Together (#1 Libro de la saga: Lo que se esconde entre las sombras).

Capitulo 5 {Leah}

Es fácil perderse en tu propia mente.

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Lo sucedido después lo recuerdo con lagunas, recuerdo encontrarme en casa mientras mamá me arrastraba escaleras arriba hasta llegar a mi habitación y como mamá me ayudaba a sacar la maleta de debajo de la cama. Escuchaba a papá por teléfono pidiendo un boleto para el próximo vuelo a no sé dónde. Yo no entendía nada pero igual que mamá recogía ropa del armario y las arrojaba sin mirar lo que era a la maleta. También soy consciente de como mamá salía del cuarto casi derrapando para buscar mis cosas del baño. Como Buster un poco traumatizado se escondía debajo de la cama. Mamá y papá se gritaban en el pasillo, diciendo que se estaba haciendo muy tarde, que tardarían poco en venir, que ya me enviarían las cosas luego. Como mamá entraba en mi cuarto mientras lloraba y me sujetaba por los hombros y mirándome a la cara me decía algo. Ella me pasó las manos por la cara y me sentó en la cama, para continuación dirigirse al armario abierto de par y par y me pasaban unos vaqueros y una camisa nueva.

        -Leah, cámbiate ¿vale? Tienes que cambiarte, vamos a bajar la maleta y a buscar una cosa en el cobertizo, estarás bien, baja y nos vamos, ¿entendido?- Me hablaba como si fuera tonta, pero ella debía de ver cómo me encontraba en este momento, al ver que yo asentía levemente, me dio un beso en la frente- Te queremos ¿lo sabes? Aunque seas diferente que nosotros te vamos a seguir amando.-Tras decir eso se fue corriendo escaleras abajo.

Notaba como los brazos me pesaban, como si hubiese hecho miles de pesas, complicadamente me conseguí sacarme el precioso jersey que ahora estaba salpicado de manchas rojas y de barro.  No sé cómo, pero conseguí vestirme, pero ahora me encontraba bajando la escalera agarrada por el manillar mientras Buster me seguía con la cabeza gacha, el también notaba la tensión.

Papá me esperaba con la puerta abierta del todoterreno cuando salí fuera de casa. Fui hasta la puerta del coche y subí tras que lo hiciera Buster, me amarre el cinturón mientras papá se metía en el coche y mamá venia corriendo con un bulto entre los brazos. Desde que ella se metió en el coche, este arranco y salió con un gran chirrido que resonó en la urbanización. El coche estaba en un gran silencio cuando decidí romperlo, fue como romper un cristal, rajándose por medio.

        -¿A dónde vamos?- Dije con una voz ronca debido al llanto.

        -Cariño, la que se marcha eres tu-Dijo mamá dejándome en shock.

        -¿Qué?-Dije soltando una risa nerviosa cuando salí de el- Yo no quiero irme, ¿Por qué tengo que hacerlo?

        -Es por tu bien, estarás en peligro si te quedas- Intento entrar en razón mi madre conmigo.

        -No no no, yo quiero quedarme.

        -Joder Leah,-Grito mi padre por primera vez desde que habíamos llegado a casa- Si te quedas te mataran-Dijo mientras me miraba por el espejo retrovisor.

        -¿Quién quiere matarme?-Pregunte mirando con pánico a mis padres.

        -Los cazadores-Dijo él.

        -¿Quiénes son ellos?-Pregunte mientras intentaba relajarme tocando el lomo de Buster.

        -Ellos están por todos lados, puede ser cualquier persona y se encargan de acabar con seres como tú- Siguió papá.

        -¿Seres? Yo no soy ningún ser, yo soy Leah, Leah asecas.

        -Leah eres un ser, un sobrenatural, te guste o no, tú fuiste quien controlo la tierra -Explico mi madre.