¡Park Jimin! ¿Qué Has Hecho?

19

-En serio perdóname por ser un idiota, sé que no debí actuar así tampoco sé que me paso.

-Ya no toques ese tema, mejor sigamos comiendo -dije mientras agarraba mi copa de yogur con frutas

-Siento que es necesario, ya no quiero pelear más contigo. Sé que he sido un verdadero idiota y entiendo si decides que nos tomemos un tiempo porque creo que yo también lo necesito para pensar y reflexionar sobre mis celos, no te mereces esto

-¿Estás seguro de esto? -dije algo sorprendida pero aliviada

-Sí... -dijo algo pausado

-Entonces, creo que los dos tomamos esta decisión, nada de celos ni reclamos.

-Por parte de los dos esta decisión está tomada, además -dijo tomando aire - no somos nada.

Y debo admitir que me dolió hasta en lo más profundo de mi ser oír eso.

-Tienes razón -dije mientras movía la cuchara dentro de la copa que contenía el yogur y frutas

-Tu mamá me dijo que no has ido al psiquiatra ¿por qué? -dijo cambiando de tema radicalmente

-No me hace bien recordarme de todo lo que pase, no es bonito

-Pero sabes que tienes que ir enana, tu cara a cambiado y no me gusta ver como reflejas tristeza en vez de alegría

-Iré la otra semana, lo juro.

-¿Qué te pareció la pijama? – dijo cambiando el tema nuevamente

-Me gustó bastante

-Fue un día cansado, vamos a dormir - dijo mientras se paraba y ponía sus platos en el lavatrastos.

-Vamos

Íbamos subiendo las gradas entre bromas y brincos, hasta que me cargo y me entro al cuarto así, me tiró a la cama y me empezó a hacer cosquillas, debo admitir que sentía que iba a vomitar ya que habíamos comido mucho, él se dio cuenta de eso y decidió dejar de hacerme cosquillas mientras se tiraba a mi lado y ambos reíamos.

-Iré a dormir, mañana en la tarde tengo el concierto, no sé si puedas llevarme a casa temprano o tomo un taxi – dije mientras miraba como su sonrisa se esfumaba

-Claro, yo te llevo – dijo sin más que decir – pero dormirás conmigo

- ¿Qué? – dije confundida

-Sí, es la única condición para que te lleve

Reí – está bien. – para luego caminar hasta la cama para brincar y tirármele encima

-No pesas nada Isabella – dijo riendo

-¡Cállate y actúa como si doliera!

-¡Auch! – grito, lo cual me hizo reír

Decidí sentarme en sus piernas y verlo, esto causo que el se levantara y se sostuviera en sus hombros, en serio era hermoso, estaba acostumbrado a verlo con barba, por culpa del maquillaje tuvo que quitársela, estar sin barba lo hacía ver más joven de lo que era, toque su rostro y estaba un poco grasosa a causa del maquillaje, definí sus labios con mis dedos y pude ver como el maquillaje le había borrado una pequeña parte de aquella pequeña cicatriz que tenía en la ceja que hacía que no le creciera vello en ella, también vi como habían rellanado su ceja con maquillaje, sin querer lo mire más detalladamente, su cuello tan blanco y el lunar que lo caracterizaba estaba medio borrado, él solo me miraba con un poco de confusión y a la vez con amor, ¿acaso su mirada hacía mí siempre seria de amor? ¿o pronto se acabaría? ¿dejaría de amarlo? Eran preguntas que rondaban mi mente, pero no era capaz de decirlas en voz alta, como de costumbre supo que pasaba y eso provoco que me abrazara, que me trajera hacia él y me abrazara, empezó a dar besos en mis mejillas y en mi cara, por lo cual yo también le correspondí, hasta que nuestros labios rosaron y empezamos a besarnos, era un beso tierno pero que a la vez derrochaba pasión, poco a poco empezó a quitarme la sudadera dejándome solamente en una camiseta, hice lo mismo, solo que el quedó con el abdomen al descubierto, quitó mi camisa poco a poco, me fue levantando para quitarme el pants sin detener el beso, él hizo lo mismo y me volví a sentar en él, me quitó la camiseta y ambos quedamos solamente en ropa interior, podía sentir que se estaba poniendo duro, muy duro, sin más que hacer pase mis manos atrás de su cuello para enredar mis dedos en su pelo, quería quitarme el brassier pero se dio cuenta que no tenía, lo cual se me hizo raro porque él más que nadie sabía que estaba en contra de los brassier, por eso usaba bralette, en su desesperación por quitármelo intento romperlo, por lo cual reí en sus labios y decidí quitármelo yo, cuando iba a la mitad el decidió ayudarme cuando vio mis senos, que no eran los más grandes, los miro detenidamente, lo cual me bajo un poco el autoestima, pero se subió al instante cuando al verlos él se relamió los labios y decidió llevarme hacia él para sentirlos, sus ojos verdes que a veces se podían ver con detalles azules, se miraban verde oscuro con la pupila muy dilatada, si sus ojos estaban así, no podía ni siquiera imaginar cómo estaban los míos, ya estaba sintiendo su pene entrar en mí, lo cual hizo que un pequeño gemido se escapara de mí, ¿Qué esperaban? Soy virgen amigos. Empecé a moverme poco a poco para sentir ese roce que se sentía tan delicioso, lo cual hizo que él en una forma apresurada me quitara de encima para posicionarse encima de mí, dejaba besos en mi cuello, en mi clavícula y en mis senos, ¿desde cuándo Sebastián era tan experto? ¿acaso miraba mucho porno?