Helado para Dos ~ [Jackson Wang] TERMINADA

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 Me miraba por el espejo del baño. Hacía rato me había levantado. Era mi último día de vacaciones. Los anteriores días los había pasado fuera de la ciudad, donde pude relajarme y reflexionar bastante. Dos meses pasaron de la vez que fui a la heladería y conocí a Jackson. Ay, Jackson... lo recordé mucho durante este lapso. Realmente no pude olvidarlo. Lo extrañaba a pesar de conocer tan poco de él. Tenía un pensamiento constante que rondaba por mi mente, se trataba de ir a visitarlo. A pesar del tiempo que había pasado, aún podía ir a ver cómo estaba, y claro, comer un helado. Entonces, decidí ir a la heladería en la tarde; me arreglé y puse bonita para salir. Estaba ansiosa por ver a Jackson. ¿Le agradaría verme o ya se habría olvidado de mí? 

 A las cinco tomé el bus que me dejaría cerca de mi trabajo. Me senté del lado de la ventanilla y recordé cuando viajamos juntos. ¿En qué habría estado pensando aquel día mientras miraba a través de ella? De pronto me pregunté, ¿cómo serían las cosas si hubiésemos concretado el beso? Podría jurar que él también había sentido la conexión en aquel momento, sino por qué intentaría besarme... Mientras más lo pensaba más quería llegar y verlo. 

 Finalmente me apeé del autobús y caminé. Pasé por la acera de la cosmética, mañana tendría que volver a trabajar, pero no me molestaba la idea de hacerlo, me sentía mucho mejor después de las vacaciones. Seguí unas calles más y luego doblé en la esquina, estaba a tan sólo tres... De lejos pude ver el cartel de la heladería. Mi corazón palpitaba fuerte. Llegué a la vidriera y vi el especial del día: "Explosión de Sabor". Me acerqué al vidrio para ver por dentro, tal vez Jackson ni siquiera trabajaba hoy. El local estaba lleno de clientes, claro, era domingo, debí suponerlo. De pronto sentí cosquillas en el estomago, ahí estaba, con la cuchara de helado en una mano y la tapa de una olla en otra, sirviendo apresurado los helados de las personas que esperaban. Se veía como todo un experto levantando las tapas de los sabores correctos. El tiempo le había dado mucha practica. Reí para mí y entré. 

 La campanita de la puerta marcó mi entrada. Jackson estaba tan concentrado que no se molestó en mirar. Esparció chispitas en el helado del cliente y se lo entregó. Yo estaba en el fondo, por lo cual no me vio. Atendió el pedido de la siguiente persona. Cuando fue a buscar un sabor, levantó la vista casualmente y se encontró con mi mirada, le sonreí. Jackson dejó caer la cuchara de manera torpe y rápidamente la levantó disculpándose, volvió su mirada a mí y sonrió. Se lo veía feliz, eso respondía a mi primera pregunta, no me había olvidado. 

 La multitud se fue disipando poco a poco. Una vez que el último cliente salió, Jackson me puso toda su atención. 

 —Buenas tardes, señorita, ¿qué desea llevar? 

 —Mmm... creo que quiero probar la Explosión de Sabor. Digame, ¿qué trae?  

 —Oh, si, mire, es helado doble del gusto que prefiera sólo que se le agregan tres salsas, chispas y una barra de chocolate. Además trae incluido el acompañamiento de su servidor, mua —dijo señalándose. 

 —Suena muy apetecible... y el helado también —bromeé y sentí como mis mejillas ardían. 

 —Es bueno saberlo, aquí intentamos de que el cliente siempre quede satisfecho —Sonrió con sus bellos dientes—. Entonces, señorita, ¿qué sabores escogerá? No, espere —Levantó una mano para evitar que responda—, déjeme adivinar, chocolate amargo y crema americana, ¿cierto?

 —Usted si que hace bien su trabajo —halagué. Él sonrió y volvió a lavar la cuchara antes de servir. 

 Pronto pude ver como con gran habilidad preparaba el helado. Era totalmente diferente a la primera vez que vine. Colocaba las salsas como todo un barman, arrojando las botellas en el aire y atrapándolas. Luego le dio el toque final echando chispas y me entregó su obra maestra.