Capítulo 2

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- Son cinco con veinte, ¡que aproveche!- Guardó el dinero en la caja registradora y pensó en lo feliz que sería con todo lo que había allí dentro. Un viaje, alguna cena en un restaurante caro, un teléfono nuevo...Peacie levantó la mirada cuando vio que la puerta se abría y vio que Calum entraba con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Eh tío! -saludó al compañero de trabajo de su amiga con dándole unas palmadas en la espalda- ¿Cómo te va?

- No hemos parado en todo el día -rió el chico. -¿Os vais de fiesta?¿O tenéis algún tipo de cita romántica? -Peacie y Calum hicieron un gesto de desaprobación acopañado de una carcajada.

- Vamos a cenar a un mejicano con unos amigos de Cal- Peacie miró el reloj y vio que todavía le quedaba un cuarto de hora de jornada. 

- Puedo ocuparme yo de lo que queda, no creo que vengan muchos clientes en estos quince minutos.

- ¿De verdad?

- Claro que sí, hoy por ti, mañana por mi. -el chico guiñó un ojo.

- Gracias Ash. Te debo una.

- No hay de qué, ya sabes.

Peacie se quitó el delantal y lo dejó colgado en el almacén. Se puso una chaqueta de cuero y un collar que llevaba en el bolso. Puesto que el uniforme de trabajo consistía en un pantalón negro y en una camiseta holgada blanca, quería darle un toque ligeramente más formal. Aprovechó también para ponerse un poco de pintalabios rojo. Cuando salió, Calum estaba en una mesa tomando un refresco.

- ¿Estás lista?- dijo dejando la botella de lado.

- Ahá. ¡Nos vemos mañana Ash!- despidió a su compañero.

- ¡Que aproveche! - Ashton les hizo un gesto con la mano mientras tomaba nota a los que serían los últimos clientes de la noche.

Cuando llegaron al restaurante, Sophie y algunos amigos más esperaban en la puerta.

- ¡Ey! -dijo sonriente- ¡os esperábamos, me muero de hambre!

Sophie era una chica rubia, bajita y con una mirada castaña muy dulce. Era amiga de Calum desde hacía muchos años y habían salido durante un tiempo pero ambos admitieron que es algo que nunca funcionaría. Ahora vivía con su novio, Michael, en un apartamento en Hackney.

- Tranquila gorda, ya hemos llegado para rescatarte - Calum le agarraba por los hombros riendo. 

Peacie y Sophie se saludaron con un abrazo, hacía mucho tiempo que no se veían. Después saludó a Michael, el novio de Sophie. Era un chico con grandes ojos verdes y que solía cambiar de color de pelo a menudo. Esa vez lo llevaba rosa.

- Algún día te quedarás calvo, Mike - rió Peacie.

- Sophie me querrá igual - le abrazó por la cintura y apoyó su cabeza sobre la de su novia.

- Eso está por ver - bromeó Sophie- Bueno, supongo que no os conoceréis. - dijo refiriéndose a los otros chicos que estaban con ellos.- Estos son John y Luke. Ellos son Peacie y Calum.

Todos se saludaron. Calumy y John ya se conocían de una fiesta a la que habían ido juntos. John era un chico alto y con unos hombros muy anchos. Tenía el pelo castaño, los ojos verdes, y un monton de pecas salpicándole la cara. Luke sin embargo era rubio, con los ojos azules y muy delgadito. Tenía un piercing en el labio inferior, algo que a Peacie le parecía demasiado adolescente.

Cuando entraron, un camarero les llevó hasta la mesa que tenían reservada. Las chicas se sentaron juntas y empezaron a hablar de cómo les iba la vida. A Sophie le iban a cambiar de tienda el mes siguiente y estaba muy nerviosa por ello.

- Imagínate que me llevo mal con mis compañeros, o que no les caigo bien o...¡yo que sé!

- No me extrañaría, eres una repelente - Sophie le dio un codazo a Michael que reía.

Pidieron unos nachos con guacamole para compartir. Después Peacie pidió dos quesadillas y dos tacos y para beber cerveza con tequila. La cena transcurrió tranquilamente, hablando de todo un poco y riéndose mucho. John era un chico muy gracioso que no paraba de hacer bromas con Michael. Luke sin embargo era un poco más tímido y de vez en cuando dejaba de atender para mirar el móvil. Cuando acabaron de cenar pidieron una ronda de chupitos de tequila.

- Voy a fumar - dijo Luke levantándose tras tomárselo - ¿alguien viene?

- No fumo, pero vamos - dijo John. Los dos salieron del restaurante. 

Mientras los dos chicos estaban fuera, Peacie pidió otra cerveza y aprovechó para chatear con Harry.

"¿Qué tal estás? Te echo de menos. Mañana salgo a las siete, ¿tenemos algún plan?"

"Peeeeeee, pues estaba pensando en que podríamos hacer maratón de Juego de Tronos, llevo cuatro capítulos atrasados. Todavía acabo de llegar a casa ahora, no puedo más :(, yo también te he hechado de menos."

"Me parece un plan eeeestupendo. En cuanto llegue a casa te mando un mensaje, tenemos que venir a este restaurante ¡te iba a encantar!"

"Pues en cuanto cobre te invito. Avísame cuando estés sana y salva, bicho. Te quiero."

Cuando pagaron fueron a la boca de metro más cercana. Por suerte todavía había trenes, ya que había empezado a llover y la parada de autobús quedaba bastante lejos de la casa de Peacie y Calum. Todos se despidieron y quedaron en verse en otra ocasión.

- John es geniaaaaaal - dijo Calum mientras se hacía un chocolate caliente- creo que él y Mike deberían hacer un monólogo juntos.

- Entonces dejaría de ser monólogo.

- Ya me entiendes Pe. Luke me pareció bastante tímido.

- A mi también - asintió Peacie.- Supongo que le costará soltarse delante de la gente nueva.

- Ya, es posible.- se sentó en una silla.- Mañana tengo el día libre, creo que voy a ir de compras. Necesito unas Vans nuevas.- miró a sus pies negando con la cabeza. Sus Vans, que un día habían sido negras, ahora eran de un gris bastante desgastado.

- Yo dormiré con Harry, hace días que no le veo.

- ¡SIIIIII, TENDRÉ LA CASA PARA MI SOLO! ¿Puedo dormir en tu cama? Hace siglos que no duermo en una cama de matrimonio.

- Haz lo que quieras Cal - rió Peacie- sé que lo harás solo así que no hay problema.- Peacie miró el reloj- voy a dormir, mañana me espera un día bastaaaante largo -suspiró. 

Antes de dormir preparó la ropa que iba a llevar al día siguiente y metió una camiseta más en la mochila para poder cambiarse en casa de su novio. Encendió una vela y se tumbó en cama a escuchar música, concretamente el último disco de Ed Sheeran. Y antes de que se diese cuenta, se había quedado dormida.

West CoastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora