-¡Via!- Corro hacia ella cuando la veo entrar por la puerta del comedor.
-Hola Ámbar, ¿lo de siempre?- ella sabe que esto es rutina y esta dispuesta a ayudar siempre.
La historia con ella fue algo peculiar, ya que nos regresaron con nuestras familias el mismo día, a pesar de que ella era 2 años mayor que yo, su familia ya ni la esperaba, normalmente te regresaban si tenias menos de 13 años maximo, por ejemplo yo tenia 12 cuando regrese, estaba dentro del limite así que su llegada fue muy rara, en fin a pesar de que ella iba en el nivel 14, jamas me hizo el feo por llegar siempre a la escuela sucia, nunca pregunto ni comento nada al respecto.
-Si- le respondo con una gran sonrisa, muy rara vez lo hago pero en este caso es imposible no hacerlo.
Me mira con ternura y me pasa una bolsa con varias galletas.
-Aquí tienes linda- se acerca y me dice al oído -haz lo tuyo- me sonríe y se va.
Algo que he aprendido en 3 años en la escuela es que puede ser muy dura, dimelo a mi, me golpean y empujan todos los días desde que llegue sin razón alguna, solo por ser alguien débil y no defenderme como debería, pero siempre hay alguien que la puede estar pasando peor, no solo refiriéndome a que te molesten, si no con palabras y hasta en su vida diaria, soy consiente de que no ha pasado mucho tiempo desde la guerra; exactamente desde que volví,pero algunas personas están en pésima situación.
Se que no las encontrare en el comedor, nunca van ahí, asi que salgo de este y camino por un largo pasillo en dirección a la Zona B, me encuentro a uno que otro estudiante los cuales me barren con la mirada y susurran entre ellos, se que no soy la mayor hermosura pero no tengo la culpa de llegar siempre sucia, en realidad si la tienes, después de un par de minutos las encuentro, sentadas en un banco afuera su salón.
-¡Hola!- saludo unos metros antes de llegar con ellas.
-¡Am!- saludan con latente entusiasmo y se paran de un brinco para llegar conmigo.
-¿Como están pequeñas?¿Aprobaste el examen de ciencias naturales Sofi?- estas niñas de verdad son un amor.
Un leve sonrojo se asoma en sus mejillas de la niña de 10 años pelirroja que tengo enfrente.
-Saque la mas alta nota del salón Am- responde con una gran sonrisa.
-¡Wow pero que inteligente eres!¡Felicidades!- le doy un gran abrazo y revuelvo su cabello- ¿Y tu Anny, como sigue tu mamá?- pregunte de verdad interesada a la pequeña morena de 10 años.
-Esta mucho mejor, gracias a ti Am- se asomaron unas pequeñas lagrimas en sus ojos las cuales limpie logo luego- No no no, no quiero lagrimas Anny, es un tema de alegria- la abrace por un momento.
-Aparte, ¿no han comido cierto?- sabia que no lo habían hecho.
-No...- respondieron al unisono en un susurro.
-Aquí les traigo un paquete con galletas, que por cierto están deliciosas- les entrego la bolsa que me dio Via con mucho cariño.
No responden nada solo se abalanzan sobre mi y me abrazan, de verdad con gran fuerza y respondo a su abrazo, cuando derepente me acuerdo que ya ha pasado mas de la mitad del descanso y tengo que ver a alguien mas.
-Chicas me tengo que ir, pero recuerden que las quiero mucho y cuidense, me saludan a su familia- Les digo mientras les doy un ultimo abrazo y me voy retirando.
-¡Gracias Am!, también te queremos- responden con una gran y linda sonrisa las dos.
Y es ahí donde siento que hago lo correcto, donde no tengo ni un conflicto conmigo misma y que es importante ayudar a alguien si puedes hacerlo a ellas solo puedo traerles algo de comer cada lunes lo cual me da un montón de tristeza y solo una que otra vez algo extra.
Corro por el pasillo hasta llegar a la Zona C, la cual esta del lado contrario, me detengo un momento para quitarme el sueter y amarrarlo a mi cintura, lo que hace que mi holgada blusa se pegue un poco a mi cuerpo, sigo corriendo.
-¡Isaac!- grito a mi amigo del nivel 11 antes de que entre a su salón, el si es puntual.
-¡Hola Am!, creí que ya no te vería fui por mi comida y no te vi- una mueca triste asoma en su rostro.
-Vamos Isa, sabes que no faltaría a mi promesa, toma- le ofrezco una pequeña bolsa con la galleta de avena que nos dan gratis cada dia con una pequeña sonrisa.
-No es tu compromiso hacerlo, y lo sabes... pero de verdad gracias- sus ojos brillan y me mira de una manera rara, tengo que aceptar que cuando me mira así da miedo.
-Lo hago por gusto y te lo prometí, así que shh ahora tengo que irme o llegare muy tarde a mi clase- Le sonrió y abrazo a lo cual me responde el abrazo y no me suelta...
Me revuelvo poquito para safarme de su agarre, Dios como es posible que sea menor que yo por 1 año y sea mas alto, en realidad parece mucho mas grande, tiene unos lindos ojos azul oscuro rodeados por un mar de pestañas... me tengo que ir.
-Gracias por esto Am, cuidate- responde... ¿sonrojado?...
-No es nada, igual- sonrió, me despido y me dedico a correr a mi salón.
No es tan tarde... creo, pero vale la pena, yo se que Isa hay días que no come nada en su casa, con tal de que sus hermanos menores coman algo.
Llego a mi salón, el cual por cierto todavía tiene la puerta abierta y alguien se acerca con la intención de entrar, sinceramente no se quien sea, con un salón de 60 alumnos en el cual siempre llegas tarde, y tratas de no mirar a nadie por la vergüenza de estar siempre sucia, es difícil conocer a todo el salón.
El desconocido voltea, claro que es extraño ver a alguien corriendo, sucia y con cara de loca, quien no se asustaría, cuando llego a su lado hace algo que no me esperaba.
-Pasa Ámbar, ahora no llegaste tarde- me sonríe, ¿QUE? ¿ME SONRIÓ A MI?
Volteo por instinto hacia atrás y vuelvo la mirada, obviamente me dijo a mi yo me llamo Ámbar.
-Gracias amm...- respondo en un susurro con la mirada fija en la parte inferior de su rostro, exactamente donde llega mi mirada.
-Daniel, ese es mi nombre y denada- una sonrisa rara se asoma en sus labios.
Decido ignorar el momento incomodo y entro al salón.
Holaaa, espero les haya gustado el nuevo capitulo, dejen sus comentarios!
Gracias por darse el tiempo de leerlo <3|Montse MC :3
ESTÁS LEYENDO
Perdidos
Ficção AdolescenteHan pasado años desde el termino de la cuarta guerra mundial, un tiempo muy duro para la mayoría de las personas, los niños fueron separados de sus padres con la razón de protegerlos algunos regresaron, otros solamente se les dejo de esperar, el tie...