Mi Familia y Yo [MISHYY #3]

Capítulo 3

—¡más rápido Derek!—grita y yo jadeando trato de responder.

—¡voy lo más rápido que puedo Susan! ¡por...Dios!—me detengo para sostenerme de algo y tomar aire.

Las clases acabaron y nos abandonaron a Susan, las gemelas y a mí, nos odian. Ahora nos encontramos corriendo en la calle porque a una de las gemelas se les ocurrió que era buena idea tener ganas de hace del uno, la casa más cercana es la de los padres de Susan, bueno, el padre de Susan, el tío Connor.

—¡carajo Woodie!

Me pongo recto para señalarla de manera de advertencia, ella se sonroja y sonríe con inocencia.

—¡está a punto de explotar ya no puede correr más!—exclama Holly con horror sosteniendo a Hope.

Corro hasta ellas para tomar a Holly en brazos y seguir corriendo por la calle por donde Susan vive.

—¡maldita seas vejiga microscópica!—exclama Holly.

—¿donde?—grito desesperado temiendo que Holly se haga encima.

—¡la casa azul!—señala la de la esquina y corremos hacia allí.

Abre la puerta de metal de color azul marino y entramos corriendo con Susan por delante para que abra la puerta, la sigo escaleras arriba encontrando al tío Connor salir de una de las habitaciones con sólo boxers mirándonos raro, lo ignoramos por completo. Tenemos una misión que cumplir.

—¡aquí rápido!—señala la puerta y la abre, yo bajo a Holly y se encierra.

Soltamos un suspiro de alivio junto con ella adentro.

—¡misión cumplida, salvamos los pantalones de Holly!—exclama Hope victoriosa y chocamos los cinco.

Minutos después sale la castaña con una enorme sonrisa en el rostro, le revuelvo el cabello y me fulmina con la mirada.

—así que... Holly se estaba haciendo en los pantalones

Los cuatro volteamos a verlo, tiene el ceño fruncido y un paquete de galletas en las manos mientras nos mira pensativo.

—venimos corriendo desde el instituto—Resoplo y paso junto a él para bajar.

—sí, nadie fue por nosotros—se queja Susan.

Ya todos abajo nos reunimos en la sala.

—¿y mi mochila?—pregunta Holly y miramos a Hope.

—eh...Creo que...se me cayó..

—¿¡cómo que se te cayó!?—exclama su gemela como loca.

Me golpeo la cara con la mano y suelto un suspiro de cansancio. En eso voltean a verme, incluyendo mi tío.

—no—las señalo.—no pienso ir por tu mochila, seguramente ya se la robaron

—¡Woodie!—chilla Holly.

Resoplo y me levanto dejando la mía en el sillón. Sí corrí con una chamaquita de dieciséis años cargando una mochila con diez libros dentro, diganme que no las quiero.

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Arrastrando los pies entro a la casa y me quedo junto a la puerta para quitarme los zapatos antes de subir por las sagradas escaleras de mamá, los levanto del suelo y como llegué, subo las escaleras.

—¿Derek?—alza la voz mi madre. Suspiro.

—¡sí!—respondo sin detenerme.