Capítulo 3

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Ella viene en mi dirección, siendo que la escuela esta para el otro lado, se para en la esquina de la cuadra esperando por mi, debo admitir que es una chica valiente, deja a sus seguidoras del otro lado de la cera, y se acerca sola, no necesita ayuda y mucho menos conmigo.

Malia es una chica de hermoso cabello lacio y rubio, tiene un buen cuerpo el cual le ayudaba a tener lo que ella quisiera aparte se notaba que se alimentaba bien ya que tenia musculo lo que evidentemente me faltaba a mi, tenia unos grandes ojos cafe y una mirada dura e intimidante, yo la veo enorme siendo que eramos casi de la misma estatura, solo la diferencia es que ella tiene 18 años, ¡3 años mayor que yo! .

-¡Ámbar! - grita con fingido entusiasmo y una gran sonrisa con los brazos cruzados.

-Hola Malia - observo sus pies todo el tiempo mientras se acercaba, solo subo la mirada para verla mientras esta lejos todavía, ¡rayos porque soy tan miedosa!

-Oh mira que hermosa te vez hoy- dice mientras me da la vuelta y se detiene a mi espalda, ¡porque rayos se queda allí!

-Amm gracias Malia, igual tu- sigo con la mirada en el suelo, ¡levanta la cabeza cobarde!

-Oh querida lo se- se pone de frente a mi y volteo a verla por unos segundos, y puedo observar una sonrisa en su rostro- Que bonita mochila Ámbar, ¿puedo verla? -dice mientras me arrebata esta.

Malia tiene demasiada fuerza, al quitarme la mochila logra empujarme y caigo al suelo, llenando toda mi ropa de tierra, genial.

-Jajajajajajaa oh lo siento, viendo bien tu mochila no esta nada bonita aparte esta muy pesada- dice dejando caer mi mochila abierta haciendo que todo el contenido saliera.

 -Perfecta, ahora pesa menos- y lanza mi mochila, ¡siempre es lo mismo!  y ¿yo que haré? nada como siempre.

-Vamos chicas Ámbar ocupa ayuda para levantarse- les grita a su grupo de amigas, viéndome con superioridad - esto no puede empeorar.

Como si alguien las hubiera activado sus amigas caminan hacia mi con toda seguridad y rostros burlones mientras Malia se retira y se dirigue a la escuela como si nada estuviera pasando detras de ella.

-Adios Ámbar nos vemos luego querida, tengo clases y no puedo llegar tarde- Grita Malia mientras se va.

Las chicas llegan a mi, me voltean a ver, me analizan y se agachan para tomar tierra con sus puños.

-Oh Ámbar tu cabello esta desacomodado, dejame ayudarte a arreglarlo- dice Sandra, una alta morena mientras deposita la tierra que tiene en sus manos en todo mi cabello y se limpia en el.

-Mucho mejor querida- sonríe observando su trabajo, ¡dale una patada, lanzale tierra!

-Yo creo que también su ropa ocupa ayuda- dice Ayleen al momento; otra seguidora de cabello oro y mas baja, a diferencia de su amiga, me toma por los hombros con la tierra en las manos y me arrastra como por dos metros, dejando mi ropa llena de tierra.

-Perfecta- sonríe mostrando sus perfectos dientes

-Creo que ya te ayudamos mucho por hoy, nosotras también tenemos clases, hasta luego linda- dice Sandra al momento en que se dan la vuelta y se van dejando en el suelo.

Me levanto como puedo, tratando de limpiar la tierra de mi uniforme y cabello, ¡odio tanto no hacer nada, porque no me defiendo, solo son un par de años mayores!.

Definitivamente mi cabello esta perdido ahora es un negro opaco tirando a gris al menos mi falda no quedo tan mal ayudo que sea gris pero mi suéter café  tiene polvo trato de sacudirlo pero no ayuda mucho, lo bueno es que traia el sueter puesto asi que mi blusa blanca no se ensucio, recojo mis cosas y me apresuro para ir a la escuela, al fin de cuentas no se de que me quejo, todos los días son los mismo ya debería estar  acostumbrada solo no soporto ser tan débil.

...

Mi escuela esta rodeada por una cerca de cemento con puntas de mental en la parte superior, con solo una salida y entrada, la cual te lleva al patio principal, es un bonito lugar con pequeñas plantas verdes abajo de palos decorativos, a esa hora estaba vació, todos deberían estar ya en clase, entro al gran edificio y me dirijo a la Zona C al nivel 12; el ultimo nivel de la Zona C, para eso tenia que pasar por la Zona D donde se encontraban los mas grandes, desde los 16 a los 18 años y las oficinas donde se encuentran las secretarias y la Mayo... oh oh creo que la invoque.

-¿Ámbar que haces aquí?, deberías estar en clase, acaso ¿otra vez tarde? - me dice observándome con firmeza la Mayor, esa mujer cuestiona mucho.

-Umm tuve un contratiempo... este me caí... y me tuve que... -decido cerrar la boca, y al observar como la cara de la Mayor se endurece escogo la mejor opcion en estos casos, correr a mi salón.

 Yo no lo llamaría huir  solo... es ser inteligente.
La puerta de mi salón estaba cerrada y eso solo puede significar una cosa.

-Señorita Rose Anderson estamos a nada de acabar la clase- dice susurrando y viéndome de pies a cabeza la maestra -cuantas veces le he dicho que use ropa limpia cuando venga a la escuela- dice con tono asqueado.

-Disculpe... me tropecé y pues me caí... y me ensucie - respondo tartamudeando, no es mi culpa encontrarme a diario con personas horribles que me hagan esto.

-Si si si, siempre la misma historia, me caí, de tanto caerse ya deberia conocer el suelo para evitar caerse de nuevo ¿no señorita?, mejor no ponga pretextos y vístase presentable, vaya a su lugar antes de que la mande con la Mayor - no me lo tuvo que decir dos veces y me dirijo a mi lugar, en la ultima fila hasta atrás.

Paso por los asientos mirando el suelo, siempre era lo mismo, no tenia sentido observar las caras de mis compañeros algunas burlándose y otras con lastima, como nadie sabia lo de Malia pensaban lo peor, para ellos era normal verme asi.

El grupo era de 60 alumnos, con las butacas muy cerca, todo se llenaba así que mientras mas temprano llegabas te tocaban las mejores butacas las cuales eran de plástico con fierro, y se encontraban adelante y si llegabas tarde como yo, te tocaban las de madera, no son incomodas después de que te acostumbras y casi nadie te molesta, atrás nos sentamos los que no tienen casi amigos, los nuevos y los "llega tarde" como yo, así eran las cosas aquí.

-Pueden salir a su descanso, recuerden que solo tienen 20 min, no quiero a nadie tarde - gritó la maestra después de 2 horas y cacho de que llegue.

-¡Al fin!- grito mi panza, solo espero que mi bizcocho siga vivo.

La sala común o nuestro comedor, un gran salón con bancos y pocas mesas, y ventanillas a los lados donde te vendían comida normalmente estas casi no tenían gente, eran pocos los que podían pagar, no sabría decir si sabe rica o no, nunca he tenido la oportunidad ni los recursos para comprar algo.

A los que no podíamos pagar nada se nos regalaba un vaso con agua y una galleta de avena, lo cual era la gloria si no traías nada o si no habías comido.

En la sala común podías observar a todos los alumnos una diversidad de 15 niveles distintos, divididos en "Zonas", pero nadie hablaba con nadie de otro nivel.

Excepto yo. Mi único acto en el cual no soy una cobarde.



¡Gracias amigos por leer!<3 ¿que les parece?

Montse MC :3





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