En ese momento, sonó la campana y me levanté rápidamente de mi asiento. Me dirigí a mi siguiente clase, pero mis pensamientos estaban enredados en la incertidumbre y el dolor. Intenté concentrarme en las lecciones, pero el peso emocional era abrumador. Los murmullos y las risas maliciosas seguían resonando en mi cabeza, como una tormenta de veneno.
Continué el día, tratando de ocultar el dolor que me consumía. Traté de sonreír y actuar como si nada hubiera sucedido, pero por dentro, mi corazón estaba destrozado. Mis amigas intentaron consolarme, preguntándome cómo estaba, pero sus palabras se perdieron en el torbellino de emociones confusas que llenaban mi mente.
Todo parecía estar bien, ¿verdad? Por supuesto, Mike no haría nada que me lastimara, él me quiere, ¿no? Repetí esas palabras en mi mente mientras el profesor impartía su clase. Estaba sumida en mis pensamientos, sin darme cuenta de lo rápido que las horas se desvanecían y llegaba el momento de salir de la escuela.
Descendí las escaleras, llena de ilusión por ver a Mike y despedirme de él con un abrazo cálido. Mi corazón latía con amor y esperanza, aferrándose a la creencia de que todo estaba bien entre nosotros. Con ese pensamiento en mente, me dirigí hacia la salida.
Y allí estaba él. Mike se acercó, me envolvió en un abrazo y con voz tierna me dijo: "Te veo mañana, amor. Te quiero. No les prestes atención, ¿de acuerdo? Confía en mí". Correspondí al abrazo, pero mientras caminaba en dirección contraria, de vuelta a casa, mis pensamientos se convirtieron en un caos absoluto. El mundo a mi alrededor se volvió confuso y oscuro.
Justo cuando pensaba que estaba sola en mi tormento interno, una mano me agarró y me hizo girar. Era Noah, el mejor amigo de Mike y mío. Pude ver la preocupación y seriedad en su rostro mientras me decía: "Lilly, necesito hablar contigo".
A pesar de mi deseo de marcharme, decidí escucharlo. Respondí con sequedad: "¿Qué pasa? Tengo que irme". Noah tomó un respiro profundo y con voz firme dijo: "Es todo una mentira". Quedé desconcertada, sin entender a qué se refería exactamente. "¿Qué es una mentira?", pregunté ansiosa.
Noah prosiguió explicándome: "Mike, todo esto, la actuación de los chicos diciendo esas cosas, es una mentira. Él solo quiere que termines con él, ya no quiere estar contigo y no sabe cómo poner fin a la relación". Sus palabras resonaron en mi mente como un eco desgarrador. Mi corazón se despedazó en mil pedazos y se convirtió en cenizas.
"¡Llámalo!", le respondí con la voz entrecortada. Noah hizo la llamada y Mike se acercó, confundido, preguntando si todo estaba bien. Mantuve la frialdad en mi voz y pronuncié las palabras que más me dolían decir: "Terminamos". No mostré ni un ápice del dolor que me consumía, de lo completamente destrozada que me sentía en ese momento.
La respuesta de Mike fue un simple "ok", sin mostrar remordimiento o alguna señal de que lamentaba lo sucedido. Me di la vuelta rápidamente y caminé hacia mi clase. Mis amigas me seguían, preocupadas, preguntándome cómo estaba, pero sus palabras parecían distantes. Todo a mi alrededor se desvanecía. Solo deseaba que todo terminara, que pudiera escapar de aquel abismo de dolor y encontrar paz en algún lugar desconocido.
Mis risas se volvieron descontroladas, vacías, como un eco hueco en mi interior. Mis amigas seguían buscando respuestas, pero yo no podía decírselas. Mi mente estaba en un caos absoluto, mi corazón hecho añicos en mil pedazos. En aquel momento, todo lo que anhelaba era huir de la realidad, dejar atrás el dolor y encontrar la ansiada paz en algún lugar desconocido.
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Enamorada de mi mejor amigo
RomantikLos mejores amigos siempre se convierten en novios ¿no? Eso es lo que siempre vengo negando, me enamore de mi mejor amigo... "Enamorada de mi Mejor Amigo" es una cautivadora historia sobre Lilly, una adolescente de 14 años que se encuentra en su p...