Parte 6

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Narra Jon

Estoy harto, solo porque me vean postrado en esta silla de ruedas, no quiere decir que sea alguien débil y sobre todo nadie tiene derecho a decidir sobre mi vida.

Ahora resulta que mi madre decidió mandar a construir con mi dinero una mansión a las afueras de la ciudad donde vivo, solo para estar según ella, más en contacto con la naturaleza y poder reflexionar sobre todo lo que ha pasado.

Esto va de mal en peor.

Mientras sigo trabajando por medio de mi laptop y revisando que es lo que mi secretaria a estado anotando en mi agenda, recuerdos de la conversación empiezan a invadir mi mente.

Y unas cuantas lagrimas comienzan a escaparse de mis ojos.

¿por que nadie me entiende?

Flash-Back

Oigo que tocan la puerta de mi habitación con suma delicadeza

-¿puedo pasar?

-Adelante, ¿que se te ofrece madre?

-vengo a hablar contigo

-bien, ¿Qué sucede?

-quería decirte que antes que nada espero y no te moleste lo que te diré, quiero que te tranquilices y no me interrumpas

-te escucho

-eh decidido mandar a construir una casa que será adaptada para que puedas moverte con mayor facilidad, en una villa que esta afueras de la ciudad

-bien, si eso es todo lo que me querías decir, puedes retirarte

-pero hijo, quería saber tu opinión sobre eso, ya que será el lugar donde vivirás, y este departamento será vendido

-no la necesitas, si tú ya has decidido por mí, que más necesitas que te diga, madre

-no tienes por qué ponerte asi, solo trato de ayudarte, quiero que vivas en un lugar tranquilo en donde puedas convivir más con la naturaleza y puedas reflexionar sobre todo aquello que ha pasado.

-está bien, si eso es lo que quieres, queda en tus manos has lo que te plazca y gástate todo lo que quieras, ahora si ya es todo largo de mi habitación

Me gire con la ayuda de la silla para darle la espalda, pero en eso se hoyo un gran portazo, y de inmediato al otro lado de la puerta los sollozos que mi madre emitía.

Fin Del Flash-Back

Necesito tomar algo de aire, tengo que salir de aquí y despejar algo mi mente, asi que tomo de inmediato mi celular y sin pensarlo tanto marco el número de mi chofer.

Uno dostres pitidos, por dios cuánto tarda en contestar el maldito teléfono, si sigue asi los despediré.

-sí, diga joven

-necesito que prepares el auto de inmediato

-pero joven, la señora Amelia me ha dicho que no lo deje salir si no está ella para acompañarlo

-no me interesa, tu trabajas para mí y si no lo haces te despediré, yo soy tu jefe y aquí el que manda soy yo no ella

-está bien joven

Pero quien se cree para prohibirme salir de mi propio departamento.

Ya en el auto Frank comienza a conducir sin rumbo alguno.

Pero de repente siento una opresión fuerte en el pecho, y no sé pero algo me dice que encontrare lo que siempre he estado buscando por mucho tiempo.

¿que sera esta sensación que siento?

Nunca antes había sentido un dolor asi sera que...

¿moriré de un paro cardiaco?

No creo, aun soy muy joven, pero si es eso que pase rápido, asi la muerte me ara un gran favor al llevarme, para que deje de sufrir de una ves por todas.

Saliendo de mis pensamientos, no me había fijado que nos toco parar por culpa del semáforo que estaba en rojo, maldito semáforo ponte en verde ya, que quiero irme de aquí lo mas lejos que se pueda.

Pero en eso como si alguien me digiera, mira ahora mismo hacia la derecha, la vi a ella, la mujer mas hermosa que nuca antes mis ojos hayan visto.

Piel blanca como la nieve, ojos verdes como dos aceitunas,labios rojos como las fresas los cuales formaban una hermosa sonrisa, cabello negro como la noche, es real mente bella. Pero que cursi y tonto sonó todo eso que pensé.

Lo que no me gusto despues de unos segundos de haberla observado, era que le estaba sonriendo aun hombre que le estaba pagando un gran ramo de rosas que llevaba en las manos, que se vaya pronto ese señor.

No se en que momento comencé a sonreír como un idiota enamorado al ver que esta afuera llevando unas flores en las manos, las cuales dejo una pequeña cubeta, y mas al ver que aquel hombre se alejaba poco a poco de la chica de las flores y salía de aquella florería, por fin hasta que alguien escucha mis plegarias.

No se quien seas y cual sea tu verdadero nombre , pero por ahora te llamare como aquellas flores que llevas entre tus manos...

Violeta

LAS MARCAS DE LA VIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora