Trapped in My Mind

136 3 0
                                    

Reversión de "La Bella y la Bestia".

   Una pradera cálida, la hierba tan verde que parece brillar bajo la intensa luz del sol, el cielo celeste, no hay una nube que opaque su belleza, esa sensación de paz que transmite el lugar. Un poco más allá un gran rosal con sus flores tan rojas como la sangre derramada y las espinas tan largas y afiladas como agujas, tan hermosas como terribles, siniestras. El ruido de los pájaros, la suave brisa fresca, complementan el lugar y dan una sensación de vida increíble, muestra una perfección que incluso parece mágica, una inocencia que es de cuento de hadas...

   Es difícil de creer, casi imposible te diría, que se encuentre en una realidad tan cruda como aterradora, en aquel lugar, tan gris, siniestro, triste, con tanta falta de vida que con cada escalofrío es como si la muerte te recorriera la espalda.

   Ella abrió sus ojos lentamente, con la vista fija en las paredes blancas vacías, salvo por la puerta que permanece siempre cerrada bajo varias llaves. Sería peligroso de no ser así.

   Sin embargo, Bella no vio nada de eso. Se encontraba en la sencilla pocilga en la que vivía desde pequeña, luego de la muerte de su madre, con su padre, a quién hace un par de días no veía. Este se encontraba en los alrededores de la ciudad, vendiendo sus inventos en el mercado. O eso creyó.

   Tomó varias cosas que encontró y se dirigió a buscarlo. Caminó y caminó, pero al llegar allí, él no estaba. Un hombre alto ocupaba su lugar, con la mirada tan oscura que provocaba miedo.

   Ella se sentó aún con la vista fija en la pared, sin reparar en el chaleco de fuerza que la envolvía, sin reparar en nada más que en lo que proyecta su mente.

  Él simplemente la miró. No podía ocultar los oscuros pensamientos que se reflejaban en sus ojos.

   Bella sintió miedo, pero aún así se acercó. Él lo notó y cuando le preguntó por su padre tan solo se encogió de hombros y le sonrió cínicamente. La verdad era conocida por todos, salvo por la inocente chica.

   Bella regresó por donde vino, atravesando el mercado, cuando vio un espejo antiguo que le llamó la atención. El mango era de oro seguramente, decorado con rosas bien trabajadas del mismo material. Algunas pequeñas piedras decoraban su revés, formando un camino desde las flores hasta el borde del espejo. Era sencillamente hermoso, así que lo tomó para observarlo mejor.

   Al reflejarse en él, la muchacha comenzó a reproducir imágenes en su cabeza, era una chica, seguramente mayor que ella, con la expresión afligida, mirando la foto de su padre, aunque no entendía por qué. Ella le rogaba que volviera, que no la dejara, mientras dos hombres vestidos completamente de azul la retenían mientras un tercero con bata blanca y jeringa en mano pedía que se tranquilizara. Le inyectó algo en el brazo y luego todo se volvió negro para ella.

   Cuando salió de su ensoñación lo volvió a dejar en su lugar, algo desencajada. No entendió que fue lo que pasó, aunque supuso que fue obra de su imaginación.

   Retomó su camino, y la semana siguiente, al igual que las próximas hizo el mismo camino, sin embargo no obtuvo resultados diferentes.

   Aunque algo en ella cambió. Aquel sujeto tan extraño le causaba curiosidad. Su aura oscura y el misterio que él implicaba le comenzaba a atraer. Y no solo eso. También el hermoso espejo que decidió comprar luego de varias situaciones similares a la ocurrida el primer día en el mercado.

   Bella no entendía qué sucedía, en otro episodio, cuando lo tomó en sus manos la misma chica apareció en su mente, sentada en una cama pequeña e incómoda, mirando hacia las paredes blancas de una habitación no muy grande, vacía. Estaba en un estado extraño, como perdida. Luego escuchó voces, sentía que había movimiento a su alrededor, pero ella no se movía. Estaba atontada, cuando volvió a caer en un agujero negro.

Once Upon a Time...Where stories live. Discover now