Nota + 4

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Hola queridos lectores! espero que estén disfrutando la novela :) Les traigo unos avisos, he notado que los capítulos se hacen muy largos para leer de una sentada por lo que voy a acortarlos o dividirlos. A mi en verdad me cuesta escribir capítulos cortos, sera porque divago mucho jaja También les cuento que estoy haciendo un taller literario así que mi redacción va a ir cambiando, espero para bien y sino me dicen que opinan n.n La imagen que adjunto es de como me imagino yo a Keila, ustedes la imaginan diferente? Saludos con amor!



Estoy esperando a Keli en la puerta del instituto, con los nervios voy cambiando mi peso de una pierna a la otra constantemente. Que tendrá pensado hacer? Podríamos ir a tomar algo, tal vez un café. Conozco un lugar cerca de acá que me gusta visitar cuando quiero estar sola, se lo podría proponer.

-Hola- casi me caigo al escuchar su voz pero en mi defensa apareció por mi espalda- Tranquila conejito, solo soy yo, a menos que esperes a alguien más- al decir esto cruza sus brazos y sonríe con maldad, yo en cambio siento mi cara tornarse roja. No solo estaba insinuando cosas sino que me apodo "conejito"

-Por supuesto que no, te esperaba a ti. Que por cierto tardaste demasiado, me estaba por ir- pongo cara de enfado sin embargo no me siento así- Tampoco me llames así, sabes perfectamente que mi nombre es Alex

-Como digas- pasa su mano por el pelo acomodándolo detrás del hombro, todo sin perder su sonrisa de superioridad que ya veía típica en ella- Vamos, hay que ir a mi casa

Sin dejarme tiempo a reproche empezamos a caminar, esta es la segunda vez que voy a su casa pero no se siente más cómodo. Ambas vamos calladas una al lado de la otra, el camino se me hace eterno y me estoy planteando si esto es buena idea, podría rechazarla amablemente. No le importaría tanto que cancele nuestros planes, sean cual sean, si no somos amigas. Me preparo para hablar cuando me silencia un imponente portal que remarca su casa, siento la situación encima mío tan pesada que no me deja respirar. Es oficial, ya lo jodí y no me queda otra que seguir.

-Subamos, mi habitación es arriba

Me siento mareada, desconectada de la realidad, el corazón me empieza a latir más rápido y no necesito preguntarme que me pasa porque no es el primer ataque de pánico que me da. A penas pongo un pie en el piso superior escupo mis primeras palabras desde el instituto.

-Donde está el baño?

Por su cara de confusión veo que nota que algo me pasa, no tengo tiempo de pensar en eso porque necesito alejarme.

-Primera puerta a la derecha

Voy corriendo y cierro la puerta con seguro detrás de mí. Me dejo caer en el piso, pongo ambas manos en mi pecho y empiezo. Es difícil pero de a poco logro calmar mi respiración, mi pulso se desacelera y puedo pensar claramente. El silencio acompaña cada rincón de esta enorme guarida, podría llevar una hora acá dentro y no haberlo notado. Me da vergüenza pero debo salir de este cuarto tan cómodo y solitario. Al abrir la puerta lo primero que veo es la cara de Keli, ambas nos miramos unos segundos muy largos.

-Todo bien?- agradezco que sea lo único que pregunte

-Todo bien- me toma de la mano y me lleva a lo que supongo es su pieza. Definitivamente estoy mejor

-Bienvenida a mi bunker, ponte cómoda- me mira de arriba para abajo- debo prestarte ropa antes de irnos

-Ir a dónde?

-Pues parte de mi disculpa es llevarte a un bar a tomar algo

No me lo creo, esta chica está loca. Primero que no tenemos edad para beber alcohol, segundo y lo más importante ¡ni me lo ha preguntado!

-Ni loca

-Vamos Alex, va a ser divertido. Te lo prometo!

Era imposible explicarle a Keila que odiaba esas salidas por lo incomoda que me sentía conmigo misma, por tener que elegir ropa, zapatos, maquillarme y hasta peinarme. Como si fuera poco, ella con su escultural cuerpo me quería prestar ropa, a mí!. Todo esto era una locura, no obstante a mi lado estaba ella tan parecida a mama. Mirándome con esperanza, con ganas de vivir, queriendo compartir algo conmigo y sentía que iba perdiendo la lucha. Exhalo un largo suspiro y la miro.

-Con una condición, solo una cerveza

Ella me abraza con emoción, y siento a ambas en mi corazón. Tal vez por una noche todo podía estar bien.

-Definitivamente no

Keli me dio un vestido al cuerpo color morado para ponerme, es más corto de lo normal en mi armario y por supuesto más ajustado. Estoy muy incómoda con él, tiro de abajo para bajarlo pero es en vano, me devora con hambre y me siento una víctima dentro de él.

-Yo creo que te queda bien- no lo dice mirándome, pero me hace dudar.

-Muestra mucho, la verdad no es mi estilo- me miro las piernas que quedan a la vista y me dan ganas de esconderlas bajo kilos de ropa.

-Pues entonces pruébate esto- lo veo y me encanta, su color verde musgo con pintitas rojas, moradas y azules es mágico. Keila es más alta que yo así que me queda un poco arriba de las rodillas. A pesar de que no hace demasiado frio no dudo en ponérmelo.

-Como me queda?- me mira durante un par de segundo que me duran tanto como una noche de melancolía.

-Te queda muy bien, déjame peinarte y quedaras lista

Por supuesto ella está muy bien arreglada, tiene una pollera que le cubre lo necesario, un top con tirantes y botas bucaneras. Su maquillaje resalta sus ojos verdes y los rulos que se hizo en el pelo le queda muy bien. Ciertamente me intimida.

 Ciertamente me intimida

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-Así que... Tu novio tiene nombre?- me saca de mi pensamiento y pienso bastante la respuesta.

-Emmm si, se llama Tobías. Somos novios hace un año y tres meses.- por algún motivo no me apetece hablar de Tobi, puede que se deba a que me ha estado escribiendo y no le he contestado. Sabía que iba a verme con Keli a la salida del instituto, no le dije que íbamos a salir cuando siempre le cancelo ese tipo de salidas a él. Mi mejor opción es no hablarle.

-No es tanto tiempo, tienen planes para cuando terminen la secundaria?

Es un tema complicado, lo hemos hablado pero nunca llegamos a un acuerdo. A mí me gustaría seguir juntos en la misma universidad, el principal problema es que todavía no decido que estudiar y él va a ir a la universidad antes que yo.

-Parece que no es un buen tema, tu cara de conejito lastimado lo dice todo

-Hey, no me llames así

-No lo niegas, tengo razón entonces- mierda, seré tan fácil de leer?

Ninguna de las dos sigue hablando después de eso. Cuando termina de peinarme tengo un poco más de confianza en mí misma, nos dirigimos a la cochera y para mi sorpresa (o no tanto) Keli tiene un auto a su disposición en el que vamos a destino. 

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