Lo que nos une

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El bar no es nada como me lo esperaba, los colores son apagados y la gente se ve como criminales. No creo que sea un lugar apropiado para dos chicas ni entiendo porque me trajo aquí. Tal vez planea venderme en el marcado negro después de ponerme muy ebria, al fin y al cabo estoy en un bar con una chica que recién conozco y nadie lo sabe.

-No creo que sea un buen lugar Keli...- mi voz se va apagando a cada palabra, me da miedo que alguien me escuche. Todos nos miran en la entrada y estoy atenta al mínimo movimiento.

-De que hablas? La gente aquí es muy amable y nadie te va a juzgar por nada, al contrario les va a encantar conocerte- se aleja de mi caminando directo a la barra, me quedo sola unos instantes pero entre entrar con ella o quedarme sola en medio de este bar prefiero seguirla. Está sentada hablándole al barman cuando llego.

-Carlos una cerveza para mí y mi amiga- el tal Carlos me repasa con la mirada unas dos veces y no quiero saber lo que está pensando

-En seguida cariño

-Acá nos dejan tomar aunque seamos menores, pero para eso hay que vestirse como las demás.- doy una rápida mirada alrededor nuestro y entiendo lo que dice, todas las mujeres llevan poca ropa y tienen compañía masculina. Parece que todas consiguen lo que quieren. Carlos vuelve con dos tarros de cerveza bien fría y ya la necesito para calmarme un poco.

-Brindemos por una nueva amistad y por la muerte que nos rodea!- chocamos vasos y me pone nerviosa con su comentario, le termino dando un trago más largo de la cuenta a mi bebida y me da hipo.

-Tranquila conejito, hay que volver a casa- se ríe de mí pero me mira de arriba abajo, no puedo mantener su mirada y terminamos hablando las dos a la vez.

-Tengo que ir al baño

-Deberías sacarte el abrigo

Se produce un silencio incómodo y tomo yo la palabra de nuevo.

-Ya vuelvo

Voy caminando con la vista en el piso, no quiero problemas con nadie y algo me dice que esta gente se enoja con facilidad. Doy una vueltas perdida hasta que me topo con el baño de mujeres, que gracias al cielo no es mixto, y hago la cola. Las chicas delante mío dejan de hablar cuando me ven y me ponen incomoda. Cuando llega mi turno paso rápido. Estas cuatro paredes son mi mundo seguro en este momento, respiro profundamente aunque me arrepiento de ello en cuanto el aire llena mis pulmones. Escucho hablar a las chicas que estaban delante de mí en la fila, no presto atención hasta que la nombran.

-Keli vino acompañada

-Esa niña no va a durar, es una mimada de mamá y papá

-Yo no diría eso frente a Keli, ya sabes de lo que es capaz

Me quedo atónita, mareada. Estaban hablando de nosotras, esas estúpidas no me conocen sino sabrían que no soy una niña mimada de mamá y papá... pero que dijeron de Keli? A que se referían? Cuando no las escucho hablar más salgo del baño y voy directo a la barra. Veo de lejos a las dos chicas que me miran riéndose. Apuro el paso hasta encontrarla pero no está sola.

-Tu no aguantarías una noche - su carcajada suena más fuerte que la música, nunca la escuche reírse así

-Quien es ella?- de repente los tres me miran a mí, me quedo callada.

-Ella es Alex, es toda una conejita- todos estallan en risas y me indigna, quiero irme ya de este lugar.

-Keli, me parece mejor si me voy