Capítulo 35

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Las cosas pasaban lentamente, las semanas pasaban y con ello Evan no despertaba, Sergio se culpaba por no poder proteger a su hermano como era debido, estaba enojado consigo mismo, ahora se encargaba de proteger a Nash de todo no la dejaba hacer nada o salir sin que el fuera con ella. No solamente mi querido amigo vigilaba a mi amiga sino también Jailen se sentía de la misma forma, querían protegerla de todo como si lo estuviera haciendo Evan. Katherine se encargaba de su alimentación, mientras que yo trataba de hacer llegar lo más rápido que podía a mi madre y a Alek, el hace unos días me llamo desde un teléfono público informándome que había pasado con Leiko, en cuanto lo supe llame a Fénix pero no respondía mis llamadas intente con Adriano pero ambos me mandaban a buzón, había llamado al personal de la casa y dijeron que si habían llegado, pero que no los habían visto en días cosa que hizo que sospechara más, Nolan checo las cámaras de seguridad de la entrada de la casa y vimos como llegaban, pero llegaba un momento en la grabación en la que se cortaba, revisamos las demás cámaras y no había rastro de ellos. Con esto me puse a ponerles guardaespaldas a las chicas, los chicos se habían negado, a mi hermano le había puesto unos, pero siempre lograba evadirlos, cosa que luego terminaba en pelea.

Sabía que estaba preocupado por mamá y por Adriano, pero confiaba en que ambos estarían a salvo. Mantenía a Carlos al margen de todo lo que pasaba respecto a Adriano.

Hoy por fin vería a mi mamá, iba de camino al aeropuerto con Carlos, Vicent y Valeria que se negaba a dejar solo a mi hermano y lo agradecía pues ni yo tenía las palabras para poder calmar los nervios y el miedo en su mirada, Vicent no me dejaba sola desde que mi hermano desapareció se encargaba de que durmiera, comiera y me relajará, pues el estrés comenzaba a afectar mi salud, los dolores de cabeza cada vez eran más constantes y trataba de no decirle nada a Vin pues sabía que me echaría la bronca por no dormir bien, pero sentía que era mi culpa en que hayan atrapado a mi familia, me mataba pensar en que los había entregado en bandeja de plata para ellos aunque Charlie decía que no era mi culpa que yo no pensaba con la mente en blanco como ahora que solo pensaba en que mamá venia en ese avión.

- ¿A qué hora aterrizaba el vuelo? - era la quinta vez que Carlos preguntaba y ya me tenía más que harta.

-Deja de preguntar que me estas acabando la puta paciencia. - le digo mientras tecleo en mi móvil.

-Y tu deberías de preocuparte más por ver si mama llega en lugar de tener la vista en el jodido celular.

-Basta chicos, Carlos tu hermana solo trata de hallar la forma de ayudar a tu hermano.

-Esto es su culpa si no los hubiera mandado lejos por estar de novia y estar con sus inseguridades de mierda.

Bien mi paciencia había llegado al límite, levanto la mirada del teléfono y respiro profundo, volteo mi mirada hacia él y le doy una sonrisa.

-Mira Carlos me tienes hasta los cojones con tus putos comentarios de mierda, deja de echarme la culpa de todo esto, estoy cansada de que lo único que haces es quejarte todo el puto día. He estado aguantando tus insultos, tus mentiras con los guardaespaldas, tus reclamos, todo lo estoy aguantando, pero te lo advierto una queja más y te juro que me olvidare que eres mi hermano y te pateare el culo ¿entendiste? - mantuve mi sonrisa, pero cuando estaba a punto de contestarme alce una ceja esperando su insulto, pero Valeria pone su mano en su hombro.

-Tiene razón Carlos debes parar ya, deja de quejarte y mantente callado, solo haces que se altere y...- la interrumpe Carlos.

- ¿Ahora la defiendes? - frunce el ceño.

-Jamás imagine que mi propia hija dijera tantas palabrotas en una sola oración, eso te lo ha enseñado tu padre eso está más que seguro - mi cabeza jira tan rápido que creo que me he lastimado el cuello.

Mi vida en un Libro (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora