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Foto multimedia: Tobías Erin Rogers ( Wade Poezyn)

La puerta de su consulta se abrió dejando paso a un pequeño de 8 años de pelo rubio, que traía una pequeña bolsa.

-¿Te queda mucho?– preguntó Jaden, el sobrino de Natasha

-Solo 1 un paciente más– levantó la vista del ordenador para dedicar le una sonrisa comprensiva.

Jaden fue hasta ella, y se sentó en su regazo.

-Irene me dijo que te trajera uno– abrió la pequeña bolsa dejando ver unos cuantos bombones

-Muchas gracias–cogió uno y lo dejo encima de la mesa– ¿Qué te parece si cuando termine mi turno vamos a por un helado?

-¿De vainilla y chocolate?

-De vainilla y chocolate. Anda ve con Irene, dentro de poco me tienes abrazandote

Jaden rió y salió dando saltos por la puerta.

Al rato, entró su siguiente paciente.

-Buenas días, sientese por favor– dijo sin mirar a su paciente por estar escribiendo– ¿ Qué le sucede...

Cuando vio a su paciente le volvieron un montón de recuerdos a la mente, no precisamente alegres.

-Pensaba que lo había dejado claro

No hubo respuesta.

-Al menos me dirás por qué estás aquí.

Silencio.

-Muy bien, vete, no me hagas perder más tiempo del que ya he perdido estando contigo.

Se levantó enfadada, se quitó la bata y la dejó en la percha. Pero cuando se dio la vuelta, el la miraba en silencio, la sujeto las muñecas con fuerza y estampó sus labios contra los de Natasha. Abrió los ojos como platos, ¿qué estaba haciendo?¿Se había vuelto loco? Intentó apartarse cuando la acorraló contra la pared. Cuando se separaron, el no obtuvo en Natasha la reacción esperada.

-¿Qué? ¿Te pasaste la semana viendo películas románticas o qué?– preguntó indignada

-La verdad es que sí– soltó las muñecas de Natasha y se rascó la nuca un tanto incómodo.

-¡Oh dios mío!– gritó frustrada

-Dios no existe– se encogió de hombros riendo

- ¿Eso también te lo han enseñado las películas románticas?

-Muy graciosa, pero lo que me han enseñado en a tratar con chicas como tu

-¿Con chicas como yo?

-Si, chicas como tú, si chicas egoístas, soberbias, caprichosas y malhumoradas

-¿Perdona? Tu no eres el más apropiado para hablar, Don me has causado muchos problemas.

-¡Era la verdad!

-Claro... tan cierto como que los cerdos vuelan

-¡Tu fuiste la que quiso venir! ¡No fue mi elección!

-¡¿Acaso fue mi elección conocerte?!

No se arrepentía de nada de lo que había dicho, su rostro se suavizó al ver el gran error que había cometido al decir esas palabras. Acaso fue mi elección conocerte, ahora esas palabras retumbaban en su cabeza una y otra vez. Pasaron segundos hasta que volvieron ha hablar.

-¿Así?– su voz sonó apagada.

Empujó a Natasha tirándola hacia la camilla. Se incorporó en la camilla pero no tuvo tiempo de reaccionar cuando Demian empezó a besarla el cuello. Daba pequeños besos húmedos y a veces dejando marcas. Natasha solo suspiraba, subió sus manos hasta la espalda de Demian donde se sujetó con fuerza. Las manos de Demian sujetaban la cadera de Natasha mientras la acercaba a el. Natasha se cuestionaba lo que estaba haciendo, ese no era el lugar ni el momento.

Los labios de Demian fueron bajando pero se detuvieron cuando Natasha le apartó bruscamente.

-¿Qué pasa?– un rubor apareció en las mejillas de Natasha– ¿Tienes miedo de hacerlo... aquí?

-No, no tengo miedo...–dijo despacio

Una sonrisa socarrona apareció en el rostro de Demian.

-No puede ser... tu eres...

-No lo digas– apretó los labios, formando una línea recta, mientras el sonrojo cobraba más color

-¡Eres virgen!–exclamó

Natasha se llevó las manos a la cara y ahogo un grito.

-¡Que mona por dios!– rio

-No tiene gracia– espetó

Demian le dio un beso en los labios a Natasha.

-No pasa nada cariño– rio– pero por curiosidad, no pudiste o no quisiste– se burló

Natasha le pegó en el hombro enfadada. La puerta se abrió y Jaden entró.

-Tío Dean–exclamó y fue corriendo a abrazar le.

Demian le levantó y le abrazó, como si realmente fuese su sobrino.

-Hola peque

-¿Por qué no has estado con la Tía Natasha?

-Tenia cosas que hacer

-¿Vendrás con nosotros a comer helado?

-¿Helado? ¡Qué buen plan! Claro que voy

-Me las pagarás...– susurró Natasha

Se encontraban los tres sentados en una cafetería. Una mujer se acercó a tomarles nota.

-¿Qué desea la familia?–Demian y Natasha se ruborizaron

-Nosotros no somos una familia–aclaró Demian

💉

Jaden comía su helado tranquilamente sin percatarse de la incomodidad de los dos adultos.

-¿Podemos dar un paseo por la cuidad?–preguntó Jaden

-Claro, lo que quiera el señor– respondió Demian mientras Natasha bufaba

Después de unas cuantas horas caminando se sentaron en un banco a descansar. Demian se acercó al oído de Natasha y señaló una iglesia.

-¿No te apetece visitar a tu hijo?–se burló de nuevo

-Demian, sigue así, y no llegarás a ver el sol

El rió ante la amenaza.

-Lo que digas cariño

-No me digas así–intento sonar enfadada pero no pudo evitar reír.

-Tía Natasha– la llamo Jaden, se estaba afrotando un ojo–¿Podemos irnos a casa? Tengo sueño

-Claro que si, campeón

Demian subió a Jaden a su espalda y emprendieron el camino de vuelta.

Where's The Killer?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora