LO QUE DICEN! ELLAS LO ÚNICO QUE SABEN ES COQUETEAR CON LAS CHICAS LAS CUALES NO LE AGRADAN, LLEVARLAS A SUS CASAS Y GRABARLAS MIENTRAS LO HACEN PARA DESPUÉS DAÑAR SU REPUTACIÓN MOSTRÁNDOLO A TODA LA ESCUELA!

Sam le gritó con algo de desesperación y con voz entrecortada, su respiración era agitada.

Sólo no quiero que te pase lo mismo que le ha pasado a varias de mis amigas, que han llegado hasta cometer suicidio por su culpa, incluso, a una chica la cual quise, también fue víctima de ellas...

Sofía miró a Sam, sus ojos estaban llenos de tristeza y dolor, claramente se veía que quería llorar.

Y-yo....

Sofía no sabía que decir, lo único que podía hacer era contemplar como a Sam se le desgarraba el corazón por tan amargos recuerdos.
Ella sentía que debía abrazarla, quería brindarle su apoyo y hacer que Sam olvidara, aunque sea por un momento recuerdos tan dolorosos.

Sofía se decidió, fue lentamente acercándose a Sam mientras esta miraba al piso, estrechó su mano para poder encontrarse con la de ella...pero Sam dio media vuelta, y dándole la espalda dijo; "Te veo por ahí..."

Sofía se quedó perpleja a tal manera de decir adiós.
Caminó hacia debajo de un árbol de cerezos, se sentó allí y pensó si hubiese logrado su objetivo al consolar a Sam.

"Quisiera volver a verla"

Esas fueron las únicas palabras que pasaron por su mente.