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Esmeralda
De nuevo esas malditas pesadillas, cuando me dejaran en paz. Otra vez llegue tarde por no haber dormido bien.
-muchas gracias jovencita.- hablo aquella viejita interrumpiendo mis pensamientos
-Vuelva a visitarnos señora Cristina.-dije amablemente
-claro que lo are.-dijo antes de comenzar a salir del local
-hasta luego.-dije, comenzando a sumergirme de nuevo en mis pensamientos
Bien una clienta más que se va satisfecha por mi trabajo, pensé que no lo lograría se veía tan seria que me daba miedo hacerlo mal, pero lo he logrado, me he superado a mí misma.
-y bien, te queria pedir un favor, si es que no es mucha molestia Esmeralda.-hablo mi amiga al otro lado de la caja, con un tono de voz nervioso.
-dime, ¿en qué te puedo ayudar Mari?.-pregunte sin dejar de mirarla.
-pues, quería pedirte unos días a cuenta de vacaciones, sabes que mi padre está enfermo y quisiera estar unos días con él, ya que podrían ser los últimos es los que lo pueda ver.-dijo con tristeza.
-oh, claro tomate los días que quieras, no te preocupes de nada, a si sirve de que le mandas saludos a tu papa de mi parte, y decirle que en cuanto pueda iré a visitarlo en unos días.
-¿de verdad?, muchas gracias Esme.-dijo con gran emoción
-no es nada, además ya te hacían falta unas buenas vacaciones.
Y la verdad es que si le hacen faltan unas buenas vacaciones al lado de toda su familia ya que no a ido a visitarlos en un año.
-gracias, bueno me retiro para ir hacer mis maletas y avisarle que ire a visitarlo
-sí, Mari.-dije igual con un tono de felicidad. Estoy muy feliz de verla tan emocionada.
-nos vemos despues amiga y de verdad, gracias por todo.
-hasta luego, cuídate mucho, me llamas en cuanto llegues
-claro lo are, adios Esme.
Siento feo que mi mejor amiga este pasando por todo eso, solo espero que el tratamiento que está tomado su papa realmente funcione para que sea más llevadero el cáncer.
Despues de unas horas, espere a que se fuera la última pareja de clientes, para poder cerrar la florería y tomarme el resto del dia para poder descansar aunque sea un rato, ya que no había mucha gente este dia.
Tome mi bolso verificando que tenga todas mis pertenencias en él y me dispuse a salir del local para poder cerrar por completo, me dirigí hacia mi auto ya estando dentro de él, puse algo de música y me dispuse a manejar, no se adonde pero queria salir de esta enorme ciudad, pero antes de hacerlo decidí pasar a comprar un café.
Me puse en marcha en dirección a la cafetería, la cual despues de un tiempo se ha vuelto mi favorita.
Nuca antes había tomado café, la verdad no me gustaba para nada pero despues de aquel accidente era lo que me mantenía despierta para poder evitar dormir y soñar con aquello que me dejo marcada, gritos, sangre, desastre y muerte, de tan solo recordarlo me da escalofríos.
-buenas tardes, que es lo que desea pedir
-quiero un café y un pan de esos rellenos de mermelada
-bien, espere en un momento estará su orden lista
-sí, gracias
Decido pagar de una vez, y comienzo a dirigirme hacia una de las tantas mesitas que se encuentran dentro del establecimiento para sentarme a esperar mi pedido.
Pasando unos diez minutos aquel joven que me atendió, se fue acercando poco a poco hacia donde estaba sentada para entregarme mi pedido.
Ya teniéndolo aquí entre mis manos, comienzo a caminar hacia la salida, para subir de nuevo a mi auto y seguir mi viaje sin rumbo alguno.
Toca el semáforo en rojo y mientras espero a que cambie, me quedo mirando el cielo por unos minutos , si que es un buen dia para salir de viaje, el cielo completamente despejado de nubes dejando ver completamente el azul.
Y el sol brillando mas que otros días, sin duda alguna es un gran dia para salir de esta ciudad.
Desvió la vista del cielo y observo que ya esta en verde el semáforo y sin mas me dispongo a poner en marcha el auto para seguir mi camino.
Solo espero no perderme en algún lugar desconocido y ya nunca mas poder regresar a mi hogar.
