Me había perdido entre tanta multitud que se reunió en el centro del salón para presentar a los nuevos miembros de la compañía y, como resultado, perdí de vista a mi madre. No mentiría, al inicio la fiesta había sido entretenida para mí, tuve una conversación con el señor Anderson que me llevo a conocerlo mejor. Me pareció un gran hombre a simple vista, me conto sobre las ganas que tenia de conocer a nadie más ni menos que a la abuela. Le había ayudado a mi madre a planear una manera de presentarle el señor Anderson. Ella estaba nerviosa, y trataba de entenderla. Le dije que no se complicara tanto, que le dijese a la abuela que tendríamos una visita muy importante en casa alguno de estos días, para que ella se hiciera una idea, y luego al estar el presente, que ella -mi madre- le contara con paciencia todo, con lujos de detalles.
«¿Cómo reaccionaría al enterarse? ¿Sera que de la misma manera en que yo lo hice? ¿Se pondrá contenta al ver a su hija construyendo su vida con alguien más?» Esas fueron preguntas que no lograba responderme.
Luego de unas horas, decidí alejarme de la fiesta, escapándome, aprovechando que el centro de atención solo se dirigía a los nuevos empleados. Había comenzado a sentirme un tanto aburrida, ya que no conocía a nadie más que al señor Anderson. Necesitaba un respiro, también quería tener mi propio espacio por unos minutos y, de todos modos, me sentía algo agobiada después de tanto tiempo en medio de aquel tumulto de personas.
Ahora, me encontraba caminando alrededor del hotel, queriendo explorar cada rincón y lugar.
¡Era demasiado bello como para dejarlo sin descubrir!
Una serie de pasillos me llevaron hacia una ventana, la cual era más alta que mi estatura, ¡era gigante! Me acerque hacia ella para inspeccionarla.
¡Oh! No era una ventana. Era una puerta de vidrio y podría ver el exterior a través de ella... y lo que había más allá en realidad era un balcón. Gire la manija y empuje hacia afuera. Salí y coloque mis palmas sobre la baranda, aquí se podría gozar más de la hermosa vista. El viento en el día solía ser más caliente debido a que estábamos en verano, sin embargo, en la noche se tornaba más cálido y suave. Deje que acariciara mi piel y mi cabello, haciéndolo volar.
Inspire hondo. El olor característico del mar penetro por mis fosas nasales, trayéndome a mi mente recuerdos de cuando apenas era una pequeña. El mar me encantaba cuando era una niña, y ahora, me encantaba aún más, pues en las olas del mar flotaba el recuerdo de mi infancia.
«¿Flotaba el recuerdo de mi infancia? ¿De dónde había sacado tremenda metáfora?»
Observe a lo lejos como las olas iban y venían. Y un pensamiento surgió en mi mente: Las olas tenían cierta semejanza a las personas; algunas débiles, otras fuertes, sin embargo, ambas dejaban una huella en ti.
Sonreí.
«Con la creatividad que brotaba en mi por veces, bien podría escribir poesía.»
Mi sonrisa desapareció cuando la típica sensación de sentirse observada creció en mí. Mi alarma mental se encendió. Mi cerebro comenzó a procesar la información, tratando de encontrar una explicación lógica ante todo lo que sentía. Entrecerré los ojos e inspeccione más el lugar, pero no había absolutamente nadie a mi alrededor, estaba sola. Me encogí de hombros, restándole importancia al asunto. Bien, mi mente había jugado conmigo.
Mis oídos ya no prestaban atención a la música suave que sonaba, pues estaba más lejana y apenas se escuchaba, solo podía oír el sonido del viento y el de las olas del mar envistiendo contra la orilla, desplomándose con la arena.
«Plusssh. Un impacto. Splash. Espuma.»
Una vez más, respire lentamente, cerrando los ojos. Todo era más apacible. Aquí podía sentir paz.
ESTÁS LEYENDO
Algo Maravilloso.
ChickLitUn trágico suceso sacudió la vida de Isabella Monroe. Luego de eso, lo último que ella desea es enfrentar otra noticia que la obligue a dar un cambio radical en su vida, pero los deseos de la joven no son escuchados cuando su madre toma una decisión...