Nuestro lugar

71 8 0
                                    

¿Piensas en mí?, ¿realmente lo haces? Dime Taehyung... se honesto conmigo. Dejemos las excusas, basta de mentiras.

Esperaste mucho, ¿no es así? Lo siento, pero no debes preocuparte, porque seré sincero, de ahora en adelante, no pienso irme de nuevo. Es una promesa Rinnie.




Ojalá pudiera ver tu foto sin deseos de llorar, ojalá no te pensará todo el día, ojalá pudiera verte, al menos, una vez más.

Pero me resulta imposible no sentir cada lágrima saliendo de mis ojos, porque cada vez que veo tu sonrisa detrás de una pantalla, siento que puedo morir.

Y es que si muero, muero de amor, muero de rabia, muero de tristeza. Mori desde aquel momento en que quise verte y no pude hacerlo. Mori desde el momento en que comprendí que no te tenía. No podía.

Las palabras de Yon resuenan en mi cabeza: "Si lo quieres, lucha con todas tus fuerzas. Y si no, retén lo más bello de ese amor y déjalo fluir, porque lo que tiene que ser, créeme, será. Tal vez no hoy, quizás tampoco mañana, pero el futuro te sorprendera."

¿Qué más quisiera yo? Anhelo que está angustia punzante pueda ser reemplazada, sueño con ese momento. Aún mantengo esperanzas, excasas, pero aquí están.

Hace poco releí un artículo, y verlos llegar a los premios MAMA con esa expresión en sus rostros, realmente me quebro. Comprendí que, verdaderamente no se lo que debe sentirse estar en sus zapatos, poco a poquito demostrando el peso que se encuentran cargando sobre sus hombros. Me lástima no poder ser de ayuda o consuelo alguno.

Estos últimos años no han sido tan relucientes para ti como se aparenta en las revistas icónicas de Bilboard, has perdido familia, amigos y no pude, no tuve el valor para contactarte.

Si el verle a los ojos podría derrumbarme, no puedo imaginarme tenerlo frente a frente, no, no sería de ayuda; aún así, me despreció a mi misma por no haber sido más valiente.

En un parpadeo, nos encontramos en pleno diciembre, mi corazón se siente más frío que este nevado invierno. Mis pies se detuvieron, sentí el bombardeo sobre mi pecho, la fría respiración que chocaba directamente sobre la bufanda en mi cuello, se volvió muy tibia de repente.

—Tae... —mis ojos se abrieron de golpe, iluminados por la bella imagen enfrente de mí. No es posible, coincidir de tal modo, no podría ser real.

¿Qué deberíamos decir? Si lo sabemos todo, siempre lo supimos. La respuesta estuvo establecida desde un comienzo, nuestras mentes lo sabían, pero nuestros corazones no estaban dispuestos a renunciar.

Dos años pasaron, dos años en tortuoso silencio, donde lo único certero en mi cabeza, aferrándose a mi pecho, era el hecho de que ella se había ido, que la dejé ir y no volvería. Al final, no pude detenerla, aunque lo intenté, claro que me esforcé, hasta el último segundo, pero comprendí su dolor.

Ella no podía velar por un futuro para nosotros, temía las consecuencias. No podía culparla, porque le comprendí, su preocupación se antepone a mi carrera, pero lo que en verdad importaba, era el pesar que su corazón se encontraba atravesando. No podía permitirme que saliera lastimada a causa de mi egoísmo.

Así que si, la respuesta la conocía a la perfección.

"Tú siempre serás mi bella mariposa, pero es hora de que vueles lejos. Es el final de nuestro recorrido, prometo no extrañarte por mucho tiempo, así que no te preocupes y... olvidame."

Pero a pesar de haber sido el valiente, el responder primero siempre será mucho más duro y difícil. La verdad es que aquella noche, quería llorar con fuerza, destrozando mi garganta sin pensarlo tanto.

Once Again... Donde viven las historias. Descúbrelo ahora