N9NE

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¿Les quería de la misma forma?

-Demian...–empezó a hablar– creo que nosotros....

-¿Si?–Demian se inclinó hacia ella

-Nosotros no funcionamos juntos, la última vez fue un desastre, ¿Qué te hace pensar que esta vez será diferente? No me malinterpretes, te quiero, pero quizás es hora de que rehagamos nuestra vida.

-¿Juntos?–hizo una mueca, algo parecido a una sonrisa

-No, Demian, no, ¿Acaso me has escuchado?–se levantó y a paso apresurado fue a la cocina.

Natasha no sabía que hacer, se le estaba yendo de las manos, ¿Por qué era tan difícil decirle que si a Demian y dejar a Alec?

¿Por lo qué dirían?

¿O era por qué Demian era un asesino?

¿Es que tenía miedo de él?

Muchas preguntas surcaron su cabeza.

Agarró una botella de vino y una copa, mientras echaba en ella el líquido rojo. Entonces sintió que unos brazos la agarraban la cintura. Se giró rápidamente derramando el poco vino que había en la copa en el suelo y la encimera de la comida.

-No puede ser–maldijo Natasha mientras agarraba un trapo.

Empezó a limpiar el suelo con el, deprisa se decía a sí misma.

Entonces una mano la paró, miro hacia arriba, miro a Demian, quién estaba con una sonrisa socarrona, se acercó más a ella, tanto que sus respiraciones chocaban, sus labios a tan poca distancia... Natasha deseaba poder besarlo, que el la correspondiese y que todo se arreglase. Pero eso no iba a pasar, ¿No?

-¿Qué te pasa? Respiras muy rápido, estás roja, y tus ojos no paran de moverse... ¿Te pongo nerviosa?

Aquella irritante sonrisa no se le borraba de la cara,  tenía ganas de golpearlo, borrarle esa sonrisa socarrona a golpes. Pero solo se quedó callada mirándole.

-N-No... Cómo... Tu..yo.. –logró balbucear

Natasha se odiaba sí misma por parecer tan débil en ese momento, se veía estúpida, ella bien lo sabía, pero lo que a ella le molestaba, a Demian le parecía adorable, porque para el, eso significa que en el fondo aún sentía algo.

Demian acercó su rostro al de ella, cortando la respiración de Natasha. Entonces, todo se detuvo, solo existían Nastaha y Demian en el mundo. Los labios de Demian era suaves y cálidos, justo como ella los recordaba. Demian fue el primero en separarse. La miró de arriba a abajo y se rio.

-Parece que has visto un fantasma– sonrió volviéndose a acercarse a ella.

-Eso es porque dudo el que seas real–la mirada de Natasha denotaba confusión.

-Entonces ¿Por qué no lo compruebas?

Y volvió a besarla, ahora, mientras se levantaban. El le agarro de las caderas para juntarla junto a él. Ella tan solo tenía las manos apoyadas en su pecho. Esta vez, se separaron por falta de aire. Y de repente, Natasha empezó a llorar. Demian no lo entendía.

-Dos años–sollozó- Dos años, y ahora estás aquí– sin pensarlo dos veces Demian la abrazo, en silencio, esperando a que terminase de hablar.

» Dos años sin ti,nunca había sentido nada parecido a lo que siento por ti, pero me abandonaste, y –sorbió su nariz– ahora estás aquí, me besas, me dices que me quieres, que sea tu novia y que te de otra oportunidad. ¿Pero qué me garantiza que en cuanto te diga que si salgas por la ventana, como aquella vez? ¿Qué o  quién me lo garantiza? , dímelo, por favor.

Demian lo entendía, pero ahora estaba dispuesto a quedarse a su lado, ya no tenía a nadie, a nadie salvo a ella. No sé arrepentía de lo que había hecho, es más, estaba orgulloso, había sentido una gran punzada al dejarlo todo atrás, pero dejar el gremio había sido la mejor decisión si quería tener algo serio con Natasha.

-Te seré sincero, Natasha. Nada te lo garantiza, pero sí que te puedo prometer que si vuelvo a salir por la ventana, será porque o Alec me quiera golpear–Natasha rio levemente– o porque tenga que comprarte algo.

-O ir al gremio, ¿No?

-No

-¿Cómo que no?–Natasha frunció en el ceño, había algo que la ocultaba– ¿Ha pasado algo?

-No, solo, lo he dejado, seguramente estén enfadados y buscándome, seguramente Nina me querrá muerto, pero lo he dejado todo, todo ahora es el pasado, todo salvo tú, por eso he vuelto, he madurado y he dejado todo lo que alguna vez fue mi familia y mi trabajo, todo lo he dejado atrás.

-¿Por qué?–Natasha le miraba incrédula, parecía no entenderlo.

-Por ti, quiero estar contigo,y de la otra manera me era imposible.  Te quiero Natasha

-No lo entiendo, Ahora eres.... ¿Un corrupto? –Demian sonrió de manera divertida

-Ya lo era antes, ahora, digamos, que voy camino de lo normal

-¿Al reformatorio?–rio Natasha

-Si al reformatorio–siguió la broma– ¿y sabes a donde irás tú?

-¿A dónde?–tenia la sonrisa más bonita del mundo, o eso le parecía a Demian.

-A la cama–y la cargo en sus brazos en dirección al dormitorio

-Oh, entonces ahora soy una princesa-se agarró a su cuello.

-Si, mi princesa

-Entonces supongo que tú eres el sapo– alzó las cejas mientras reía, echaba de menos molestarle

-Si, el sapo que se convierte en un apuesto príncipe cuando besa a la princesa–Demian puso morritos mientras se inclinaba para besarla pero está puso un dedo en sus labios como si le mandaré callar.

-No, el sapo a secas, el primer sapo que besa la princesa, el que es asqueroso y repugnante que se va brincando cuando la princesa le besa–ella reía animada, mientras veía la cara molesta de Demian.

-¡Tendrá morro la niña! ¡Que mala baba!–exclamó mientras la tiraba a la cama–pero las princesas rebeldes se merecen un castigo, ¿no?–un brillo perverso apareció en sus ojos mientras se subía encima de Natasha y la empezaba a besar el cuello.

-Se supone que un castigo me tiene que hacer sufrir, no disfrutar–a continuación se mordió el labio y le agarro los hombros juntando sus cuerpos.

-Pues disfrútalo ahora, y ya te castigaré luego

Las manos calientes de Demian se paseaban por su abdomen, pero estas no tardaron en alejarse cuando se oyó el ruido de la puerta.

-¿Natasha? ¿Estás despierta?–la llamó Alec

-Esto no puede estar pasando

Where's The Killer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora