El viaje se había hecho corto, pues al salir temprano de la heladería, el autobús llegó en un parpadeo.
La ansiedad me mataba. Quería concretar lo que no pudimos terminar, y algo me decía que Jackson también. Noté como movía enérgicamente su pierna sentado, sin apartar la vista de la ventanilla. Mis manos sudaban un poco, pero se debía a algo más que el calor primaveral. En un momento, Jackson colocó su mano sobre mi rodilla y la movió un poco para avisarme que debíamos pararnos. Él tocó el timbre desde la puerta y esta se abrió en cuanto el vehículo se detuvo. Bajó primero y me extendió la mano para facilitarme los escalones. En el último salté para llegar a la acera, sin embargo, Jackson me tomó de la cintura antes de que mis pies tocaran el asfalto y delicadamente me soltó a su lado.
—Podía sola —reclamé.
—No me interesa, era una excusa para tenerte cerca —Un intenso rubor se apoderó de mi rostro. Tomó mi mano y me jaló un poco—. Vamos, mi casa está cerca.
Caminamos un par de cuadras hasta dar con un pequeño edificio de cinco pisos. Entramos al lobby y fuimos directamente al ascensor. Jackson marcó el tercer piso en el tablero. Una vez que se abrieron las puertas, me llevó por el pasillo hasta la entrada de su departamento, introdujo el código y, de inmediato, se escuchó un pitido que le permitió abrir. Me hizo pasar y luego cerró.
—Bienvenida a mi humilde morada —dijo colgando su campera en el perchero junto a la puerta. Seguido dejó su bolsa y mochila en el suelo.
—¿Humilde? Tienes una muy linda morada, Jackson. Tan sólo mira ese balcón —Avancé unos pasos para acercarme a este.
—Claire —llamó. Me volteé a ver—. ¿Podrías quitarte los zapatos primero? —preguntó a la vez que se quitaba los suyos y los cambiaba por unas pantuflas.
—¡Oh, lo siento! —Retrocedí y dejé mi calzado junto al suyo. Sonrió y me entregó unas pantuflas para invitados.
—Te haré el tour —dijo parándose en medio de la sala—. Este es el living. A tu derecha la cocina—señaló como un guía—, detrás de esa puerta en la izquierda, mi dormitorio, y a un lado, el baño. Eso es todo. ¡No! Aguarda —Hizo un pequeño trote hasta mí y me tomó de la mano para llevarme al otro extremo del departamento—. Este es el balcón —Salimos, y me encontré con una bonita vista del vecindario. El atardecer comenzaba a caer. Se podía ver la luz rojiza en el horizonte.
—Es muy lindo. Perdona que pregunte, pero, ¿cómo haces para pagar esto? Con suerte pude encontrar un departamento decente el año pasado, y sin balcón claro, sino sería más costoso —Rió levemente.
—Era de mi hermano, pero me lo dejó cuando se fue a vivir a Australia. Se lo pago como si fuese la renta. Pronto será mío por completo —dijo con una dulce sonrisa.
—Eso es genial, Jackson. Oye, la próxima vez te invitaré a mi casa; no es la gran cosa, es más pequeña, pero acogedora.
—Está bien, lindura —dijo tomándome por los cachetes—. ¿Quieres tomar algo?
—Agua está bien, gracias.
—Siéntate, por favor —dijo dirigiéndose a la cocina. Fui al sillón principal de la sala. Volvió con un vaso y me lo entregó, sentándose a mi lado. Agradecí y bebí de él. Un silencio incómodo se apoderó del ambiente. Dejé el recipiente en la mesa y miré a los ojos de Jackson—. Claire, te quiero mucho—retomó—, ¿lo sabes?
—Jackson, yo... —No supe qué decir por un momento—. Yo también te quiero, y mucho.
—Me alegra saberlo —Puso una mano en mi hombro—. Agradezco que hayas aparecido en mi vida.
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Helado para Dos ~ [Jackson Wang] TERMINADA
ContoA veces, para cambiar la dirección de tu día, tan sólo debes darte tiempo y tomar un helado, o dos. ??? #29 en "Wang" (04/09/18) Mini historia. Creación propia sin adaptaciones o continuaciones. 09.03.18 ✨ 04.09.18