Capítulo 1.

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–Pasajeros con destino a la ciudad de New York por favor abrochar sus cinturones, estamos por aterrizar–. Levanto mi cabeza de mi libro al escuchar la voz de la azafata por los altavoces y abrocho mi cinturón.

–¿Vienes a casa a pasar las festividades con tu familia, querida?– regreso la vista para ver a una señora con cabellos canos y una dulce sonrisa.– He escuchado que este año el árbol de navidad del Rockefeller Center será hermoso, mi hijo ayudo para su decoración- sonríe como si estuviera recordando algo realmente bueno– A él siempre la ha gustado la navidad y está muy feliz de que este año estemos todos juntos, Él vive solo en la gran manzana y no ha podido viajar a Roma como se tenía previsto, para pasar navidad y año nuevo en casa de mi hija. Pero como queríamos pasar en familia hemos decidido nosotros viajar. Ya sabes la familia es primero– ¡Oh! Dulce señora no hace falta que ni me lo diga.

–No realmente, viajo por trabajo ¿y dónde está su familia?, ¿no viaja con ellos?­– pregunté, no quiero que siga haciendo preguntas sobre mí y es obvio que es una persona que le gusta hablar bastante. Y que mejor forma de distraerla que dejándola hablar a ella.

–Ah! No ellos viajaran después, aún están trabajando como tu querida. Yo por suerte ya pase esa etapa pero la labor de madre nunca pasa, así que aquí voy yo a ayudar a mi hijo con los preparativos, pues el pobre le encanta la navidad pero no tiene ni la menor idea de cómo arreglarlo todo–. Me guiña un ojo mientras ríe –Será mejor que vayamos bajando ya hemos aterrizado­.

La señora dulce (y le digo así porque aún no sé su nombre) y yo estamos esperando nuestras maletas. Ella es una persona muy amable pero definitivamente lo que tiene de amables lo tiene de parlanchina desde que bajamos del avión no ha parado de hablar, ahora puedo decir que conozco todo de su vida y si me apuras hasta todo de su familia.

–Querida, ¿hacia dónde vas? Puedo decirle a mi hijo que te de un aventón, nosotros vamos a Upper East Side ¿y tú?–.

–Igualmente a Upper East Side, pero no creo que sea buena idea, no quiero causar molestias. Prefiero tomar un taxi.

–No querida, no te preocupes no serás molestia, igualmente vamos al mismo sitio, seria mezquino de mí no llevarte. Además ya es de noche y puede ser peligroso y los taxis ahora salen muy caros. No hay replica, te llevamos–. Claro y subirme en un auto con alguien que acabo de conocer en menos de media hora no es peligroso. Pero no comento nada, la señora me da confianza.

–Está bien se lo agradecería mucho.-Y por primera vez le sonrió.

– ¡Genial! Ya que hemos solucionado eso. Vamos que mi hijo ya nos está esperando fuera–. Me toma del brazo y me arrastra hasta la salida.

–Tú espérame aquí mientras yo lo busca y que vega a ayudarnos con las maletas, ya regreso–. Y con eso desaparece.

Muevo las maletas a un lado para que no estorben a las personas que están saliendo y saco mi celular y lo prendo. Marco al único número que me sé de memora y espero.

– ¡Amie! Has llegado, he estado esperando tu llamada. ¿Qué tal el viaje?

–Hola Dereck. El viaje bastante normal, mejor de lo que esperaba, ya sabes cuánto odio hacer viajes tan largos, pero esta vez no ha estado mal. Pero te llamaba para saber si ya lograste averiguar quién es exactamente a la persona que debo acercarme. No hay tempo que perder

–Amor relájate, acabas de llegar. Es más, estoy seguro que aún ni sales del aeropuerto.

–Corrección. Ya he salido del aeropuerto. Y déjame recordarte que la última vez que me "relaje" todo termino contigo desaparecido y yo con un vuelo perdido.

–Bueno esa vez solo fueron pequeños problemas técnicos del plan B, pero para eso siempre tenemos el plan C, ¿no? Como sea, si no estás en el aeropuerto debes de estar dando vueltas como loca por new york porque yo en no te he enviado la dirección exacta de tu nuevo apartamento.

–Problemas técnicos... ¡Tú! fuiste el problema técnico, nunca más me dejaré convencer por tus "brillantes" planes y si a Plan C le dices a mi tomando el primer vuelo disponible y de ti atrapado en Roma, pues sí. Fue todo un plan C. Déjame felicitarte.

–Ok, ok, ok! Tal vez no salió del todo perfecto, pero tampoco fue un fracaso total, conseguimos lo que buscábamos ¿no? Que hayamos terminado en el otro lado del mundo el uno del otro, solo fueron daños colaterales, además eso fue ayer. Hoy es un nuevo día y con nuevos problemas. Y ya que hablamos de nuevos problemas no has respondido a mi pregunta, si no estás en el aeropuerto ¿dónde estás?

–Estoy FUERA del aeropuerto, dar vueltas como loco es más tu estilo que el mío, pero está bien, que al final sí que lo hemos conseguido. Pero por los pelos y no gracias a tu ayuda déjame decirte. ¡Y porque sucedió ayer es que aun te lo recrimino!, como sea tengo que dejarte y no te olvides de enviarme la información, ya que estoy aquí hay que aprovecharlo. ¡Y consígueme un apartamento donde quedarme! – Escucho como se hecha a reír y le cuelgo, aún estoy enojada con él.

Doy una vuelta rápidamente y en eso mis pies se enredan con la manilla de mi cartera y caigo, si caigo. En toda la entrada del aeropuerto con decenas de personas viéndome ¡O.M.G!, ¡Qué vergüenza! Esto es Karma por tratar mal a Dereck.

Escucho unas cuantas risas y una mano aparece en mi campo de visión, la tomo y me ayuda a levantar. ¡Dios! nunca he sido de sonrojarme pero, en este caso es imposible no hacerlo.

–Debería tener más cuidado y concentrarse en sus pies en vez de ser tanmandona.­– escucho como me dice una voz masculina, levanto mi mirada y lo veo.     

El capitulo de hoy 

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⏰ Última actualización: Jul 23, 2018 ⏰

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