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Narra Taehyung

-¿Dónde estás hyung? -me acerqué buscando a Jin hyung.

-Te quiero... ¿realmente te quiero? -lo encontré balbuceando por lo bajo valla a saber qué.

-Hyung... -me acerqué a la cocina, ya que creí haber escuchado la voz de Jin hyung provenir de ella.

-Oppa -llamo apenada una voz femenina que reconoci al instante, más decidi no interrumpir.

-¿Qué haces? -volteé a ver a Sojung quien estaba justo detras de mi, que por cierto me escodia detras de aquel pilar que me permitia oirlos con claridad.

-Igual yo... -declaró Yerin apenada.

-¡Aigoo! -exclamó hyung y sus risas no tardaron en hacerse oir.

Abrí la puerta para observarlos, ambos estaban saltando tomados de la mano, voltearon a verme.

-Tae... -fue hyung quien me llamó, pero solo logre posar mis ojos en Yerin, quien bajó su mirada al instante, evitando el contacto- No es lo que...

Narra Sojung

-Hyung. -Taehyung lo miró con tal grado de frialdad en su mirada, que logro inquietar mis huesos.

Me acerqué un poco más hasta él para adentrarme por completo a la cocina y verlos a los tres.

-Unnie... -la voz de Yerin se hizo audible; desvíe la mirada hacia ella. Más Taehyung salió rápidamente de dicho lugar- Tae... -susurro preocupada.

-Yerinie tranquila -Seok tomó la mano que caia libre a un costado de su cintura- no hicimos nada malo. -declaro con seriedad.

-Pero... -los ojos de ella reflejaban pena y preocupación, la entiendo, no quiere ser malentendida.

-Iré por él, tranquila -le sonrió el mayor acariciando su blanca mano.

-No. -reproche y ambos voltearon a verme- Yo lo haré. -expresado aquello, di media vuelta para ir en busca de un Taehyung bastante abrumado ante mi percepción.

Narra Hoseok

-Eunbi... -sonreí desde el marco de la puerta, al observar como practicaba sin descanso alguno.

Su semblante serio y sereno, sus movientos de pies y brazos impecables, en conjunto con el tronco de su cuerpo, revelan lo apasionada que es ella por la danza. Simplemente se veía hermosa, la música era un conjunto con todo su ser.

-Ahg... -al oir aquel quejido de dolor me apresure a correr hasta llegar a ella.

-¿Te lastimaste? -pregunte para verla y cerciorarme- ¿estás bien?

-Hoseok... -susurro con algo de asombro en sus ojos al ver mi presencia en su sala de ensayos.

Sonreí- Debes tener más cuidado, ¿quieres lesionarte? -quise ayudarla a ponerse de pie, más no quiso, lo hizo ella misma- ¿Estás enojada? -pregunte avergonzado de mi mismo.

Alzo una ceja con indiferencia- ¿Por qué?, ¿debería?

Sonreí apenado- Lo estás jejeje lo siento en verdad. -reverencie ante ella, como si me vida dependiera de ello.

-¿Qué pasó? ibas a terminar temprano, ¿lo recuerdas?

-Lo sé... -rasque mi nuca con algo de melancólia, lo habia arruinado, una vez más- es que surgió un inconveniente... -rebusque una excusa rápida y creible.

-¿Inconveniente? -repitió.

-Si, yo... -no queria abrir una vieja herida, no podia. Queria librarla de ese infortunio, y si una mentira piadosa ayudaria, lamentablemente no dudaria en usarla.

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