Hasta que el "por siempre" nos separe || Chrisdiel [Editando]

24 de Agosto de 2016

-Bueno chicos- Habló Renato llegando hacia ellos. -Chris y Zabdiel comparten habitación, como siempre, Richard con Joel y obviamente Erick con su madre.

-Renato, ¿Puedo cambiar de habitación con Joel?-. Preguntó Christopher a lo que todos lo miraron sorprendidos y Zabdiel giró los ojos molesto.

-Hagan lo que quieran-. Se acercó a Renato y tomó las llaves de su cuarto-. Me voy.

Aún todos aturdidos miraron a Zabdiel irse y a Christopher con la cara roja de la ira.

-Entonces Joel, ¿Cambiamos habitación?-. Miró a este con los brazos cruzados.

-Ehh... yo..-.

-Las habitaciones están puestas-. Interrumpió Renato. -Así quedarán-.

Asintiendo todos se dirigieron a sus respectivas habitaciones.

-Ah vaya-. Dijo Zabdiel abriendo la puerta.

-¿Por qué diablos actúas tan mierda?-. Dijo Veléz entrando a la habitación con los brazos cruzados.

-Vaya, ahora yo tengo la puta culpa-. Gritó Zabdiel.

-Es que... ¿Por qué no puedes entender que no estoy listo?-. Gritó con su voz comenzando a cortarse por el llanto que quería brotar de sus ojos.

El menor de ellos estuvo apunto de responder con un grito, pero al ver cómo Christopher comenzaba a llorar, su expresión se suavizó y se acercó a él tomando sus manos.

-Mi amor, lo siento-. Dijo abrazando a Christopher y este enterró su cabeza en su cuello, soltando pequeños sollozos y mojando la camisa del contrario. -Realmente se que estoy actuando paranoico pero, a veces quisiera que todo el mundo supiera que soy afortunado por tenerte como mi pareja, y dejarán de pensar que solo somos amigos-. Acaricio la cabeza del más bajo.

-Lo se mi amor, lo entiendo-. Christopher se separó pero sin dejar mucha distancia.- Pero quiero que entiendas, tengo miedo, ni siquiera he querido que les digamos a los chicos. Trata de entender, por favor.

-Lo entiendo-. Beso sus labios lentamente.- Y esperare, todo lo necesario.

Ambos chicos se besaron nuevamente y se separaron para poder meterse a la cama.

Zabdiel rodeó con sus brazos la espalda de Christopher y este se acurrucó contra el pecho del otro.

De Jesús comenzó a acariciar la cabeza del mayor.

-Te amo-. Susurro sobre su pecho.

-Uhm... te amo más de lo que pudieses imaginar-. Zabdiel respondió y besó su cabeza para ambos quedar dormidos.

Acurrucados, el uno sobre el otro.