- Agustinita.
Agustina se giró hacia un sonriente Taehyung. Se encontraban en mitad del pasillo. Después de terminar matemáticas ella había salido lo más rápido posible del aula, casi huyendo. Pero no lo suficientemente rápido al parecer.
Acabamos de salir de clase... ¿no me va a dejar respirar?
Ella prácticamente le gruñó, dándole a entender que su presencia era no grata. Pero eso no desanimó la inquebrantable actitud de su compañero.
- ¿En tu casa o en la mía?
Agustina le frunció el ceño ante la pregunta.
- Te morías por decir eso, ¿eh?
Tae sólo respondió mostrándole todo sus dientes, con sus labios formando un perfecto cuadrado.
Agustina miró a un lado, pensativa. Recordó repentinamente las pastillas en la mesita de noche de su habitación, las fotos que ella aún mantenía de su familia cuando era más pequeña... No pudo deshacerse de ellas, y aunque fuese un recuerdo doloroso, los echaba de menos.
Agustina le devolvió la mirada a Taehyung.
- En la tuya - sentenció.
La cara de su compañero de trabajo se descompuso por la decepción cuando escuchó eso.
Vaciló, debatiéndose entre si debería llevarle la contraria a la malhumorada de Agustina o no.
- ¿Qué? - preguntó Agustina cruzándose de brazos - ¿Algún problema?
Por dios, y si lo era, ¿por qué no le había dicho directamente que quedaban en su casa?
- Es que... es que... - la mirada de Tae se desvió hacia la derecha y frunció el ceño, confundido - Estoy... ¿temblando? - Agustina hizo una mueca de desconcierto.
¿Qué estaba diciendo ahora el cabeza hueca?
- ¡No, no! - el grito repentino asustó a Agustina, mientras que Tae aireaba los brazos aún mirando con los ojos desorbitados a la derecha - ¡Quiero decir! En la mía no se puede porque... ¡OBRAS! - chilló nuevamente chasqueando sus dedos y ahora por fin devolviendo su mirada a su compañera.
A Agustina le pareció oír como si alguien se diera en la frente con la mano abierta.
Todo el pasillo se les quedó mirando en silencio. Pero la curiosidad del resto de estudiantes enseguida murió cuando Agustina los fulminó con la mirada. Odiaba ser el centro de atención.
Le frunció el ceño a Taehyung.
Y con este pesado y sus amiguitos, siempre lo era.
- ¡Eso es! ¡Obras! - continuó Taehyung en un tono más bajo, sin darse cuenta del alboroto que había causado.
Agustina elevó una ceja. No se lo tragaba. Estaba actuando más rarito de lo habitual, que ya es decir.
Su mirada se desplazó hasta donde miraba Tae a la derecha y los vio. A todos los imbéciles reunidos intentando no ser vistos tras un casillero.
- ¡¿Q-Qué miras?! - exclamó alarmado Taehyung, intentando cubrir a sus estúpidos y molestos amigos con su cuerpo.
Pero ya era muy tarde. Ya había visto cómo le seguían haciendo señas al tonto de Taehyung, imitando taladradoras y martillos. En cuanto se percataron de la mirada de la chica sobre ellos, enseguida se "escondieron". Aunque Agustina aún podía ver todas sus cabecitas llenas de aire sobresaliendo.
Y para colmo, Jimin parecía demasiado concentrado en la pésima actuación de Taehyung como para darse cuenta de que Agustina los había pillado.
Parecía darle ánimos a su amigo, cerrando sus manos en puños y moviéndolas de arriba a bajo.
Su mirada no tardó en encontrarse con la de Agustina y cuando eso ocurrió, se congeló en su sitio. Abriendo los ojos de manera exagerada y sonrojándose hasta las orejas. Agustina simplemente elevó la ceja.
- ¡Escóndete, Jimin! - gritó en un susurro Jungkook, cogiéndole por el cuello de la camisa y tirandole para atrás.
Irónicamente, la cabeza de Jimin era la única que no podía ver.
- ¡Q-Que no hay nada ahí! - continuó Taehyung aireando sus brazos para llamar su atención e interponiéndose en su campo de visión.
Agustina rodó los ojos y le devolvió la mirada.
Era bastante obvio lo que pasaba ahí.
El grupo de idiotas, tras haberse decepcionado con la elección de Agustina, habían convencido a Taehyung para quedar con ella en su casa. Seguramente, muertos de curiosidad por saber más de la chica y de cómo era su su cuarto. O para acosarla, quién sabe.
Agustina le frunció el ceño.
- En tu casa.
- P-Pero...
Agustina se dio media vuelta dejándolo con la palabra en la boca.
- ¡Espera!
Escuchó pasos tras ella y decidió pararse en seco. Se giró, viendo como Taehyung casi se chocaba con ella.
Agustina se cruzó de brazos mirando como Taehyung recuperaba el equilibrio.
Le alzó una ceja dándole a entender que se estaba impacientando.
- N-No sé tu número... - Agustina rodó los ojos - Deberías dármelo para acordar a qué hora nos veremos y tal... - decía rascándose la nuca, delatando su inseguridad.
Ya. Claro.
Y yo nací ayer.
- El sábado, a las cinco.
- Pero-
- ¿Tienes un boli? - le cortó.
- ¿Eh? - respondió con una mueca de confusión.
Agustina rodó los ojos, se quitó la mochila de los hombros y empezó a rebuscar dentro de esta. Cogió su agenda y casi se la tiró al pecho de Taehyung.
- Aguanta.
Por suerte, él la cogió al vuelo, aún sin entender muy bien qué estaba pasando.
Agustina sacó de su estuche un boli y se lo tendió a Taehyung.
- ¿Qué estás-?
- Escribe tu dirección - ordenó.
- Pero - Taehyung se quedó mudo y empezó a alternar su mirada de nuevo entre ella y su grupito de amigos - Yo...
Agustina bufó.
- O empiezas a escribir ahora mismo o empiezas a hacer el trabajo tú solo - amenazó sin un gramo de paciencia.
Le agotaba tener que lidiar con él.
Taehyung hizo un leve puchero con sus labios mirando a sus amigos, en un intento de disculpa. Abrió la agenda por el final, dónde había unas páginas en blanco, y le apuntó su dirección.
- ¿Sabrás lle-?
Agustina se dio media vuelta tras arrebatarle el boli y la agenda de sus manos. Mientras caminaba, lo metió todo a presión en su mochila.
- ¡Espera! - volvió a chillar Taehyung a sus espaldas - ¡No sabes si el día me v-!
- ¡Te va perfectamente! - le gritó de vuelta sin siquiera voltearse.
Ya la tenían harta.
Suficiente de estos idiotas por hoy.
Y eso que solo era segunda hora...
Antes de salir al patio, Agustina pasó por el lado de los casilleros donde se escondían las otras cinco molestias andantes.
Intentaron disimular, apoyándose en los casilleros intentando verse bien. Aunque bajo lo ojos de Agustina eran más bien patéticos.
- Hola...
- Ey...
Pero Agustina los ignoró, sin siquiera mirarles.
Imbéciles.
YOU ARE READING
¡Hola, Agustina!
FanfictionAgustina es la chica más fría de su clase pero también la más bonita. Se transfirió desde Daegu a mitad de curso, sin explicación aparente. Con un aura de misterio siguiéndola, tiene a varios chicos de su clase prendados. Hoseok, JungKook, Jimin, Na...