Capitulo VI

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Los pasos se acercaban lento y constante, no podían ver nada, pero lo podían sentir todo.

Mei se abrazo a el torso de Alex, esta ultima sintió que era una forma de decir ''adiós'' Le estaban doliendo mil punzadas en el pecho la impotencia que sentía. Decidió hacer lo único que sentía a su alcance, coloco a Mei a sus espaldas en un intento de que si esa cosa atacaba su propio cuerpo le sirviera de escudo. David hizo lo mismo con Alex, y ahora esperaban el impacto del ataque de la bestia.

Se acercaba lentamente haciendo mas agónica la espera. Sin que ninguno lo esperara ataco, dando un fuerte manotazo que lanzo a los tres contra la pared, Alex sentía un fuerte ardor en el brazo derecho y David al parecer había quedado inconsciente.

Alex estaba sumamente impresionada, no esperaba que fuera tan fuerte como para mandarlos a volar de esa forma.

Sabiendo que ahí no iba a acabar todo, cerro fuertemente los ojos a la espera de el siguiente golpe, el cual nunca llego.

Dudosa de el por que la bestia no había vuelto a atacar abrió lentamente los ojos, encontrándose con claridad. Al ver esto abrió los ojos como platos, se levanto de donde estaba y se percato de que estaba en su cuarto. Fue hacia la ventana y vio que apenas estaba amaneciendo, aun hacia frió pero estaba aclarando el cielo.

Corrió escaleras abajo y salio de su casa rumbo a casa de su vecina. Toco el timbre repetidamente hasta que al fin fue abierta la puerta. Quien abría, apenas la vio ahí parada se le abalanzo en sima. El cuerpo de ambas estaba frió y sus corazones palpitando a mil. El agarre que tenían se hacia cada vez mas fuerte en un deseo de no separarse.

-Me alegra que estés bien-

-Tu también me tenias preocupada- Apretó un poco mas el abrazo para luego soltarla -Rápido, vamos a casa de David-

-Wow tranquila, tomate lo con calma. No creo que quieras ir por la ciudad en pijama-

Mei miro su propio cuerpo dando a entender que siquiera había reparado en su apariencia

-Tienes razón, me cambio me cepillo y nos vamos-

-O mejor, te busco a las 8 y nos vamos. Apenas son las 5 de la mañana-

-Pero tenemos que apresurarnos lo mas que podamos con esto-

-Si, pero no creo que David nos este esperando justo ahora. Ve a desayunar, yo voy darme un baño-

-Esta bien. Pero no lo olvides, a las 8-

-A las 8 sin falta-

Alex fue hacia su casa y Mei procedió a entrar en la suya

Alex fue directo a el baño, sentía la imperiosa necesidad de ducharse. Comenzó a quitarse la ropa, se estaba desabrochando la camisa y cuando deslizo la tela hacia abajo sintió la piel de su brazo arder.

Quizo revisar que era ese ardor y cuando observo, no podía creer lo que veía. En su brazo se encontraban 4 marcas largas, gruesas y rojas. No sangraba, pero ardía como si estuviera en carne viva.

La toco y el dolor fue incontenible. Recordaba las marcas que tenían los chico y no eran como esas, eran mas delgadas y claras, y no parecía que se quejaran mucho de el dolor.

Después hablaría de eso con los demás, primero se iba a duchar. Mientras su duchaba fue agónico el dolor que le provocaba el tener que tocar las marcas, pero tenia que contener los quejidos o llamaría la atención de su madre o su hermana.

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